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Enrique Salvatierra

De esperpento en esperpento

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El caos vuelve a cercar al madridismo, aunque seamos francos. La inestabilidad en la que cayó el club tras la marcha de Florentino Pérez, nunca llegó a recuperarse. Es cierto que se ganaron dos ligas, la primera de ellas gracias a la enorme fe de la plantilla, pero en la cúpula blanca, la cosa seguía sin cuajar.

Ramón Calderón, sustituyó a Florentino, en un ambiente lleno de polémica. El voto por correo infectó unas elecciones que debieron repetirse, porque legalmente no, pero sentimentalmente quedaron invalidadas en el sentir del madridismo. Las cosas seguían haciéndose mal, y nadie ponía remedios, solo parches, que tarde o temprano acabarían cediendo. Tan solo el coraje de los jugadores, mantenía en pie a una institución que lleva más de 3 años haciendo el ridículo públicamente.

Pero Calderón prefirió seguir viviendo en su mentira, agasajado por aduladores y coartado por dos títulos ligueros, que sin despreciar el mérito blanco, fue por abandono del contrario, más que por KO madridista. Y mientras, seguían las promesas incumplidas, que colmaban la paciencia de un madridismo cansado de mentiras, que empezó a anhelar lo que un día acabó despreciando.

Florentino se convirtió de nuevo en el salvador de la esperanza blanca. Para muchos, solo en él reside la posibilidad de devolver al Real Madrid esa grandeza que por historia le pertenece, porque ya está de bien de ir de esperpento en esperpento, ya va siendo hora de que alguien haga una buena tirada, y caiga en la casilla correcta.

De esperpento en esperpento

Enrique Salvatierra
Enrique Salvatierra
viernes, 23 de enero de 2009, 07:29 h (CET)
El caos vuelve a cercar al madridismo, aunque seamos francos. La inestabilidad en la que cayó el club tras la marcha de Florentino Pérez, nunca llegó a recuperarse. Es cierto que se ganaron dos ligas, la primera de ellas gracias a la enorme fe de la plantilla, pero en la cúpula blanca, la cosa seguía sin cuajar.

Ramón Calderón, sustituyó a Florentino, en un ambiente lleno de polémica. El voto por correo infectó unas elecciones que debieron repetirse, porque legalmente no, pero sentimentalmente quedaron invalidadas en el sentir del madridismo. Las cosas seguían haciéndose mal, y nadie ponía remedios, solo parches, que tarde o temprano acabarían cediendo. Tan solo el coraje de los jugadores, mantenía en pie a una institución que lleva más de 3 años haciendo el ridículo públicamente.

Pero Calderón prefirió seguir viviendo en su mentira, agasajado por aduladores y coartado por dos títulos ligueros, que sin despreciar el mérito blanco, fue por abandono del contrario, más que por KO madridista. Y mientras, seguían las promesas incumplidas, que colmaban la paciencia de un madridismo cansado de mentiras, que empezó a anhelar lo que un día acabó despreciando.

Florentino se convirtió de nuevo en el salvador de la esperanza blanca. Para muchos, solo en él reside la posibilidad de devolver al Real Madrid esa grandeza que por historia le pertenece, porque ya está de bien de ir de esperpento en esperpento, ya va siendo hora de que alguien haga una buena tirada, y caiga en la casilla correcta.

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