Para hacérselo mirar. Sí, entiendo que en el mundo del fútbol, los resultados son los que marcan el futuro de un entrenador, y evidentemente cuando estos no llegan, el balanceo del banquillo, puede resultar más intenso que vivir una travesía en bote con marejada a fuerte marejada. Podría haber puesto muchos titulares, crónica de una muerte anunciada, sin perdón, que siga el baile, pero lo cierto es que el Real Madrid lleva unas temporadas sumido en una crisis de dirección evidente. La marcha de Florentino dejó sumido al club en un mar de dudas, y lo que es peor, con unos candidatos que generaban ciertas inquietudes en la masa social merengue. Elecciones para el olvido, y un inicio de mandato marcado por la polémica. Muchos nervios, y un título liguero balsámico, que servía como tirita a una herida demasiado profunda.

Sí, es innegable que los resultados marcan no sólo a una institución como la madrileña, recordemos lo que ha pasado Joan Laporta no hace muchos meses, y que Guardiola y sus chicos, con un fútbol de ensueño, han conseguido apaciguar. Pero el problema del Real Madrid es más de fondo, falta de comunicación, y enfrentamientos personales que impiden avanzar en la misma dirección desde el principio. No creo que descubra nada nuevo si les recuerdo que el director deportivo, no se hablaba con el entrador, o que las relaciones del ex director del fútbol base merengue, eran nulas con el presidente.

Hace una semana, salía Michel lanzando duras acusaciones contra ciertos cargos del club, y algunas de ellas con bastante sentido, que por cierto no han sido contestadas por el presidente, y ahora cae Schuster, que lleva desde la pretemporada comentando que el equipo está descompensado. Decir que el técnico teutón no es responsable de esta situación, sería una irresponsabilidad por mi parte, pero culparle a él de todo, me convertiría en un inconsciente. Este entrenador lleva unas cuantas temporadas entrenando en España, desde que en la campaña 2001-02, se hacía cargo del Xerez en segunda división, y los resultados y juego de sus equipos, Xerez, Levante(destituido por una mala racha con el equipo colocado en una situación cómoda tras un inicio magnífico), Getafe y Real Madrid, han sido admirados por los aficionados al buen fútbol. No se puede decir lo mismo de su carácter, pero también habría que soportar muchas de las cosas que implica ser entrenador del Real Madrid (sí, sé que es algo que viene en su sueldo, pero a veces determinadas situaciones son insoportables).

Schuster no es el único responsable de todo lo que está pasando en el conjunto blanco, y algunos pensarán que sus famosas palabras de que no se podía ganar en el Nou Camp, son la gota que colmó el vaso. No se equivoquen, el bueno de Bernd sabía muy bien porque decía eso, por un lado, una forma de quitar presión a su plantilla en una situación muy delicada, colocarse el cartel de víctimas que evidentemente les favorecía, y por otro, seguir mandando mensajes a los que dirigen, evidenciando una falta de sintonía total con la dirección técnica.

Al técnico alemán, Pedja Mijatovic estaba como loco por quitárselo de encima, y había que buscar una “cabeza de turco”, no sea que los socios y aficionados empezaran a pensar en otros como responsables de esta crisis. Bernd Schuster es historia, a partir de ahora habrá que buscar otros responsables si las cosas no funcionan. ¿Jugadores? ¿Director deportivo? ¿Presidente?, hagan juego señores…

A rey muerto, rey puesto, llega Juande Ramos, algo que por cierto me parece ciertamente lamentable. ¿Por qué?. Nada que ver con su capacidad, no soy quién para valorarla, pero que un entrenador que esta misma campaña haya entrenado, que ha cobrado un dineral tras salir de la premier en su aventura con el Tottenham, entrene de nuevo, y con otro contrato millonario, me van a perdonar, pero me parece sumamente injusto. Llega por seis meses, y si consigue algún título, su contrato se renueva automáticamente. Veremos lo que tarda en salir, últimamente el banquillo del Real Madrid se ha convertido en un “come entrenadores”.