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Un poema de Esther Videgain

El alma lentamente mató a su espíritu muerto en su karma

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El alma sucia,
quedó así por exceso del tic-tac de mi corazón alegre piedad,
ayer aceleró el ritmo por tu falso querer.

Lentamente se fue muriendo hacia el negro opaco...

El alma sucia,
por ese odio de querer aparentar ser corazones ajenos,
el avaro con todo aquél que es libremente feliz.

El alma sucia,
se fue quedando de luto noche sin su luna Fortuna,
el mal sino del demonio interior de su ser se apoderó de ella y mató al karma de su falsa luz.

El alma sucia,
mató también a su espíritu...
las voces de la culpa justifica lo injustificadamente merecido de aquél que fue su amigo adverso.

Todo es en este juego sucio de destinos cruzados con compra de sinos en negro olvido por mi muerto alma en vida algo muerta.

El alma lentamente mató a su espíritu muerto en su karma

Un poema de Esther Videgain
Esther Videgain
domingo, 10 de enero de 2016, 09:34 h (CET)
El alma sucia,
quedó así por exceso del tic-tac de mi corazón alegre piedad,
ayer aceleró el ritmo por tu falso querer.

Lentamente se fue muriendo hacia el negro opaco...

El alma sucia,
por ese odio de querer aparentar ser corazones ajenos,
el avaro con todo aquél que es libremente feliz.

El alma sucia,
se fue quedando de luto noche sin su luna Fortuna,
el mal sino del demonio interior de su ser se apoderó de ella y mató al karma de su falsa luz.

El alma sucia,
mató también a su espíritu...
las voces de la culpa justifica lo injustificadamente merecido de aquél que fue su amigo adverso.

Todo es en este juego sucio de destinos cruzados con compra de sinos en negro olvido por mi muerto alma en vida algo muerta.

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