Primera Parte.
Por Michel Fonte
Donald Trump es un jugador, según sus detractores un tahúr, que siempre apostó a lo largo de su vida y le
salió bien, ahora parece apostar por algo muy contundente, convertirse en el 45o presidente de Estados
Unidos. El empresario que hace de la verborrea su mejor arma y que manejando como pocos el medio
televisivo nos acuerda a los yankee peddler, los buhoneros y vendedores de ollas ambulantes del siglo
diecisiete, confía en sus capacidad de fomentar la rabia social y a la vez, teniendo en cuenta lo que le contó
su ex mujer Ivana Trump al abogado Michael Kennedy, en las enseñanzas del libro que queda abierto en su
mesita de noche, es decir, Mi Lucha (Mein Kampf en su título original en alemán), el testamento espiritual y
manifiesto político de Adolf Hitler, que de manera extraña es un autor de culto y un éxito de ventas en India
rozando la lista de los diez libros más vendidos. Vivimos un
tiempo en que se cuestionan la que eran certezas de la
historia, como el holocausto nazi, y protagonistas de ella se
encuentran en un trayecto muy diferente de lo que podían
imaginar. Es lo que pasa con el dictador de Braunau am Inn,
fronteriza ciudad austriaca con fama de brujería, que es al
mismo tiempo un modelo para muchísimos jóvenes
universitarios indios, que ven en su figura y filosofía las que
pueden fortalecer la voluntad para conseguir el triunfo, antes
en sus carreras de administración de empresa y después en los negocios, y el gurú de un capitalista que con
su casinos, business piramidales, inmobiliaria y productora de contenidos para televisión, aspira a ser el
hombre más importante de la primera potencia del mundo, tal vez la segunda, también en eso cabe duda,
como ya lo consiguieron los financieros Silvio Berlusconi en Italia y Sebastián Piñera en Chile, los tres
envueltos en negocios similares donde construcciones, servicios financieros, medias y nuevas tecnologías
destacan un rol central de sus inversiones. Al parecer, la receta para lograr el poder político en los últimos
veinte, veinticinco años, es una riqueza estratosférica además del control de la comunicación o por lo menos
de una parte, en este último sentido, se puede entender la veneración por el Führer, su oratoria hipnotizaba a
las masas, pero, ahora, ya se consigue mucho más con el dono de la omnipresencia en la pantalla, que sea
cable o satélite da igual. No se puede no remarcar una doble paradoja, la primera es cómo el padre del
nacionalsocialismo que hice del estado un leviatán, particularmente en el sector económico, se transformó en
un ícono de muchos seguidores y algunos protagonistas de la derecha liberal, la segunda, es que el factor D,
el dinero, siempre presente en los acontecimientos políticos (campañas electorales, golpes de estado, guerras
sucias, estrategias de desestabilización) pasó de ser muleta de los profesionales políticos a socio hasta llegar
a ser dueño total, los golpes de estado ya no necesitan armas sino bonos basuras y burbujas inmobiliarias,
que sin derrocar las democracias las ponen bajo el mando de oligarcas ejerciendo el chantaje financiero, eso
permite aseverar que estamos en la época de la dictadura blanda y disfrazada, una tiranía que nunca pierde la
vigilancia y casi nunca el control, como en la novela orwelliana “1984.”
El papel ardiendo de las campañas electorales estadounidenses
La campaña para las elecciones presidenciales estadounidenses demuestra más de una vez que los asuntos
interiores y los exteriores están complicadamente entrelazados, el director Iñarritu podría darnos clases con
su abrumadora y elocuente Babel, de hecho, vivimos en un mundo, que a pesar de su vastedad, se achica
como papel ardiendo y donde utilizando las palabras de Victor Hugo “El dedo herido y vendado del quemado
vuelve otra vez al fuego.”
