Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Al aire libre
Pascual Falces

¿Por qué sólo Bermejo?

|

En la mañana de un nuevo veintitrés-de-febrero ha estallado de modo inesperado tanto para el oteador no avisado, como para el español de a pie, el final de algo incierto. Era la de un día espléndido previo a la primavera, y el anteojo recorría con cierta monotonía los focos de la noticia en el país una vez asimilado el “glamouroso” espectáculo del Oscar levantado a pulso por Penélope –orgullo nacional-. Resonaba todavía la “imperiosa” voz de Rajoy exponiendo ayer a modo de exigencia ante ZP: ¡Sr. Rodriguez Zapatero, son las 13, 40 (p.e.), y todavía no ha cesado Ud. al Ministro de Justicia!... (¿quién esperaba que le hiciera caso?...)

Los mal pensados se equivocaron. Y la sorpresa, a modo de ascendente bengala visible en pleno día surgió sobre la llanura castellana. Y una alta torre cayó. Más las preguntas surgen de inmediato: ¿Por qué esa, y no otras? El anteojo recorría el horizonte hacia uno y otro lado, pero nada, ninguna otra bengala señalaba nuevas dimisiones. Lo de que “aquí nadie dimite”, esta vez no se ha cumplido, y la cabeza del cazador cazado, del rojo bermejo, del juez enjuiciado, del mata-padres y futuro mata-hijos, rodó a la canasta bajo el implacable peso de la guillotina. Ya es historia pasada. ¿Hacia dónde orientará sus tiros ahora el PP?

Lo cierto es que los caídos siempre inspiran compasión. ¿Qué ha hecho Bermejo que no hayan hecho los demás? ¿por qué no Maleni, p.e.? ¿Se ha pasado tres pueblos chuleándose las tierras y campos de España con la escopeta al brazo y sin licencia? ¿Se ha mofado de los ecologistas y resto del arco iris retratándose rodeado de trofeos? ¿Ha abusado de poder citando al Director de Policía para una reunión de “trabajo” en plena jornada de caza? ¿Ha reconocido ser Bermejo-el-rojo, cuando aquí no hay más rojo que el Presidente?... porque a los demás los liquidó Franco, y si no, ¿para qué la Memoria Histórica? ¿Que ha hecho mal?...

O Maleni es más lista de lo que muchos creen, o sabe más de que se piensan, o como los pulpos está agarrada con muchas ventosas a la pared del ministerio. Y, ya puestos, ¿por qué no el ministro Sebastián, que pretende vencer la crisis energética con bombillas de bajo consumo?, o Moratinos y su bóveda-que-se-cae, o la ministra de Igual-dá, o la Sra. Vicepresidenta incansable “modelo de modelos” en plena crisis de apretarse el cinturón el resto de los españoles, o el de Sanidad fomentando el aborto sin cuento o la muerte a tutiplé, o la de Defensa que viaja con “manicure”, “pedicure”, y “coiffure”... etc.

El pueblo ecuatoriano, que de sabio tiene un rato, por aquello de viejo, porque cuando llegaron Pizarro y Almagro ya llevaba, como dice un castizo de Madrid de los que ya no quedan, de los que decían “tener el trasero como los monos, pelado, de arrastrarlo por la jaula”, a base de derrocar presidentes -en seis años llegó a derribar algo así como a ocho-, cuando echó del poder al último salió a las calles con una sola pancarta que decía: ¡Que Se Vayan Todos!...

Porque, a todo esto, se han repasado muy a la ligera algunos posibles motivos para que junto a Bermejo hubieran dimitido casi todos los demás ministros (los no se han mencionado son por desconocidos), pero, qué decir de un Presidente cuyo oficio mejor desarrollado ha sido el de “equivocarse” –la gente le llama mentir-, por él mismo reconocido, y no para presentar disculpas, sino para presentar más gorda la “bola” siguiente. ¡España tiene que aprender de Ecuador!...

¿Por qué sólo Bermejo?

