Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Navidad | Religión | Cristianismo originario

Jesús busca albergue en nosotros no sólo por Navidad

|

Si estamos dispuestos a pensar en el gran acontecimiento que tuvo lugar hace 2000 años en Belén, nuestros días se volverán más soleados y nuestro corazón se conmoverá. Esto no significa que tengamos que volvernos más sentimentales, sino más reflexivos, así conseguiremos que nuestra visión sea más clara, lo que resultará de gran valor para aprender a no aceptar sin más todo lo que nos presentan las iglesias. Esto también nos ayudará a reflexionar sobre nuestra vida, como si celebrásemos la Navidad interna los doce meses del año, recordando una y otra vez que el Niño del pesebre se convirtió en adulto, que Cristo resucitó y nos dejó una maravillosa y valiosa enseñanza para cada uno de nosotros. Jesús, el Cristo, llama una y otra vez a la puerta de nuestro corazón y nos dice según el sentido: “Yo, Jesús, el Resucitado traje a los hombres la enseñanza de los Cielos. Fui crucificado pero resucité y regalé a todas las almas y hombres el destello de la libertad, de la resurrección, una luz en el camino hacia el hogar del Padre. Mi vida como Jesús fue y es el amor del Padre eterno por Sus hijos, pues Yo Soy el camino, la verdad y la vida”.

A pesar de la ridiculización pagana y mundana que se hace cada año de la fiesta navideña, la fuerza de irradiación de Cristo brilla en cada corazón de buena voluntad. Su luz sagrada alcanza a muchas personas en todo el mundo, y por eso muchos van diferenciando y comprendiendo todo cada vez más en su corazón, así se van alejando del barullo callejero, de los villancicos infantiles, de las compras y comilonas. Con ello pueden decir: “Nosotros podemos rezar y comprender lo que aconteció en Belén, nosotros sabemos que María y José fueron y son un símbolo para la humanidad, no solo hace 2000 años sino también en la actualidad”.

Estimado lector, Cristo llama una y otra vez a la puerta del corazón de cada persona, a la puerta de nuestro corazón. No importa dónde nos encontremos, quizás en una habitación acogedora o tal vez junto a una chimenea que nos da calor, o posiblemente estemos de vacaciones. Él llama una y otra vez al corazón de cada uno y nos pregunta: “¿Me dejas entrar? ¿Me ofreces albergue en tu corazón, practicando lo que te enseñé siendo Jesús de Nazaret, las legitimidades del amor, las legitimidades del Cielo, para que conmigo vayas al Padre? Yo Estoy muy cerca de ti hijo mío. ¿Quieres abrirme tu corazón?” Así es como Cristo, el Hijo de Dios, busca albergue en nosotros.

Jesús busca albergue en nosotros no sólo por Navidad

Vida Universal
miércoles, 23 de diciembre de 2015, 23:00 h (CET)
Si estamos dispuestos a pensar en el gran acontecimiento que tuvo lugar hace 2000 años en Belén, nuestros días se volverán más soleados y nuestro corazón se conmoverá. Esto no significa que tengamos que volvernos más sentimentales, sino más reflexivos, así conseguiremos que nuestra visión sea más clara, lo que resultará de gran valor para aprender a no aceptar sin más todo lo que nos presentan las iglesias. Esto también nos ayudará a reflexionar sobre nuestra vida, como si celebrásemos la Navidad interna los doce meses del año, recordando una y otra vez que el Niño del pesebre se convirtió en adulto, que Cristo resucitó y nos dejó una maravillosa y valiosa enseñanza para cada uno de nosotros. Jesús, el Cristo, llama una y otra vez a la puerta de nuestro corazón y nos dice según el sentido: “Yo, Jesús, el Resucitado traje a los hombres la enseñanza de los Cielos. Fui crucificado pero resucité y regalé a todas las almas y hombres el destello de la libertad, de la resurrección, una luz en el camino hacia el hogar del Padre. Mi vida como Jesús fue y es el amor del Padre eterno por Sus hijos, pues Yo Soy el camino, la verdad y la vida”.

A pesar de la ridiculización pagana y mundana que se hace cada año de la fiesta navideña, la fuerza de irradiación de Cristo brilla en cada corazón de buena voluntad. Su luz sagrada alcanza a muchas personas en todo el mundo, y por eso muchos van diferenciando y comprendiendo todo cada vez más en su corazón, así se van alejando del barullo callejero, de los villancicos infantiles, de las compras y comilonas. Con ello pueden decir: “Nosotros podemos rezar y comprender lo que aconteció en Belén, nosotros sabemos que María y José fueron y son un símbolo para la humanidad, no solo hace 2000 años sino también en la actualidad”.

Estimado lector, Cristo llama una y otra vez a la puerta del corazón de cada persona, a la puerta de nuestro corazón. No importa dónde nos encontremos, quizás en una habitación acogedora o tal vez junto a una chimenea que nos da calor, o posiblemente estemos de vacaciones. Él llama una y otra vez al corazón de cada uno y nos pregunta: “¿Me dejas entrar? ¿Me ofreces albergue en tu corazón, practicando lo que te enseñé siendo Jesús de Nazaret, las legitimidades del amor, las legitimidades del Cielo, para que conmigo vayas al Padre? Yo Estoy muy cerca de ti hijo mío. ¿Quieres abrirme tu corazón?” Así es como Cristo, el Hijo de Dios, busca albergue en nosotros.

Noticias relacionadas

Al fin, el sistema educativo (aunque fundamentalmente lo es, o habría de serlo, de enseñanza-aprendizaje) está dentro de una dinámica social y en su transcurrir diario forja futuros ciudadanos con base en unos valores imperantes de los que es complicado sustraerse. Desde el XIX hasta nuestros días dichos valores han estado muy influenciados por la evolución de la ética económico-laboral, a la que Jorge Dioni López se refería afinadamente en un artículo.

Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto