Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Algo más que palabras
Compartiendo diálogos conmigo mismo

Entre el arqueo y el balance

|

No me gustan los devotos del señor soborno,
tampoco los piadosos de puertas para afuera,
ni los sentimentales que viven según les place,
que donan únicamente aquello que les sobra,
en lugar de donarse ellos, ¡hasta no dejarse piel!

De un tiempo a esta parte, me parto de dolor,
pues en este mundano mundo, los inhumanos
humanos sólo se reparten panes indecentes,
palabras que en vez de alimentar consuelo,
nos desnutren el alma, ¡nos nutren de vicios!

¿Habrá mayor inmoralidad que servirse
del pobre con la humillación y la miseria,
adueñándonos de sus vidas y usurpándoles
el sueño de la libertad?. Pongamos mesura:
al privilegio de unos, ¡el dominio de los otros!

Aquí, en la tierra de nadie, ya no se gana el pan
con la sublime dignidad de nuestros abuelos,
ni con la esperanza de nuestros propios padres,
nos hemos vuelto tan adictos a lo material,
que todo lo que no es dinero, ¡mejor no exista!

Olvidamos que el espíritu gobierna el cuerpo,
que la sabiduría no es otra cosa que el yo
caminando por este galáctico universo de color,
tan místico como contemplativo, tan de Dios,
que aunque nada es, ¡lo es todo en la creación!

Despertemos, pues, a la rectitud de la poesía,
volvamos al árbol de la equidad, retornemos
y custodiemos esta vida nuestra en su hondura,
que sí vivir, ¡es hacer arqueo de lo andado!,
también morir, ¡es hacer balance de lo vivido!

Entre el arqueo y el balance

Compartiendo diálogos conmigo mismo
Víctor Corcoba
sábado, 16 de enero de 2016, 11:11 h (CET)
No me gustan los devotos del señor soborno,
tampoco los piadosos de puertas para afuera,
ni los sentimentales que viven según les place,
que donan únicamente aquello que les sobra,
en lugar de donarse ellos, ¡hasta no dejarse piel!

De un tiempo a esta parte, me parto de dolor,
pues en este mundano mundo, los inhumanos
humanos sólo se reparten panes indecentes,
palabras que en vez de alimentar consuelo,
nos desnutren el alma, ¡nos nutren de vicios!

¿Habrá mayor inmoralidad que servirse
del pobre con la humillación y la miseria,
adueñándonos de sus vidas y usurpándoles
el sueño de la libertad?. Pongamos mesura:
al privilegio de unos, ¡el dominio de los otros!

Aquí, en la tierra de nadie, ya no se gana el pan
con la sublime dignidad de nuestros abuelos,
ni con la esperanza de nuestros propios padres,
nos hemos vuelto tan adictos a lo material,
que todo lo que no es dinero, ¡mejor no exista!

Olvidamos que el espíritu gobierna el cuerpo,
que la sabiduría no es otra cosa que el yo
caminando por este galáctico universo de color,
tan místico como contemplativo, tan de Dios,
que aunque nada es, ¡lo es todo en la creación!

Despertemos, pues, a la rectitud de la poesía,
volvamos al árbol de la equidad, retornemos
y custodiemos esta vida nuestra en su hondura,
que sí vivir, ¡es hacer arqueo de lo andado!,
también morir, ¡es hacer balance de lo vivido!

Noticias relacionadas

Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto,  habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.

Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.

Las  conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto