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Jorge Dargel

Chapeau, Nadal y Federer

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Actualmente, los aficionados españoles somos unos afortunados por poder disfrutar de uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, Rafa Nadal. Además, de ser nuestro mejor tenista en la historia y a pesar de su juventud, tiene todas las papeletas para romper todos los registros de este deporte.

El último gran título conseguido por el manacorí ha sido el Open de Australia, donde derrotó en la final a Roger Federer, como sucedió en la última edición del Wimbledon. De este modo, a Nadal ya sólo le queda ganar el Open de USA para tener todos los trofeos del Grand Slam. Pocos pueden decir ya que el español es sólo un ganador en tierra batida. Es verdad que esta superficie le viene mejor, pero Rafa es un ganador nato y es capaz de sobreponerse a la pista que le toque.

Si las lesiones le respetan, esta temporada seguirá siendo el número 1 de la ATP y seguramente, el título de Roland Garros vaya de nuevo a las vitrinas de su museo particular. Wimblendon y el Open de USA son otro cantar, pero creo que nadie descartará al ‘bueno’ de Nadal para estos torneos. Es una ardua tarea lograr todos los Grand Slams en un mismo año, pero si hay actualmente un tenista capaz de conseguirlo, éste es el español.

La figura de Nadal sigue aumentando, no sólo por su constantes éxitos, sino porque además de ser un genio del tenis, es una gran persona. Aún no he oído una sola mala palabra sobre él, ni siquiera de sus contrarios tras caer derrotados. Que si tarda mucho en sacar, que si se coloca el calzón constantemente, que si grita demasiado, pero poco más. Cada tenista tiene sus manías y Rafa, como humano, aunque a veces no parezca terrenal, también las tiene. Federer, al que le tiene comida la moral, ha sido el ejemplo más claro de lo que hablo. Hay formas de ganar, pero Nadal en la final del Open de Australia, mostró un alarde de caballerosidad y humildad impropia de la edad que tiene.

Está claro que el tenis es un deporte donde la técnica y el físico comparten un importante protagonismo como el aspecto psíquico. Y Nadal lo tiene todo. Su fortaleza mental es su mejor golpe y a pesar de soportar cuatro o cinco horas de partido, mantiene la cabeza fresca como pocos. Esto hace que logre puntos inimaginables cuando el cansancio se antepone a todo. Federer mucho tiene que trabajar este aspecto si quiere vencer a Rafa en futuros compromisos. A día de hoy, el número 1 puede estar tranquilo.

Por otro lado, nadie puede discutir la señoría de Federer, probablemente el mejor jugador del mundo actualmente si no estuviese Nadal. El suizo no pudo igualar la marca de 14 Grand Slams de Sampras al perder con el español en Australia, pero esta vez no pudo aguantar y dejó su frialdad para mostrarnos que también es humano. Sus lágrimas de impotencia nos impactaron a todos, a Rafa al que más, que no dudó en consolar a Roger tras vencerle. Chapeau, Nadal, pero también, chapeau, Federer. Sois dos ejemplos de la excelencia de jugador de tenis y de buenos compañeros de profesión.

Chapeau, Nadal y Federer

Jorge Dargel
Jorge Dargel
sábado, 7 de febrero de 2009, 14:51 h (CET)
Actualmente, los aficionados españoles somos unos afortunados por poder disfrutar de uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, Rafa Nadal. Además, de ser nuestro mejor tenista en la historia y a pesar de su juventud, tiene todas las papeletas para romper todos los registros de este deporte.

El último gran título conseguido por el manacorí ha sido el Open de Australia, donde derrotó en la final a Roger Federer, como sucedió en la última edición del Wimbledon. De este modo, a Nadal ya sólo le queda ganar el Open de USA para tener todos los trofeos del Grand Slam. Pocos pueden decir ya que el español es sólo un ganador en tierra batida. Es verdad que esta superficie le viene mejor, pero Rafa es un ganador nato y es capaz de sobreponerse a la pista que le toque.

Si las lesiones le respetan, esta temporada seguirá siendo el número 1 de la ATP y seguramente, el título de Roland Garros vaya de nuevo a las vitrinas de su museo particular. Wimblendon y el Open de USA son otro cantar, pero creo que nadie descartará al ‘bueno’ de Nadal para estos torneos. Es una ardua tarea lograr todos los Grand Slams en un mismo año, pero si hay actualmente un tenista capaz de conseguirlo, éste es el español.

La figura de Nadal sigue aumentando, no sólo por su constantes éxitos, sino porque además de ser un genio del tenis, es una gran persona. Aún no he oído una sola mala palabra sobre él, ni siquiera de sus contrarios tras caer derrotados. Que si tarda mucho en sacar, que si se coloca el calzón constantemente, que si grita demasiado, pero poco más. Cada tenista tiene sus manías y Rafa, como humano, aunque a veces no parezca terrenal, también las tiene. Federer, al que le tiene comida la moral, ha sido el ejemplo más claro de lo que hablo. Hay formas de ganar, pero Nadal en la final del Open de Australia, mostró un alarde de caballerosidad y humildad impropia de la edad que tiene.

Está claro que el tenis es un deporte donde la técnica y el físico comparten un importante protagonismo como el aspecto psíquico. Y Nadal lo tiene todo. Su fortaleza mental es su mejor golpe y a pesar de soportar cuatro o cinco horas de partido, mantiene la cabeza fresca como pocos. Esto hace que logre puntos inimaginables cuando el cansancio se antepone a todo. Federer mucho tiene que trabajar este aspecto si quiere vencer a Rafa en futuros compromisos. A día de hoy, el número 1 puede estar tranquilo.

Por otro lado, nadie puede discutir la señoría de Federer, probablemente el mejor jugador del mundo actualmente si no estuviese Nadal. El suizo no pudo igualar la marca de 14 Grand Slams de Sampras al perder con el español en Australia, pero esta vez no pudo aguantar y dejó su frialdad para mostrarnos que también es humano. Sus lágrimas de impotencia nos impactaron a todos, a Rafa al que más, que no dudó en consolar a Roger tras vencerle. Chapeau, Nadal, pero también, chapeau, Federer. Sois dos ejemplos de la excelencia de jugador de tenis y de buenos compañeros de profesión.

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