No creemos procedente que haya que cambiar de lugar a “Podemos” en el Parlamento. Así lo cree la Mesa y es legítimo. Ya se sabe aquello de que los últimos en llegar no tienen por qué escoger asientos. Están perfectamente distribuidos y el asunto no requiere más tratamiento al respecto. Hay temas mucho más importantes que tratar y resolver.

Lo de la reubicación suena a chiste porque detrás de “Podemos” lo pedirán los nacionalistas, los independentistas, los comunistas del niño Jesús,… Cuando a alguien se le mueve, hay otros que se tienen que mover. Lo que pretende “Podemos” es reubicarse donde se vean bien las pancartas y las algaradas, pero eso ya no cuela. Ni siquiera las algaradas y los escraches están de moda; además, ahora son casta: se reparten sillones, mienten con los sueldos, se acogen a sueldazos, dicen renunciar a lo que ya no existe, ahorran más de lo que ingresan,…

Nos parece correcto que el grupo socialista asegurase el otro día que un cambio de postura iba a ser “muy difícil”. El “gallinero” es un buen lugar para dormitar, sobre todo si siguen la línea de sus concejales en algunos ayuntamientos, donde dibujan y sestean mientras se debaten asuntos de interés para la ciudadanía. Estaría de ver que Ciudadanos y PP apoyaran lo que ya está cerrado. Claro que, con esta clase política, incapaz de dialogar y de ponerse de acuerdo, se puede esperar cualquier cosa.

“Podemos” persigue, entre otros intereses, colocar a ERC al lado de Ciudadanos. De esa forma estarían juntos los diputados de Podemos y su líder estaría en primera fila; es una buena baza para hacerse notar en los ‘circos’ posibles que decidan montar, como cuando el caso del postureo del bebé de Bescansa; por cierto, criticado hasta por muchos de sus propios compañeros y enfocado con dureza por la prensa europea.

Independientemente del cambio de ubicación, ya va siendo hora de empezar a trabajar. Y de trabajar en serio. Desde la constitución de las Cortes no se ve movimiento. Las propuestas existentes deben empezar a debatirse sin más. No se puede perder más tiempo, sobre todo con las que aluden a la unidad de España, dadas las acciones y pretensiones del Gobierno catalán. En ambos casos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se van a ‘retratar’, aunque dada la incompetencia demostrada hasta ahora, creo que ya se han retratado sobremanera.

Lo sorprendente es eso que “Podemos” llama ley de emergencia social. No solo lo han presentado con un importante defecto de forma sino que ni siquiera tiene una memoria económica digna, estudiada y valorada. Algunos han debido de pensar que en el Parlamento español se hacen las cosas como en el asamblearismo comunista.