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Jorge Dargel

Aire fresco para el balonmano español

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El pasado lunes, algo cambió en el balonmano español. Y es que, cuando muchos no lo esperábamos, se produjo un cambio en la presidencia de la Federación Española de Balonmano. El sempiterno Jesús López Ricondo fue derrotado claramente por uno de sus dos rivales, Juan de Dios Román. De este modo y tras doce años con el mismo presidente, este deporte toma aire fresco.

Juan de Dios hoy se presentará oficialmente como nuevo presidente de la RFEBM y en su defecto, al nuevo seleccionador, Valero Rivera. Hablar de ambos, es hablar de balonmano y de innumerables exitos deportivos y personales. Pocas personas conocen tan bien a este deporte y sus vidas van estrechamente ligadas a éste. Sinceramente, ha sido un acierto el cambio, ya que era un secreto a voces la mala gestión que se estaba llevando desde la Federación, que ha desaprovechado los mejores resultados en la historia del balonmano, como fueron el oro en el Mundial de Túnez de 2005, las platas de los Europeos de Italia 98 y Austria 06, o los tres bronces olímpicos en Atlanta 96, Sidney 00 y Pekín 08. Una época dorada que no se ha sabido vender a nadie, ni a los patrocinadores, ni al público, ni a los medios de comunicación.

Pocos deportes se pueden comparar en cuanto triunfos al balonmano. Sin embargo, aún vive en la sombra del fútbol, del baloncesto, del tenis o del motor. Es un deber poner a cada uno donde le corresponde, pero para esto, también se necesita a las personas adecuadas que lo rigen. No es por personificar en López Ricondo los males del balonmano, pero doce años en el mismo cargo muestran demasiado arraigo al poder. Urgía el cambio por multitud de motivos, fundamentalmente por una mayor transpariencia en la gestión de la RFEBM y por una mejora en la relación con la prensa, dos pilares esenciales en cualquier federación. Ricondo es un caso como el de Villar o Muñoz en el fútbol y en el tenis, respectivamente. Personas que se acomodan a un puesto y que intentan crear unas amistades para intentar mantenerse en la presidencia hasta el fin de los días. El problema es que Ricondo se había creado más enemigos que amigos, incluidos los clubes de la Asobal y muchos de sus jugadores.

El principal sentimiento tras las elecciones de la Federación Española de Balonmano del pasado lunes, es de ilusión. Ilusión por una nueva gestión y una nueva directiva que traiga nuevos aires para este deporte. El Mundial de Croacia está a la vuelta de la esquina, pero sería injusto exigir resultados tan pronto a los nuevos inquilinos, tanto a Juan de Dios como a Valero Rivera. El primer efecto-causa después de las elecciones ha sido la vuelta de uno de los grandes del balonmano, `don´ David Barrufet, como diría el otro. Empezamos bien...

Aire fresco para el balonmano español

Jorge Dargel
Jorge Dargel
sábado, 20 de diciembre de 2008, 01:50 h (CET)
El pasado lunes, algo cambió en el balonmano español. Y es que, cuando muchos no lo esperábamos, se produjo un cambio en la presidencia de la Federación Española de Balonmano. El sempiterno Jesús López Ricondo fue derrotado claramente por uno de sus dos rivales, Juan de Dios Román. De este modo y tras doce años con el mismo presidente, este deporte toma aire fresco.

Juan de Dios hoy se presentará oficialmente como nuevo presidente de la RFEBM y en su defecto, al nuevo seleccionador, Valero Rivera. Hablar de ambos, es hablar de balonmano y de innumerables exitos deportivos y personales. Pocas personas conocen tan bien a este deporte y sus vidas van estrechamente ligadas a éste. Sinceramente, ha sido un acierto el cambio, ya que era un secreto a voces la mala gestión que se estaba llevando desde la Federación, que ha desaprovechado los mejores resultados en la historia del balonmano, como fueron el oro en el Mundial de Túnez de 2005, las platas de los Europeos de Italia 98 y Austria 06, o los tres bronces olímpicos en Atlanta 96, Sidney 00 y Pekín 08. Una época dorada que no se ha sabido vender a nadie, ni a los patrocinadores, ni al público, ni a los medios de comunicación.

Pocos deportes se pueden comparar en cuanto triunfos al balonmano. Sin embargo, aún vive en la sombra del fútbol, del baloncesto, del tenis o del motor. Es un deber poner a cada uno donde le corresponde, pero para esto, también se necesita a las personas adecuadas que lo rigen. No es por personificar en López Ricondo los males del balonmano, pero doce años en el mismo cargo muestran demasiado arraigo al poder. Urgía el cambio por multitud de motivos, fundamentalmente por una mayor transpariencia en la gestión de la RFEBM y por una mejora en la relación con la prensa, dos pilares esenciales en cualquier federación. Ricondo es un caso como el de Villar o Muñoz en el fútbol y en el tenis, respectivamente. Personas que se acomodan a un puesto y que intentan crear unas amistades para intentar mantenerse en la presidencia hasta el fin de los días. El problema es que Ricondo se había creado más enemigos que amigos, incluidos los clubes de la Asobal y muchos de sus jugadores.

El principal sentimiento tras las elecciones de la Federación Española de Balonmano del pasado lunes, es de ilusión. Ilusión por una nueva gestión y una nueva directiva que traiga nuevos aires para este deporte. El Mundial de Croacia está a la vuelta de la esquina, pero sería injusto exigir resultados tan pronto a los nuevos inquilinos, tanto a Juan de Dios como a Valero Rivera. El primer efecto-causa después de las elecciones ha sido la vuelta de uno de los grandes del balonmano, `don´ David Barrufet, como diría el otro. Empezamos bien...

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