Es propio de los abuelos considerar a su nietos los “más listos del mundo”. Es posible, pero en el caso que se relata no es así, al menos esa es la conclusión de sentido común del propio abuelo que vino a contarlo hasta el lugar donde hacía guardia este columnista la víspera de la noche de Reyes oteando, como siempre, el aturdido panorama nacional. De tanto sentido común era el relato, que se caía por su propio peso, es decir, por acción de la gravedad, como dice Alejandro Castro Cantarero que así se llama el mencionado abuelo, natural de Sacedón, ebanista exquisito, residente en Vallecas, y gran hincha del Rayo, a cuyos aledaños se fue a vivir.
Su nieta Susanita, en una de las pasadas reuniones familiares navideñas le preguntó que si tenía “dirección electrónica”, a lo que respondió que sí, y quedaron en comunicarse por ese medio. La madre al oír la conversación dijo que con motivo de haber cumplido los diez años, le había regalado una dirección electrónica. A los pocos días, siguió contando Alejandro, recibió el primer correo de su nieta, que es una de las mayores de los veinticinco nietos que tiene. –“Es muy guapa”, decía, riendo. -“Pero, qué voy a decir yo, je, je, je...” Lo cierto es que le hizo ilusión, era el primer correo que recibía de un nieto en su vida, y sin faltas de ortografía. Le contestó diciendo que muchas gracias porque era el primer correo que llegaba en el año, y que aprovechaba para felicitarle el Año Nuevo y que lo hiciera de su parte a sus padres, a sus hermanas, y a Daysi, la paraguaya que les cuida.
- “Me contestó enseguida, respondiendo que también era el primero que recibía, y que muchas gracias. ¡Es un encanto!”.
Al día siguiente le llegó otro correo con un PPS a favor de la amistad que se ve que a la niña le había gustado. Y el abuelo se puso a rebuscar en su archivo cuál de los que tenía le podía ir a la niña, y no daba con ninguno, porque, casualmente, los que se guardan más bien no suelen ser “aptos para todos los públicos”. Al poco, encontró uno que le pareció adecuado para salir del compromiso, aunque después de enviarlo le quedó la duda, pero lo cierto es que no tenía mucho donde elegir “para niños”
Se trataba de uno que había llegado con una foto de un señor en bañador bajo una sombrilla en Benidorm, medio dormido, y con un extraordinario parecido a Franco en los últimos años de su vida. Venía con el asunto de, “NO HA MUERTO!!!!”, a lo que Alejandro añadió de que se lo enseñase a sus padres para que se riesen un poco. Me aseguró que el parecido era notable.
Pero, aquí viene lo interesante; los correos que se cruzaron entre nieta y abuelo; decían lo siguiente:
Abuelo: - Para que se lo enseñes a tus padres.
Nieta: - Quien a muerto? mamá dice que se parece mucho a Franco, la foto que me has enviado.
Nieta: - Me da mucha pena oír o leer que alguien ha muerto, pero, ¿QUIÉN ES ESE TAL FRANCO?
Alejandro, naturalmente, no afirma que su nieta sea una de las más listas del mundo, pero sí, una de las más guapas y está en su derecho, y que tiene más sentido común que “un tal Garzón”, salta a la vista. En fin, vivir para ver... Lo dicho, oligofrenia, según el diccionario de uso del español de María Moliner significa: («OLIGO-, FREN-». La R. A. ha acordado recientemente su inclusión en el D. R. A. E.) Desarrollo mental defectuoso, generalmente de carácter congénito. Se describen distintas modalidades; las principales, la idiocia o idiotez, la imbecilidad y la debilidad, deficiencia o retraso mental, en las cuales la mente está respectivamente detenida en el desarrollo correspondiente a los tres, los siete y los doce años.