La información oficial del Ministerio de Economía y Hacienda dice que el Vicepresidente segundo y Ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha remitido a las Comunidades Autónomas la propuesta del Gobierno para la reforma del sistema de financiación autonómica. Esta propuesta busca el consenso y se ha elaborado después de un intenso proceso negociador, en el que se han celebrado más de 70 reuniones, y que ha culminado con la ronda de reuniones del Presidente del Gobierno con Presidentes de las Comunidades Autónomas.
Se trata de una leve puntualización de lo publicado el pasado mes de julio que se contiene en cuatro puntales básicos:
1. Mejorar la financiación de los servicios del Estado del bienestar –habría que definir bienestar– que reciben los ciudadanos porque incorpora recursos adicionales que aportará el Estado; léase déficit público.
2. Que todos los ciudadanos independientemente de la comunidad en la que vivan, recibirán iguales prestaciones.
3. Dotar de mayor autonomía financiera a las comunidades autónomas. Lo que no significa forzosamente, darles más dinero.
4. Reducir las diferencias actuales en la financiación per cápita entre las distintas comunidades autónomas.
Que dicho con las palabras del propio ministerio es así: El nuevo sistema de financiación autonómica girará en torno a cuatro ejes: el incremento de la equidad y la suficiencia en la financiación del conjunto de las competencias transferidas a las CCAA; el refuerzo de las prestaciones del Estado del bienestar; el aumento de la autonomía financiera y la corresponsabilidad fiscal de las CCAA y la mejora de la dinámica y la estabilidad del sistema y de su capacidad de ajuste a las necesidades de los ciudadanos.
Parece una adivinanza. Y ciertamente lo es, porque nadie sabe lo que de verdad esconde la propuesta.
Y se crean una serie de fondos de pomposo nombre y veremos qué contenido. Así, se creará un Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales que garantizará igual financiación por habitante ajustado. No se sabe ajustado a qué exactamente; habrá que esperar para saberlo.
El sistema tendrá, además, un Fondo de Suficiencia Global, que financiará el resto de competencias transferidas y su evolución irá ligada a la de los ingresos tributarios del Estado de cada comunidad autónoma.
Por último, el sistema contará con nuevos recursos para la constitución de los Fondos de Convergencia autonómica: un Fondo de Competitividad, para reducir las diferencias de financiación per capita e incentivar la autonomía, y la capacidad y el esfuerzo fiscal en todas y cada una de las CC.AA.; y un Fondo de Cooperación, para complementar al Sistema de Financiación en el fortalecimiento del Estado de Bienestar y cumplir con el objetivo último de convergencia en los niveles de vida de los ciudadanos con independencia de su lugar de residencia. Los recursos de este fondo se distribuirán entre las CCAA de menor riqueza relativa, de manera que cuenten con los instrumentos para alcanzar mayores niveles de desarrollo.
Parece que todo queda muy claro y meridiano. Pero la cuestión es que en la propuesta no figuran cifras que es lo que todos esperaban. Es como cuando a uno le presentan un presupuesto; lo primero es ir a la última página a mirar el importe total. Pues en la propuesta no hay importe.
Efectivamente, no lo hay porque no puede haberlo. Porque el gobierno no sabe qué importe ha de adjudicar a cada comunidad autónoma. Y si lo sabe se lo reserva, no vaya a ser cosa que alguna comunidad pida menos financiación de la que el gobierno estaría dispuesto a darle.
Decía ayer antes de conocer la propuesta Miquel Iceta, portavoz del PSC (el PSOE catalán) y ha repetido con idénticas palabras el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño: La música parece que suena bien. La letra nos gusta. Ahora sólo faltan las cifras…
Pues como no hay cifras, esperaremos a ver qué dicen hoy los que apoyaron tan calurosamente la ley de Presupuestos Generales del Estado para 2009 esperando la financiación como agua de mayo.
Y en Catalunya todos muy descontentos por el café para todos, pues “se ha perdido algo consustancial con el nuevo Estatuto que es la bilateralidad Catalunya – España” que es uno de los contenidos recurridos ante el Tribunal Constitucional, por inconstitucionalidad, pues aquí, ninguna comunidad es más que otra.
En definitiva, más de lo mismo. O sea nada. Vamos, que tampoco ZP es el cacique de Guatavita, que hizo crecer y fortalecerse El Dorado. Hasta el año que viene.