Ni antes eran tan buenos, ni ahora son tan malos. Ni antes tenían la Liga ganada, ni ahora la tienen perdida. Simplemente el Barça está atravesando el esperado bajón, ese momento en el que las cosas no salen tan bien como de costumbre, porque sencillamente es imposible ganar todos los partidos con un juego brillante.

Para fortuna azulgrana, este bache llegó siendo el Barcelona líder de la Liga, con 12 puntos respecto al segundo, con pie y medio en la final de la Copa del Rey y con una eliminatoria de octavos de la Champions bastante asequible.

Ya hace algunas jornadas que el Barça no practica aquel juego al que nos tenía acostumbrados, pero de momento este bajón ‘sólo’ se ha cobrado un empate en el campo del Betis y una derrota en casa con el Espanyol.

Tras estos ‘malos’ resultados, los números azulgranas siguen siendo inmejorables, 19 victorias, 3 empates y 2 derrotas. Los de Guardiola tienen 16 puntos más que el tercer clasificado, el Sevilla, y todavía mantienen una ventaja de 7 puntos con un Madrid que viene embalado hacia el liderato tras ocho victorias consecutivas.

Por tanto, la situación tampoco parece tan grave como desde los medios madridistas se intenta hacer ver. Pero sin duda, lo que sí ha dolido al barcelonismo ha sido la derrota del sábado con el Espanyol. Y es que los pericos ganen a los culés ya es de por si doloroso, pero que esa victoria llegue con un Espanyol que era colista, que llevaba 111 días sin ganar un partido de Liga y 27 años sin ganar en el Camp Nou, eso ya pasa de ser inesperado a ser increíble.

Ahora es el momento de levantarse y recuperar el juego que enganchó a medio mundo. Ahora, el trabajo de Guardiola es más importante que nunca; veremos si el joven técnico azulgrana es capaz de reflotar a todo el equipo y de llevarlo hacia los éxitos esperados o si se hunde en el fracaso y deja que una vez más, el Madrid le birle la Liga. En definitiva, si éste es el típico bajón de dos jornadas o es un punto de inflexión definitivo.