Quienes están trabajando desde el fondo de la alcantarilla para atizar una antigua, nueva guerra sucia, es
bastante difícil decirlo, los actores son múltiplos y se ponen a menudo capucha, así que quedando en lo
literario de Hugo, cuesta mucho detectar al Jean Valjean, a los señores Thénardier y al inspector Javert de
este relato, aun porque cambian a menudo de rol. Por lo que parece, la frontera se volvió caliente o
probablemente siempre se mantuvo encendida con una extraña atmósfera de calor preso, en la que el viento
asfixiante del desierto alimenta los fuegos bélicos que ni la arena ni la ceniza llegan a apagar. Hoy en día no
se entiende si la estrategia de Estados Unidos es seguir con el “Destino
Manifiesto” (Manifest Destiny) o desempolvar la inmarcesible “Doctrina
Monroe.” Las dos remontan al siglo diecinueve y son complementarias,
dado que la primera les atribuye a los yanquis el derecho para decirlo
con las palabras del periodista John L. O’Sullivan de “Extendernos por
todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el
desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un
derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus
capacidades y el crecimiento que tiene como destino”, posteriormente, fue el historiador William E. Weeks, a
establecer los principios indiscutibles del destino afirmando la virtud de las instituciones y los ciudadanos de
EE. UU., la misión para extender esas instituciones rehaciendo el mundo a imagen de los EE. UU., y por
último, la decisión de Dios de encomendar a los EE. UU. la consecución de esa misión. La acepción final es
muy similar a la del ministro puritano John Cotton, que ya en el 1630 escribía que cada nación tuviera el
derecho de conservar su tierra excepto cuando un designio especial del cielo, como el que tuvieron los
israelitas, daba a otra nación la misión de someterlos o expulsarlos con una guerra justa. La segunda doctrina
sintetizada en la frase “América para los americanos” ya lo dice todo, nacida para desalentar cualquier
intervención de estados europeos en el continente americano con el claro objetivo de defender sus confines,
se convirtió en algo totalmente diferente, en sustancia, hacer de América Latina el patio trasero de los
americanos del norte. Como superpotencia Los Estados Unidos juegan al ajedrez en muchos tableros y en lo
que es el jardín hace tiempo que unos perros no sólo se pusieron a ladrar contra el dueño de la finca sino
empezaron a morder, como en los años de la operación Cóndor, pues, no le quedó otra que iniciar la campaña
de vacunación antirrábica. Mirando con atención a la realidad política, con el oeste europeo y americano el
discurso se acabó o congeló, y los wasp (acrónimo en inglés de blanco, anglosajón y protestante) siguieron
como hombres mirando al sudeste, es aquí que se tropieza contra un hilo negro que une en una especie de
película de espionaje fantacientífico las intuiciones de Burroughs y la guerra contra los carteles criminales.
Al principio de este cuento absurdo tenemos tres aserciones, normas del narcotraficante aplicables a la
política, y una reflexión:
1. Nunca des por nada.
2. Nunca des más de lo que tienes que dar (tener al comprador
siempre hambriento y hacerle esperar siempre).
3. Recupera
siempre todo lo que te sea posible.
Alexei, en “El Jugador” de Dostoievski opina: “Por ridícula
que parezca mi gran confianza en los beneficios de la ruleta,
más ridícula aún es la opinión corriente de que es absurdo y
estúpido esperar nada del juego. ¿Y por qué el juego habrá de
ser peor que cualquier otro medio de procurarse dinero, por
ejemplo, el comercio? Una cosa es cierta: que de cada ciento
gana uno. Pero eso ¿a mí que me importa?”
Esas afirmaciones son el compendio y al mismo tiempo el
manual del esquema piramidal del monopolio, ¿Los altos mandos leyeron “El Pasto Nudo” o con el
asesoramiento de las corporaciones descubrieron como destruir un país con la droga y las apuestas? Decía
Andreotti que “al pensar mal de los otros se comete pecado pero a menudo se adivina.”
El negocio de las adicciones, droga, juego, apunta a ser la mayor de las esclavitudes humanas del siglo
veintiuno, y como en el Chicago de los años veinte mafia y poder se entrelazan.
En México no se mueve la hoja de un árbol sin los narcos, sin embargo, alguien apuesta fuerte.
