Antonio Mata Huete, director de la revista Caza y Safaris y del diario CazaWonke dice que es cazador y ahí nada que objetar. Que siente placer matando me consta y probablemente se le dé bien, es lo que suele ocurrir con los cafres: que elevan la práctica de sus atrocidades a muy alta cotas de excelencia. Pero también se cree sagaz y se piensa gracioso y bueno, él es libre de proclamarse incluso amante de los animales y jurar respetarlos pero después de reventarles las entrañas su empatía con ellos queda a la misma altura que su perspicacia y simpatía tras leerle. Tiene muchos textos y en todos ellos chapotea en un pozo negro agarrado a su prepotencia pero la soberbia en el mendaz es como un lastre: sirve para hundirlo más y para que deje peor olor en el ambiente de tanto bracear sobre excrementos.

Uno de sus últimos artículos se titula “Jabalíes maricones” (sic) y se refiere a la campaña de esterilización propuesta desde la Asociación Animalista LIBERA! para de una forma que no comporte sufrimiento y acorde a la ciencia y la conciencia del siglo XXI, buscar una solución a la superpoblación y dispersión de jabalíes en ciertas zonas pero claro, a él eso no le sirve, Antonio Mata Huete prefiere meterles un tiro y acuchillarlos todavía vivos, eso le resulta mucho más divertido porque en el fondo lo que preocupa, probablemente, no es que crucen carreteras y puedan provocar accidentes o que se internen en núcleos urbanos sino que le priven del placer que siente matándolos. Nada que asombre, los cazadores son así: lo mismo te cuentan que lo que más les gusta de la caza es dar paseítos por el monte que te sueltan que ellos abaten animales en una especie de voluntariado, cumpliendo una suerte de servicio social porque bueno, alguien tendrá que hacerlo para que las bestias no nos invadan y se coman a nuestros niños.

¿Lo de gracioso?, pues porque en este escrito él va haciendo chascarrillos sobre si los animalistas van a ir persiguiendo a los jabalíes jeringuillas en mano para pincharles en los “güevos”, propone que los controlen a besos o apunta el uso de preservativos. Después de leerle es inevitable pensar que este hombre también encontrará ridícula las campañas CES para gatos y que como muchos de sus compañeros han dejado patente en foros de caza la solución idónea pasaría por liarse a tiros con los que estén sueltos o, como he llegado a leer, que para ahorrarse cartuchos lo mejor es capturarlos, meterlos en una bolsa y golpearles con un palo hasta que les salga una pasta blanca por las orejas.

¿Lo de sagaz?, pues porque asegura que los miembros de LIBERA! estuvieron detrás de la suelta de visones de granja en Galicia. Para empezar decir que ninguno de los activistas que en su momento fueron detenidos por aquel asunto pertenecía a esa Asociación y para continuar recordarle a este hombre, cuyas fuentes de información son de todo a 1 € o en su mala baba larga creyendo que los lectores somos zoquetes, que todos fueron absueltos de los cargos. Y no me extraña que fuese así porque yo creo, y digo creo que no afirmo, que los verdaderos responsables que aquella liberación de animales destinados a ser despellejados muchas veces con vida para hacer con su piel abrigos muy caros habían sido los propios dueños de las granjas que, viendo el percal del negocio, consideraron más lucrativo tirar de seguro que de ventas.

Y compruebo que este hombre con los años no ha mejorado, que continúa tirando de la mentira, o tal vez de una credulidad infinita, para oír cositas y sin contrastarlas publicarlas en las páginas de escopeteros que dirige, porque bastante tiempo atrás dijo de mí que me habían desenmascarado ya que supuestamente yo manejaba los fondos de no sé cuántas organizaciones animalistas. Y hace poco publicó un artículo en el que me acusaba que incitar a la violencia de género porque yo relacioné en otro (atendiendo a documentos oficiales y no a comadreos de montería) la tenencia de armas con el aumento de riesgo en casos de agresiones machistas, e hice mención a los numerosos casos en los que el culpable es un cazador.

Es un crack, de verdad que don Antonio es un crack, que lo mismo hace chistes de “maricones” que se juzga muy macho por pegarle un tiro a un animal apostado desde cien metros. Es cazador, eso lo explica todo.