Los octavos de la champions han servido nuevamente para demostrar que los equipos ingleses son los amos de Europa. España ha perdido su hegemonía a nivel continental, y solo a nivel de selección podemos sentirnos orgullosos de nuestro fútbol. Podría definirse de chorreo, término acuñada por Boluda, en una de sus grandes intervenciones como “presidente” del Real Madrid.
El martes era día de milagro, y el milagro fue que por fin se vio que este Madrid no está para pasearse por Europa, que el conjunto blanco no tiene plantilla para pelear con los grandes del continente, y que estos dos años ha vivido una mentira con las dos ligas ganadas no tanto por mérito propio, sino por demérito de una liga española que ha bajado su nivel clamorosamente.
El Madrid sufrió un chorreo que se recordará en los anales de la historia, y que Anfield no olvidará. El Villarreal tuvo su gloria y pasó a cuartos, pero costó demasiado superar a un Panathinaikos, teóricamente muy inferior al submarino amarillo. El miércoles se planteaba mejor, el Barça solo tenía que hacer lo que sabe, y el Atleti buscar un gol ante un Oporto que ataca mejor que defiende.
Y a pesar de todo, 2 de 4. Vergonzoso balance para una liga como la española, que se ha quedado sin representantes en la Copa de la UEFA y que en la Champions solo le quedan la mitad. La racanería del Atleti y la impotencia del Real Madrid ha dejado huérfanos a Villarreal y Barcelona que sí han cumplido con las expectativas. Y mientras tanto, el Manchester camina firme incluso por el sendero lleno de espinas que le había plantado Mourinho..parece que vuelve a haber un rey en Europa.