En una nota publicada en el diario argelino “Al Khabar” con el título “Majestad ojalá nos adoptaras” el periodista argelino Saad Bouaqba pide al rey Mohammed VI de Marruecos ayuda para Argelia.

En su artículo de opinión, el periodista de este diario, uno de los más leídos de Argelia y editado en tres idiomas, implora al rey de Marruecos que contribuya a lograr que su país se suba al tren del desarrollo como lo ha hecho el Reino vecino.

Recuerda Bouaqba que “Escribí aquí mismo, hace 20 años, una crónica con el titulo ‘Acéptanos, Majestad’, en la que expresaba la decepción con el régimen argelino, entonces bajo el yugo de un implacable embargo internacional a causa de la guerra civil en Argelia”.

Mientras Argelia sufría los sinsabores derivados de su rumbo político, Hassan II de Marruecos negociaba con Europa proyectos a largo plazo que significaron provechosos intercambios comerciales que hicieron avanzar a Marruecos a paso de vencedores.

El periodista se lamenta que Marruecos, “un país sin petróleo ni gas”, haya logrado merced a la visión política de sus líderes, edificar fábricas de automóviles con inversión europea y asiática, donde se producen decenas de miles de vehículos que satisfacen el mercado local y exportan excedentes, generando empleo para decenas de miles de trabajadores marroquíes.

En contrapartida, precisa el cronista argelino “Bouteflika y compañía han congelado el proyecto “Desertec” que les ha propuesto Alemania para producir energía alternativa.

Paralelamente, Marruecos realiza un mega proyecto solar en una región donde se encontraba una gigantesca prisión que ya no es necesaria en un país que ha superado desigualdades y tensiones sociales a través de un permanente progreso moral y material. Entretanto, en Argelia, dice el periodista argelino, “cárceles que constituyen símbolos un siniestro pasado, de una triste memoria, siguen siendo lo que siempre fueron”.

Lamenta también que mientras Argelia siga ensimismada, Marruecos avance hacia un estatuto privilegiado de circulación de personas y mercancías con la Unión Europea, y se muestre tolerante con su propia oposición y no le impida cruzar hacia Argelia para pedir la reapertura de la frontera entre ambos países.

Varias otras voces auguran el fin del conflicto argelino-marroquí del Sáhara Occidental, donde un grupo inspirado, sufragado y financiado por Argelia realiza reclamos inaceptables solo para perturbar a Marruecos.

No hace mucho la presidenta del partido argelino de los trabajadores , Louisa Hanoune, oponente al régimen argelino actual, expresó en una entrevista su absoluto apoyo a la integridad territorial de Marruecos, incluyendo el Sáhara Occidental. Louisa es la segunda líder política de primera línea en tomar esta posición, después de Amar Saadani, el Secretario General del Partido de Liberación Nacional, (partido del Presidente Abdelaziz Bouteflika), quién había declarado que “Los argelinos deben concentrarse sobre Argelia en primer lugar, en segundo lugar y en tercer lugar” y que el problema del Sáhara debe ser resuelto por la comunidad internacional y no por Argelia.

Hanoune consideró que “Algunos políticos argelinos están madurando y empiezan a entender los riesgos de la posición actual del gobierno argelino en cuanto al Sahara”, dando a saber que ha crecido el apoyo a la integridad del territorio marroquí.

Esta visión se basa en el objetivo común de restablecer la seguridad y estabilidad en la región, más aún teniendo en cuenta que Argelia no se encuentra fuera del alcance de la amenaza terrorista, y el separatismo podría contribuir al debilitamiento ante ese flagelo.

Dice el historiador francés Bernard Lugan que Argelia padece con respecto a Marruecos un sentimiento muy cercano a la envidia. Cita como motivos a la envidiable fachada Atlántica marroquí, y a la raigambre histórica del Reino, de la que carece Argelia al punto que muchos consideran este país una simple invención del general De Gaulle.

La carta de Saad Bouaqba al rey Mohammed VI es la mejor confirmación que se conoce al respecto.