Si alguno de los “tres o cuatro” lectores de esta frívola columneja es mal pensado y ha confundido el entrecomillado del titular con los aditamentos distintivos del género masculino, está equivocado, porque con ello no lleva intención alguna; así que, sigan leyendo y entenderán la razón de la oportunidad de su emparejamiento. Desde la distancia con la que se otea con el catalejo el diario acontecer en la península, las apariciones en televisión de la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega -por apodo, de “la Vogue”-, simplemente, han coincidido con la compra por parte del Ministerio del Interior, según “EL CONFIDENCIAL”, de un importante “stock” (100.000 unidades) de pelotas de goma para reprimir alteraciones de orden público por los agentes de la Reserva y Seguridad de Policía y Guardia Civil.
Las citadas “pelotas” son minuciosamente especificadas en sus características en el B.O.E.: De un diámetro de 5,46 centímetros, han de tener un peso de 90 gramos, y deben rebotar más de 60 centímetros cuando se les deja caer desde un metro de altura. Como es bien sabido, se utilizan con armas de fuego para disuadir manifestantes, pero sin apuntar directamente al cuerpo, pues pueden ocasionar serias lesiones, incluso ser mortales.
O los antidisturbios han agotado las existencias, o el Ministro del Interior (Alfredo Rubalcaba) teme que la crisis económica provoque un aumento de la conflictividad social en la calle. El caso es que ha dispuesto un presupuesto adicional de 0.99 euros por “pelota” para hacer frente a lo que pueda suceder en el próximo año de acentuación de la “crisis” (0.99/u x 100.000).
Intensificada la crisis, que parece no afectarle, la Sra. Vicepresidenta mantiene su conocido hábito de no repetir modelo del sofisticado vestuario que luce en sus comparecencias ante las cámaras de televisión (mínimo una vez por semana al término del Consejo de ministros). Eso sí, mantiene impertérrita la capacidad de disimular la verdad -común característica gubernamental garantizada por el Presidente Zapatero-. ¿Cómo encubrir si no, este “socialismo” con ropajes de Armani, suntuosos despachos, y mansiones en La Granja de San Ildefonso?... Atuendo, y peculiar aspecto físico, son un castigo que ha de sobrellevar el ciudadano votante, y el no votante, del partido que alumbró a este gobierno. El aspecto físico no es motivo de censura, es tan sólo una observación objetiva, pero lo de las “chaquetas”, viene siendo la “comidilla” nacional, desde hace años, tanto de quienes le votaron como de los que no. Evidentemente es un alarde de chequera en una España que comienza a estar “a dos velas”. Esperemos que las monjas que llevan los comedores gratuitos de Cáritas, que, a juzgar por las colas que se divisan desde este catalejo, han aumentado hasta dar la vuelta a varias manzanas, no tengan el mal gusto de tener conectado el televisor los viernes a la hora del informe del Consejo de Ministros. Sería sangriento. Los “modelitos” de María Teresa Fernández de la Vega, son más propias de la Corte de María Antonieta y de la empolvadas pelucas usadas por las cabezas que rodaron al pie de la guillotina. No es extraño que un tipo tan listo como mentiroso, como es Rubalcaba, precavidamente, haya dispuesto un presupuesto extraordinario en “pelotas” para los antidisturbios, aunque sean de las de goma. El máximo responsable de la Dirección General de Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, ha informado que dichas “bolas de caucho antidisturbios” serán utilizadas en la Comunidad de Madrid “para la disolución de masas agresivas como paso inmediatamente anterior a la carga policial”. ¡Ahí queda eso!...
