El Open de Australia abre la temporada tenística en cuanto a “gran slam” se refiere. Es una fecha complicada, y engañosa, porque hay quien comienza muy fuerte y se acaba deshinchando al final de temporada, y quien no da la talla en territorio aussie, y acaba como un ciclón el campeonato. Pero este año, nos estamos encontrando con un caso magnífico.
Los mejores tenistas del planeta están ofreciendo su mejor versión en las pistas australianas, dejando el listón del campeonato muy alto. El actual campeón, Novak Djokovic, cedió ante la dureza del calor y la insistencia de un gran Roddick que medirá a Federer en semifinales. En ese mismo lado del cuadro, encontramos al gigante Del Potro, que fue borrado de la pista por el ciclón Federer que quiere recuperar su trono en 2009, y no permitirá más fallos.
En el otro lado del cuadro, encontramos a un poderoso Rafa Nadal, que aún no ha cedido un solo set, en su inmaculado campeonato, mientras que el favorito en las apuestas, Andy Murray se vio superado por un fantástico y sorprendente Fernando Verdasco, que se ha convertido en la revelación del torneo, plantándose en semifinales, donde le espera el número uno del mundo.
El mejor tenis del momento, se encuentra en las semifinales de Australia, con dos grandísimos partidos. Se prevé una final por todo lo alto, entre los dioses Nadal y Federer, elegancia y perseverancia, se volverían a enfrentar en una final, tras la mítica de Wimbledon, donde comenzó el declive del suizo, y la llegada al trono de Rafa. Pero Verdasco, y Roddick llegan en un buen momento, y este torneo siempre depara sorpresas. No sabemos quién ganará, confiamos en Rafa, pero lo que es seguro es que el tenis mundial ha salido muy reforzado, tras el nivel de juego exhibido en el Open de Australia.