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El líder levantó la cabeza y observó a su gente. Se desparramaban en cuatro o cinco filas que gracias a una disposición brillante daban al recinto la sensación de abarrotado. Y estaban todos. Desde los primeros espadas que cuchicheaban entre sí, hasta los que purgaban sus pecados en los últimos asientos, pasando por los candidatables que no querían que se les notara mucho y disimulaban hasta el punto que daba la impresión de que aún no hubieran llegado. Ahí estaban todos, y todos le cabían en una mano, y su dedo índice era el puente que comunicaba con la tierra prometida, o el indicador de dirección prohibida. Había algo entre gozoso y perverso en el cosquilleo suave propio de esta sobredosis de mando, algo que reverberaba en el ambiente como lo haría una respiración profunda cerca de un micro. A su izquierda alguien tosió, como suave aviso, y eso le hizo volver a mirar sus papeles. Cuando se decidió a exponer el primer punto del día y como en las anteriores quince ocasiones, le interrumpió una ovación que habría llegado en mejor momento si no le hubiera dado por mirarse tanto rato el ombligo.
Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.
Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.
Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.
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