Son situaciones extrañas las que pasan en México, en una nación donde los carteles criminales lo manejan
todo, el grupo Codere, español, es monopolista de los casinos y las salas de apuestas junto a la empresa local
Caliente, que pertenece a Jorge Hank Rhon, ex alcalde priista de la ciudad fronteriza de Tijuana, y a su hijo
Jorge Alberto Hank Inzunza. La multinacional que se creó explota en México 17 mil 414 terminales, 84 salas
de juegos, 73 puntos de apuestas y un hipódromo ubicado en la capital, con ingresos de 314,9 millones de
euros (cifras del 2014). Jorge Hank Rhon es hijo de aquel Carlos Hank González, de ascendencia alemana
(circunstancia que le impidió competir por la presidencia de la república aunque intentó cambiar la norma),
que fue líder del “Grupo Atlacomulco”, una agrupación de políticos dentro del PRI (Partido Revolucionario
Institucional), que al parecer actuaba, quizás todavía actúa, como una logia masónica o estructura oculta para
conquistar y preservar el poder de unas familias del estado de México. La leyenda cuenta que en 1940, doña
Francisca Castro Montiel, vidente del pueblo, reunió a los notables del grupo para profetizar, con voz de
ultratumba, que seis gobernadores saldrían de Atlacomulco y de ese grupo compacto, uno llegaría a la
Presidencia de la República. La maga lo acertó todo, además de Carlos Hank González, fueron cincos los
gobernadores del estado de México que nacieron en el aludido municipio: Isidro Fabela, Alfredo del Mazo
Vélez, Salvador Sánchez Colín, Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto, este último actual presidente de
la república. Lo que la vidente no pronosticó es que los Hank se han convertido en los reyes de los casinos en
México, y a partir del 1998 se han expandido hacia el mundo gracias a la fusión con la corporación española
Codere S.A., que gestiona casinos en Argentina (desde 1991), Brasil (desde 2005), Colombia (desde 1984),
Panamá (desde 2005) y Uruguay, además de España e Italia (2001). Una red tan ramificada como una
organización de células de
inteligencia, que sigue creciendo y
planificando nuevas adquisiciones a
pesar de una deuda del grupo
estimada en 1320 millones de euros
contra la que se está luchando desde
hace algunos años, y problemas con
lavado de dinero que llevaron al cierre de cinco salas de apuestas en México (2013, con resoluciones
judiciales denegando la posibilidad de reapertura emitidas en enero y febrero de 2015). Uno de los miembros
del consejo de administración de Codere S.A., en cualidad de consejero independiente, es Joseph Zappala,
que asumió el cargo en 2002 por primera vez hasta cesar del mismo en 2004, luego, fue nombrado otra vez
en 2005 conservando su posición de forma ininterrumpida y llegando a ser presidente del comité de auditoría
a partir de enero de 2015. Zappala es un republicano de Florida, multimillonario con ascendencia italiana,
que fue embajador de Estados Unidos en España durante la presidencia de George H. W. Bush (1989-1992),
es decir Bush senior, entonces, desencadenando polémicas por su falta de preparación diplomática y
conocimiento del castellano, una mala costumbre, empezada con Ronald Reagan, que en cambio de cooptar
profesionales expertos y de buen nivel pone al mando del cuerpo diplomático estadounidense a hombres de
negocio, produciendo una inconveniente politicización. El ex embajador ha sido a partir del 1979 uno de los
mayores partidarios de los republicanos en su tierra natal, Florida, llegando a recoger 25 millones de dólares
en donaciones en 1988. Sobre todo, es uno de los mejores amigos de los Bush, desde el principio fue aliado
de la dinastía petrolera de Tejas, antes con Bush senior (el 41° presidente de los Estados Unidos) al que le dio
una contribución personal de 100 mil dólares para su campaña electoral en la que trabajó con entusiasmo y
alacridad, a pesar de que la candidatura presidencial no tenía un gran apoyo en el partido, y luego con los
otros miembros de la familia, en particular con Jeb Bush, actual aspirante republicano a las presidenciales de
2016, ya gobernador, durante dos mandatos, en el mismo estado de Florida (1997-2007) que en 2001 se
encontró en el ojo de la tormenta política durante la competición entre George W. Bush, mejor conocido
