El Mundial de balonmano, que se está disputando en Croacia, pasará a la historia para nuestro país, pero no como un éxito como en Túnez en 2005, sino por conseguir el peor registro desde 1972 en un campeonato. Muchos ya vaticinamos que el torneo no empezaba bien con la lista que había llevado Valero Rivera. Pues no nos equivocamos... Lo que comenzó mal, concluyó peor.

Lo más preocupante de todo no ha sido las derrotas contra Suecia, Croacia o Corea del Sur. Lo más negativo ha sido la imagen ofrecida por la selección española. Un equipo sin carácter, sin agresividad y sin pies ni cabeza. Un entrenador, que ante las adversidades, ni era incapaz de reaccionar él mismo ni al cojunto. Y así, poco se puede hacer, aunque tengas buenos jugadores, como éste es el caso. Es verdad que apenas Valero Rivera ha tenido tiempo para preparar el Mundial, es verdad que el combinado nacional sólo ha tenido una semana de preparación, es verdad que estamos en una etapa de regeneración, pero lo que también es verdad, que quedar apeados en la primera fase de cualquier torneo, es intolerable y un fracaso absoluto para el balonmano español.

Ya no me voy a acordar de los que podían o debían haber ido a Croacia. Me centro en el juego que ha ofrecido España en este Mundial. Ni se ha defendido ni se ha atacado, nada de nada. No se puede sacar nada positivo y sí nos llevamos muchas conclusiones negativas. A Valero le queda mucho que trabajar, en todos los aspectos, desde la propia sistemática como la imagen. Esa prometedora defensa 5-1 tuvo que cambiarse a un 6-0, pero siguió haciendo aguas. Respecto al juego ofensivo, más de lo mismo. Hemos sido incapaces de superar defensas abiertas o cerradas, no sólo por el buen hacer de los rivales, sino por nuesta inoperancia en ataque. La circulación del balón ha sido irrisoria, sin apenas llegar balones a los extremos, las pérdidas de balón han sido incalculables y los lanzamientos fallados son dignos de estudio.

Así que ahora toca ver a las selecciones 'buenas' por la televisión y disfrutar de buen balonmano, porque con España este Mundial es para olvidar. Sin embargo, confío en esta selección para un futuro no muy lejano. A pesar de este proceso de regeneración, los que vienen, lo hacen pisando muy fuerte en sus respectivos clubes, aunque en este Mundial algunos no hayan ofrecido su mejor versión. No debemos ni podemos centrar todas las iras y las críticas sobre los nuevos o los más jóvenes. Lo peor ha sido que algunos de los veteranos, como 'Don' David Barrufet, se vayan por la puerta de atrás con este rotundo fracaso.