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Contra el acoso escolar

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El caso de Diego de 11 años que se ha suicidado el pasado 14 de octubre ha conmocionado al país, y se entiende, porque es terrible que menores se quiten la vida. Respecto a este niño no se puede decir que haya muerto como resultado del acoso escolar, porque no hay pruebas del mismo. Save the Children ha pedido a la Comunidad de Madrid que investigue lo sucedido, para saber el motivo por el que Diego tenía tanto temor y angustia al ir al colegio.

En cualquier caso, no siempre se identifican y se distinguen los acosos escolares, respecto de actitudes y conductas que no representan violencia verbal o física, pero que pueden causar inconvenientes, o problemas de distinto tipo. Los psicólogos y pedagogos, junto con otros especialistas, son los que realmente saben diferenciar mejor estas cuestiones, aunque también es cierto que las actitudes de acoso, generalmente, son captadas con cierta rapidez, porque son la expresión de la violencia, el menosprecio y el maltrato contra otros.

Considero que tiene razón el Ministro de Educación al insistir en la necesidad de sensibilizar a la sociedad ante los insultos, amenazas y violencia que reciben las víctimas de acoso. El director de Save the Children ha dicho que: “La sociedad falla en su conjunto cuando un niño de 11 años se suicida”. Algo que parece incontestable. La carta desgarradora que escribió Diego así lo muestra. A mi juicio, algo ha fallado, porque habría que haber averiguado los motivos del padecimiento psíquico de este niño, para tomar medidas efectivas, y evitar que se suicidase. Fuera por acoso o no.

El ministro Méndez de Vigo ha anunciado que se pondrá en marcha un teléfono gratuito contra el acoso escolar en julio. Estimo que, si fuera posible, también sería positivo que, en cuestión de días, los menores pudieran llamar a un número telefónico provisional de apoyo en los casos de acoso. Aunque también es cierto que las fuerzas de seguridad pueden intervenir en estas cuestiones, si es necesario, y según el ordenamiento legal vigente que regula el ámbito de sus competencias, en estos asuntos relacionados con la violencia contra los menores.

El diseño por parte del Gobierno y de las Comunidades Autónomas de una manual de convivencia escolar es algo que se está realizando, y que es útil y necesario.

La denuncia inmediata, si se observa acoso, es algo imprescindible, por razones obvias. De este modo, se evitará el sufrimiento prolongado en el tiempo de las víctimas. La contundencia, la rapidez y la coordinación de todos en la respuesta es fundamental, en lo relativo a la lucha contra la existencia del acoso escolar.

Contra el acoso escolar

José Manuel López García
jueves, 21 de enero de 2016, 23:15 h (CET)
El caso de Diego de 11 años que se ha suicidado el pasado 14 de octubre ha conmocionado al país, y se entiende, porque es terrible que menores se quiten la vida. Respecto a este niño no se puede decir que haya muerto como resultado del acoso escolar, porque no hay pruebas del mismo. Save the Children ha pedido a la Comunidad de Madrid que investigue lo sucedido, para saber el motivo por el que Diego tenía tanto temor y angustia al ir al colegio.

En cualquier caso, no siempre se identifican y se distinguen los acosos escolares, respecto de actitudes y conductas que no representan violencia verbal o física, pero que pueden causar inconvenientes, o problemas de distinto tipo. Los psicólogos y pedagogos, junto con otros especialistas, son los que realmente saben diferenciar mejor estas cuestiones, aunque también es cierto que las actitudes de acoso, generalmente, son captadas con cierta rapidez, porque son la expresión de la violencia, el menosprecio y el maltrato contra otros.

Considero que tiene razón el Ministro de Educación al insistir en la necesidad de sensibilizar a la sociedad ante los insultos, amenazas y violencia que reciben las víctimas de acoso. El director de Save the Children ha dicho que: “La sociedad falla en su conjunto cuando un niño de 11 años se suicida”. Algo que parece incontestable. La carta desgarradora que escribió Diego así lo muestra. A mi juicio, algo ha fallado, porque habría que haber averiguado los motivos del padecimiento psíquico de este niño, para tomar medidas efectivas, y evitar que se suicidase. Fuera por acoso o no.

El ministro Méndez de Vigo ha anunciado que se pondrá en marcha un teléfono gratuito contra el acoso escolar en julio. Estimo que, si fuera posible, también sería positivo que, en cuestión de días, los menores pudieran llamar a un número telefónico provisional de apoyo en los casos de acoso. Aunque también es cierto que las fuerzas de seguridad pueden intervenir en estas cuestiones, si es necesario, y según el ordenamiento legal vigente que regula el ámbito de sus competencias, en estos asuntos relacionados con la violencia contra los menores.

El diseño por parte del Gobierno y de las Comunidades Autónomas de una manual de convivencia escolar es algo que se está realizando, y que es útil y necesario.

La denuncia inmediata, si se observa acoso, es algo imprescindible, por razones obvias. De este modo, se evitará el sufrimiento prolongado en el tiempo de las víctimas. La contundencia, la rapidez y la coordinación de todos en la respuesta es fundamental, en lo relativo a la lucha contra la existencia del acoso escolar.

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