como Bush junior, y Al Gore, de hecho, fueron los resultados del estado refugio de los disidentes cubanos a
entregarle una victoria por un puñado de votos, todavía contestada, al hermano mayor de Jeb. En aquel
tiempo también terminaron bajo lupa unos aparatos electrónicos de voto como las tragaperras y los
consensos electorales procedentes de las bases militares. Volviendo a Zappala, el empresario ha construido su
fortuna en el sector de los bienes raíces y las urbanizaciones, pero fue también presidente y cofundador en
1976, junto a Mel Sembler y su mujer Betty Schlesinger Sembler, de Straight Inc., la sociedad sin fines de
lucro que se ocupaba del tratamiento para la recuperación de los jóvenes drogadictos, operando hasta el 1993
cuando el Senado de Los Estados Unidos decidió revocarle la licencia a causa del escándalo y las
acusaciones que derrumbaron su reputación. La crónica notoria, comprometió diversos republicanos, ante
todo la primera dama Nancy Reagan y luego el presidente George Bush senior (1989-1993), ya
vicepresidente durante el doble mandato de Ronald Reagan, que habían respaldado su programa de
rehabilitación para una América libre de la droga, tiempo después, se descubrió que en las residencias
sanitarias de la sociedad se perpetraban abusos, violaciones y encima detenciones de menores no autorizadas.
Lo que salió a la luz era que dentro de Straight, Inc. se practicaba el método ya utilizado en “The Seed” un
programa de lavado de cerebro financiado por la NIDA, la Law Enforcement Assistance Agency (LEAA), y
con fondos de la municipalidad de San Petersburgo, también conocida como St. Pete, el contado de Pinellas
y el estado de Florida. Tal y como averiguó el senado estadounidense, el programa en cuestión remplazaba el
proyecto “MK Ultra” que a su vez era una herencia y re-proposición del control y reforma del pensamiento
(lavado mental) practicado a los prisioneros americanos durante la guerra de Corea por los soldados Norte
Coreanos. Llevado a cabo hasta el 1973 por la NSA, la CIA y otras organizaciones que se desconocen, dado
que en el mismo año el director de la CIA, Richard Helms, ordenó destruir todos los archivos sobre los
experimentos, sólo se acertó la peligrosidad y los escasos resultados conseguidos por un informe de “The
New York Times” que en 1974 desvelaba las metodologías ilícitas utilizadas durante la actividad y
seguidamente, en 1977, fue la comisión de inteligencia del senado americano que con testimonios y el
hallamiento de unas 20 mil páginas del programa misteriosamente aparecidas de la nada, pudo documentar
el uso de Lsd y otras sustancias psicotrópicas (alucinatorias o narcóticas) y la practica habitual de hipnosis,
privación sensorial, aislamiento y abusos verbales y sexuales. En Straight Inc. confluyeron diversos
miembros de “The Seed” que decidieron seguir con un controvertido programa de investigación médica,
psicocirugía (neurocirugía con el fin de tratar enfermedades mentales) y técnicas de modificación del
comportamiento, a pesar de ser cualificados como inexpertos y sin preparación científica adecuada por Don
Santarelli, jefe de la LEAA. Durante su funcionamiento se registraron numerosas denuncias que describían
como los pacientes, chavales de entre 13 y 20 años, algunos atrapados por solo fumar un porro en su vida,
soportaban un tratamiento muy complejo que no se dedicaba a la desintoxicación sino preveía suministro de
drogas, buscando drenar sus cabeza de las ideas y convicciones que contenían para sucesivamente llenarlas
con otras. Se comprobó con sentencias de condenas (Fred Collins vs Straight Inc, 1983) y muchos pacientes
declararon abiertamente, que torturas físicas y mentales, interrogatorios interminables, agotamiento mental,
intimidaciones, privación del sueño, ayuno coactivo, se ejercían de manera sistemática, y cuando su cerebro
llegaba a la pérdida de identidad hasta quedarse vació se les suministraba los nuevos conocimientos. La
coincidencia muy rara es que Straight Inc. comenzó su actividad el 22 de abril de 1976 en el mismo tiempo
en que George Bush senior operó como jefe de la CIA (desde enero de 1976 hasta enero de 1977) para
aplacar la polémica de los escándalos “Pike” (1975) y “MK ultra.”
