Estos días todo el mundo habla de Miguel Palanca, el joven delantero de 20 años que el sábado, en el gran clásico, debutó con el Real Madrid. Y es que, con las bajas de Miguel Torres, Pepe, Heinze, Diarra, Van Nistelrooy, De la Red, Marcelo y Robben, a Juande Ramos no le quedó otra que tirar del filial para completar la lista de jugadores.

Cuando a los 35 minutos de partido el holandés Sneijder se resintió de su lesión, Juande sorprendió recurriendo a un desconocido Miguel Palanca, teniendo al internacional Rafael Van der Vaart en el banquillo, una decisión que Schuster no hubiese tomado nunca.

El joven Palanca no defraudó. Superó con buena nota su debut en el Camp Nou, encarando sin miedo cada vez que recibía la pelota e incluso pudiendo marcar en un balón que Valdés paró de forma sensacional. Palanca jugó con descaro, tal y como hacía estas últimas temporadas con el Espanyol B.

Este jugador llegó al Real Madrid Castilla este verano procedente del Espanyol. Miguel Palanca aprendió a ser futbolista en el club perico, en el que llevaba 12 temporadas. En 1996, con ocho añitos, entró a formar parte del fútbol base blanquiazul y, paso a paso, fue convirtiéndose en una de los jugadores con más proyección de su generación.

Palanca incluso debutó en Primera el 29 de abril de 2007 en un Sevilla-Espanyol. Con estos datos cuesta entender la razón por la que el Espanyol no le renovó el contrato en junio pasado. Un jugador que era de los mejores del filial perico, que marcaba la diferencia, rápido, habilidoso y con gol, ¿por qué motivo se le dejó escapar gratis al Real Madrid?

La dirección deportiva del Espanyol justificó esta decisión alegando que si se quedaba en la Ciudad Deportiva de Sant Adrià, su progresión no sería la adecuada. Pero en los corrillos periodísticos de Barcelona se comenta que los auténticos motivos fueron otros bien distintos.

Al parecer Palanca tuvo diferentes capítulos de salidas nocturnas, con severas faltas de indisciplina y problemas con el entrenador. Toda una serie de capítulos graves que agotaron la paciencia del club perico y por los que el Espanyol decidió dar la baja, después de 12 temporadas, a uno de sus jugadores con más proyección.

Con estos precedentes, los responsables blancos deberán evitar que se eche a perder un buen futbolista que puede concentrar toda su personalidad en ser el revulsivo que el Madrid necesita… Algo que el Espanyol parece que no consiguió.