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Manolo Monfort

¿Ha vuelto el súper dépor?

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Arsenio Iglesias lo creó y le mostró el camino de la gloria. Irureta lo heredó y consiguió insuflarle todavía más grandeza. Y ahora Miguel Ángel Lotina, sin hacer mucho ruido, amenaza con montar una nueva versión.

¿Acaso alguien no recuerda aquel Deportivo del “Bruixo do Arteixo”? Un equipo modesto en aquel entonces que se convirtió en un grande y que a la postre peleó codo con codo con los todopoderosos. ¿Fue esto un milagro? Podría parecerlo, pero realmente no lo fue. En este sentido, la justificación a tal crecimiento se encuentra bajo la responsabilidad de los llamados “culpables”.

El primer culpable es el presidente. Augusto César Lendoiro fichó a dos “desconocidos” llamados Mauro Silva y Bebeto, que se convirtieron en santo y seña empañando de gloria todas las tardes de domingo. Gran acierto del presidente estos dos fichajes que unidos a Fran, Claudio, Voro, Nando, Liaño, Djukic y Aldana formaron un equipo muy compacto. El otro culpable fue Arsenio Iglesias que enlazó magistralmente todas las piezas de las que disponía en su insustituible 5-3-2.

Años más tarde el Deportivo ya no era un modesto. Había firmado la Copa del Rey y la Supercopa de España. En la retina queda aquella espina clavada por aquel fatídico penalty fallado por Djukic en el último minuto, que bien hubiera significado una Liga. Pero, ya nadie veía al Deportivo de la Coruña como un equipo del montón, se hacía respetar y cada cual que visitaba Riazor lo hacía con la luz de la precaución encendida.

Irureta cogió la formula de Arsenio y le introdujo nuevos ingredientes con el fin de perfeccionar el producto. Y el resultado fue muy satisfactorio. Mismamente, de nuevo Lendoiro tiró de billetera para traer buen material: Sergio, Turu Flores, Pauleta, Makaay, Diego Tristán, Luque, Naybet, Capdevila, Manuel Pablo, Valerón…

Irureta, siempre fiel a su 4-2-3-1, hizo un perfecto encaje de bolillos, pero su gran mérito fue la exitosa implantación de las rotaciones. Cabe recordar que entre finales de los noventa y a principios del nuevo milenio el no tener un equipo fijo estaba mal visto, pero Jabo fue un adelantado a su época. Los grandes frutos fueron una liga y aquella Copa del Rey del Centenariazo. Y además que la gloria aún pudo ser superior, pero se quedó a las puertas de esta. La culpa la tuvieron aquellas malditas semifinales de Champions en las que se cayó por la mínima ante el Oporto.

En la actualidad cuenta con muy pocos recursos económicos para fichar y es que la deuda que arrastra consigo lo merma considerablemente a la hora de conseguir grandes adquisiciones. Por ello, la nueva premisa aplicada es la de traer promesas del mañana a precio de coste.

Esta apuesta no salió del todo bien en sus primeras andadas, pero en este curso se están obteniendo los frutos que se plantaron en su día. En este caso están Lafita y Verdú, jugadores que han explotado está temporada, convirtiéndose en fijos en los esquemas de Miguel Ángel Lotina. Precisamente, este último ha conseguido formar un grupo compacto, correoso y duro de roer y no es que lo haya tenido fácil.

No en vano, el mal inicio de temporada no hacía presagiar un buen horizonte, pero en las últimas fechas el grupo ha cogido el vuelo asentándose en la sexta plaza de la liga. Además, que también ha conseguido sobrevivir a las exigencias del calendario, siendo uno de los equipos que más partidos ha disputado contando Liga, Copa del Rey y Copa de la UEFA, estando vivo en todas ellas. Así pues, ¿creen que el Super Depor está de vuelta? Puede creerse así, pero tengo ciertas dudas de que los Guardado, Verdú, Sergio, Valerón y Riki mantengan este buen nivel.

¿Ha vuelto el súper dépor?

Manolo Monfort
Manuel Monfort
viernes, 9 de enero de 2009, 05:46 h (CET)
Arsenio Iglesias lo creó y le mostró el camino de la gloria. Irureta lo heredó y consiguió insuflarle todavía más grandeza. Y ahora Miguel Ángel Lotina, sin hacer mucho ruido, amenaza con montar una nueva versión.

¿Acaso alguien no recuerda aquel Deportivo del “Bruixo do Arteixo”? Un equipo modesto en aquel entonces que se convirtió en un grande y que a la postre peleó codo con codo con los todopoderosos. ¿Fue esto un milagro? Podría parecerlo, pero realmente no lo fue. En este sentido, la justificación a tal crecimiento se encuentra bajo la responsabilidad de los llamados “culpables”.

El primer culpable es el presidente. Augusto César Lendoiro fichó a dos “desconocidos” llamados Mauro Silva y Bebeto, que se convirtieron en santo y seña empañando de gloria todas las tardes de domingo. Gran acierto del presidente estos dos fichajes que unidos a Fran, Claudio, Voro, Nando, Liaño, Djukic y Aldana formaron un equipo muy compacto. El otro culpable fue Arsenio Iglesias que enlazó magistralmente todas las piezas de las que disponía en su insustituible 5-3-2.

Años más tarde el Deportivo ya no era un modesto. Había firmado la Copa del Rey y la Supercopa de España. En la retina queda aquella espina clavada por aquel fatídico penalty fallado por Djukic en el último minuto, que bien hubiera significado una Liga. Pero, ya nadie veía al Deportivo de la Coruña como un equipo del montón, se hacía respetar y cada cual que visitaba Riazor lo hacía con la luz de la precaución encendida.

Irureta cogió la formula de Arsenio y le introdujo nuevos ingredientes con el fin de perfeccionar el producto. Y el resultado fue muy satisfactorio. Mismamente, de nuevo Lendoiro tiró de billetera para traer buen material: Sergio, Turu Flores, Pauleta, Makaay, Diego Tristán, Luque, Naybet, Capdevila, Manuel Pablo, Valerón…

Irureta, siempre fiel a su 4-2-3-1, hizo un perfecto encaje de bolillos, pero su gran mérito fue la exitosa implantación de las rotaciones. Cabe recordar que entre finales de los noventa y a principios del nuevo milenio el no tener un equipo fijo estaba mal visto, pero Jabo fue un adelantado a su época. Los grandes frutos fueron una liga y aquella Copa del Rey del Centenariazo. Y además que la gloria aún pudo ser superior, pero se quedó a las puertas de esta. La culpa la tuvieron aquellas malditas semifinales de Champions en las que se cayó por la mínima ante el Oporto.

En la actualidad cuenta con muy pocos recursos económicos para fichar y es que la deuda que arrastra consigo lo merma considerablemente a la hora de conseguir grandes adquisiciones. Por ello, la nueva premisa aplicada es la de traer promesas del mañana a precio de coste.

Esta apuesta no salió del todo bien en sus primeras andadas, pero en este curso se están obteniendo los frutos que se plantaron en su día. En este caso están Lafita y Verdú, jugadores que han explotado está temporada, convirtiéndose en fijos en los esquemas de Miguel Ángel Lotina. Precisamente, este último ha conseguido formar un grupo compacto, correoso y duro de roer y no es que lo haya tenido fácil.

No en vano, el mal inicio de temporada no hacía presagiar un buen horizonte, pero en las últimas fechas el grupo ha cogido el vuelo asentándose en la sexta plaza de la liga. Además, que también ha conseguido sobrevivir a las exigencias del calendario, siendo uno de los equipos que más partidos ha disputado contando Liga, Copa del Rey y Copa de la UEFA, estando vivo en todas ellas. Así pues, ¿creen que el Super Depor está de vuelta? Puede creerse así, pero tengo ciertas dudas de que los Guardado, Verdú, Sergio, Valerón y Riki mantengan este buen nivel.

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