Vigente Presidente de una empresa llamada Petronor, antiguo y olvidado presidente del Euskadi Buru Batzar (máximo órgano interno del PNV), así como político de las mil caras y otros tantos discursos. Tan pronto agrada a un euskaldun, como ríe las gracias de cualquier español, o recibe halagos de toda la plana política española, como el único político vasco decente. Más y más Imaz.
El sentimiento que despierta el Sr. Imaz allá por donde sus pies caminan no es nada malo. Podemos calificarlo de extraño, porque es muy difícil ser objeto de halagos por parte de todos y por igual, siendo fiel a tus principios y a tu ideología, pero tremendamente fácil, cuando renuncias a tus principios y te adentras en el laberinto de las ideas.
Embelesado por no se qué promesas, o quizás, por la intención de hacer daño, sin saber muy bien a quien, Iosu Ion Imaz ha vuelto a protagonizar nuestra actualidad política, con su reciente entrada en el Fundación Fernando Buesa.
Las Fundaciones, como todas, tienen un claro sesgo político y un color evidente para todos, o por lo menos muy visible para aquellos que nos dedicamos a analizar este, por otra parte, precioso mundo. La Fundación Fernando Buesa, nació a raíz del asesinato de Fernando Buesa, por parte de E.T.A. en Gasteiz, hace ya 8 años. Esta fundación tiene un claro sesgo político, compuesta por personas pertenecientes en su mayoría al PSOE, así como su entorno. El PP también tiene más de uno en sus filas, y en general una cantidad de personas que se merecen todo mi respeto, pero que tienen, como yo, unas ideas de país, de gobierno y de cómo actuar frente al terrorismo propias, en su mayoría muy diferentes a todo el abertzalismo.
Dicho esto, queda vista la enorme distancia que existe entre esta fundación y el PNV, por otra parte, objeto de innombrables descalificaciones por parte de sus miembros hacia los jeltzales y el mundo abertzale en general. Por tanto, ver la entrada en esta fundación de personas como el Sr. Imaz, por mucho que piense que perdió el rumbo hace tiempo, no deja de sorprenderme y me pregunto. ¿Veré algún día a Mayor Oreja en la Fundación Sabino Arana?. Lo de este Sr. no tiene precio. Inmerso en su campaña mundial por colocarse en las portadas de todos los medios de comunicación, está tirando por tierra todo el trabajo de sus antiguos compañeros de partido.
Hay cosas que con el paso del tiempo sigo sin entender, aunque cada vez tengo más claro, que los mercenarios cabalgan a sus anchas por lo que nosotros llamamos “política”, por aquello en lo que crecí creyendo, y lo que hoy creo más que nunca. No tengan ninguna duda, que siento el mismo desprecio que ustedes por aquel que roba, viola, mata y destruye, que por el “político mercenario”.
“En la política sólo deben estar los crean en ella, no los que pretender aprovecharse de ella”.