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-Sin compromiso, amor, sin compromiso:
con luz en al mirada y ojos limpios.
-Tú llegaste hasta mí con la mirada,
ya ahora somos palabras y palabras.
-Que pague uno por otro no es justicia.
-Pese a que me engañaste tantas veces
nunca lo aprendía.
Yo siempre confundí búho y lechuza.
¡Qué poca percepción! ¡Cuánta ignorancia!
El femenino de búho no es búha.
Ni lechuzo, lechuza
¡Qué poca percepción!
Lo poco es nada.
Yo no tenía ninguna.
-Cantares del alma mía
sube por la garganta de hombre arriba.
-Un puñado de tierra, trabajada en el campo.
Un amor, una flor. La esencia misma
que renace del centro de la vida.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de viajar y visitar la ciudad de Praga con el apoyo de EUROPAMUNDO, emprendimos una excursión con muy buenos guías, como primera impresión y al cruzar a pie uno de los puentes de Praga, capital de la República Checa, quedamos fascinados por su belleza arquitectónica y monumental, el río Moldova que atraviesa esta ciudad, su gente hospitalaria y sus mujeres guapérrimas.
GatoTruffo, fiel. Te queremos muy muy bien. Eres buen tesoro.
María Herreros es una ilustradora valenciana que termina de publicar ‘Un barbero en la guerra’ (Ed. Lumen), un trabajo que no resulta fácil de catalogar. No es un cómic. No es un libro ilustrado. Es otra cosa. Una hibridación, un cruce, una suma de. Al final las hibridaciones van a consolidarse como género. ‘Un barbero en la guerra’ cuenta la historia del abuelo de la propia María, Domingo Evangelio, un hombre que con diecinueve años hubo de incorporarse a la lucha.
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