No es extraño que un amigo de la élite política estadounidense esté enchufado en el juego de azar con un
fuerte arraigamiento en México, aun porque el mismo Joseph Zappala ya estaba metido en el negocio a partir
de los ochentas como dueño y presidente del Tucson Greyhound Park, un cinódromo de Arizona que sigue la
actividad bajo su mando (80% de la propiedad esta en sus manos) y el de su asociado Robert Consolo Junior
(Sociedad ZapCon, Inc.), no obstante algunos inconvenientes judiciales. En 2013, uno de sus
administradores, Jennifer M. Harger, dos criadores de galgos, Jessica M. Meyer y Tammy K. Worthen, y un
entrenador de perros, Willard James Eyler, fueron declarados culpables por uso de cocaína, marihuana y
opiáceos, al mismo tiempo que se presentaron varias denuncias de maltrato y dopaje animal por parte de
Grey2k, asociación que actúa a escala mundial para la abolición de las carreras de galgos. Además Zappala,
como consejero miembro del Comité de Auditoría de Codere S.A., ha sido condenado por la CNMV en
fecha 21 de enero 2015, junto a los consejeros Eugenio Vela Sastre, Juan José Zornoza Pérez y José Ramón
Romero Rodríguez, a pagar una multa de 10 mil euros por la comisión de una infracción muy grave
tipificada en el artículo 99, letra m, de la Ley 24/1988, de 28 de julio, consistente en la “remisión a la CNMV
y difusión de las cuentas anuales consolidadas del ejercicio 2012 con datos inexactos o no veraces”,
infracción atribuida a la misma compañía que deberá pagar una sanción por importe de 100 mil euros. No es
un importe que le puede dar miedo al presidente de la Joseph Zappala Investment, miembro del consejo de
administración de tres empresas farmacéuticas, la Care Plus Llc, Geopharma Inc. (Florida) y Drugmax Inc,
productora, entre otros fármacos, de antidepresivos como Cymbalta y Lexapro, y sobre todo miembro del
directivo de la International Thoroughbred Breeders, Inc, con sede legal en Wilmington, Delaware, una
sociedad que se ocupa del entretenimiento en los cruceros y de la gestión de barcos casinos como la Palm
Beach Princess, que presenta una sala de juego con 425 tragaperras, mesas de blackjack y póquer, ruleta y
otras actividades de azar que sin embargo no aparece en la declaración de las participaciones y cargos de los
miembros del consejo de administración de Codere en otras sociedades análogas del informe de gestión
consolidado del ejercicio 2014. Otra coincidencia es que Mel Sembler, titular de una empresa para el
desarrollo de centros comerciales, directivo bancario durante décadas y socio de Zappala en la cuestionada
Straight Inc., ha sido también embajador, antes en Australia (1989-1993) nombrado por George Bush padre,
luego en Italia, designado por George Bush hijo a partir del 2001, el mismo año en que Codere S.A.
comenzaba su actividad en el mercado italiano del juego de azar con Operbingo para la explotación de salas
de bingo. Mel Sembler, judío miembro de la Republican Jewish Coalition, de la George Bush Presidential
Library Foundation y ex presidente de la Drug Free America Foundation, ha sido, desde el 1979, igual que
Zappala, un importante recogedor de financiaciones del partido republicano después de una breve paréntesis
con los demócratas, con un papel fundamental en la campaña presidencial de Bush padre, siendo parte de la
que fue definida la camarilla de Florida, ahora parece que otra camarilla, más poderosa y de inspiración
alemana, pero siempre cerca de la familia Bush, está a punto de tomar el control total de Codere S.A, si todo
sigue como planeado el Grupo Blackstone se pondrá al mando en cuanto termine el proceso de
reestructuración de la deuda.