Pascual Falces
Pascual Falces
miércoles, 25 de febrero de 2009, 03:48 h (CET)
En la mañana de un nuevo veintitrés-de-febrero ha estallado de modo inesperado tanto para el oteador no avisado, como para el español de a pie, el final de algo incierto. Era la de un día espléndido previo a la primavera, y el anteojo recorría con cierta monotonía los focos de la noticia en el país una vez asimilado el “glamouroso” espectáculo del Oscar levantado a pulso por Penélope –orgullo nacional-. Resonaba todavía la “imperiosa” voz de Rajoy exponiendo ayer a modo de exigencia ante ZP: ¡Sr. Rodriguez Zapatero, son las 13, 40 (p.e.), y todavía no ha cesado Ud. al Ministro de Justicia!... (¿quién esperaba que le hiciera caso?...)

Los mal pensados se equivocaron. Y la sorpresa, a modo de ascendente bengala visible en pleno día surgió sobre la llanura castellana. Y una alta torre cayó. Más las preguntas surgen de inmediato: ¿Por qué esa, y no otras? El anteojo recorría el horizonte hacia uno y otro lado, pero nada, ninguna otra bengala señalaba nuevas dimisiones. Lo de que “aquí nadie dimite”, esta vez no se ha cumplido, y la cabeza del cazador cazado, del rojo bermejo, del juez enjuiciado, del mata-padres y futuro mata-hijos, rodó a la canasta bajo el implacable peso de la guillotina. Ya es historia pasada. ¿Hacia dónde orientará sus tiros ahora el PP?

Lo cierto es que los caídos siempre inspiran compasión. ¿Qué ha hecho Bermejo que no hayan hecho los demás? ¿por qué no Maleni, p.e.? ¿Se ha pasado tres pueblos chuleándose las tierras y campos de España con la escopeta al brazo y sin licencia? ¿Se ha mofado de los ecologistas y resto del arco iris retratándose rodeado de trofeos? ¿Ha abusado de poder citando al Director de Policía para una reunión de “trabajo” en plena jornada de caza? ¿Ha reconocido ser Bermejo-el-rojo, cuando aquí no hay más rojo que el Presidente?... porque a los demás los liquidó Franco, y si no, ¿para qué la Memoria Histórica? ¿Que ha hecho mal?...

O Maleni es más lista de lo que muchos creen, o sabe más de que se piensan, o como los pulpos está agarrada con muchas ventosas a la pared del ministerio. Y, ya puestos, ¿por qué no el ministro Sebastián, que pretende vencer la crisis energética con bombillas de bajo consumo?, o Moratinos y su bóveda-que-se-cae, o la ministra de Igual-dá, o la Sra. Vicepresidenta incansable “modelo de modelos” en plena crisis de apretarse el cinturón el resto de los españoles, o el de Sanidad fomentando el aborto sin cuento o la muerte a tutiplé, o la de Defensa que viaja con “manicure”, “pedicure”, y “coiffure”... etc.

El pueblo ecuatoriano, que de sabio tiene un rato, por aquello de viejo, porque cuando llegaron Pizarro y Almagro ya llevaba, como dice un castizo de Madrid de los que ya no quedan, de los que decían “tener el trasero como los monos, pelado, de arrastrarlo por la jaula”, a base de derrocar presidentes -en seis años llegó a derribar algo así como a ocho-, cuando echó del poder al último salió a las calles con una sola pancarta que decía: ¡Que Se Vayan Todos!...

Porque, a todo esto, se han repasado muy a la ligera algunos posibles motivos para que junto a Bermejo hubieran dimitido casi todos los demás ministros (los no se han mencionado son por desconocidos), pero, qué decir de un Presidente cuyo oficio mejor desarrollado ha sido el de “equivocarse” –la gente le llama mentir-, por él mismo reconocido, y no para presentar disculpas, sino para presentar más gorda la “bola” siguiente. ¡España tiene que aprender de Ecuador!...

Noticias relacionadas

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

Duele el dolor, aunque duele más la injusticia que le rodea. Es lo que entendí de las palabras de Rosa Mª Sarda en su relato de vida. Una entrevista donde explicaba la realidad social de un pasado en el que perdió a su hermano por la pandemia del sida. Por un momento, recordé aquella facilidad colérica para culpabilizar al resto en clara atribución a un egoísmo psicológico, toda vez, que nos acercábamos a la mayor osadía de nuestro tiempo: la ignorancia.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto