La Comisión Europea ha abierto la puerta este martes abiertamente a la posibilidad de pedir a Grecia que tome medidas "específicas" para garantizar el control de sus fronteras externas con Turquía y la Antigua República Yugoslava de Macedonia.

El Ejecutivo comunitario ha admitido que "se requieren esfuerzos adicionales" para la expulsión de inmigrantes irregulares de Grecia y en materia de prevención de movimientos secundarios de inmigrantes que se encuentran en Grecia a otros países tras llevar a cabo una visita no anunciada en noviembre a la frontera terrestre entre Turquía y Grecia, así como inspecciones en sus fronteras marítimas externas en Chios y Samos.

"Las conclusiones de las dos visitas están siendo finalizadas actualmente a nivel de expertos. La Comisión continuará vigilando la situación de cerca, incluida la evolución de la situación en la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia", ha explicado el Ejecutivo comunitario en su informe bianual sobre el funcionamiento del espacio sin frontera Schengen.

Bruselas advierte del "potencial de que esta frontera" entre Grecia y Macedonia "se convierta en un foco de tensión", que se ha visto "intensificado" entre otros por la erección de una valla fronteriza por decisión del Ejecutivo de Skopje, como han hecho otros países, si bien admite que los contactos diarios entre las autoridades de gestión fronteriza de ambos países "ha mejorado" y valora el acuerdo alcanzado para que Frontex asista a Grecia con la identificación y registro de inmigrantes en su frontera con Macedonia.

No obstante, la Comisión Europea no descarta pedir "medidas específicas" para garantizar el control de las fronteras externas por parte de Grecia.

"Dependiendo de los resultados de las mencionadas evaluaciones de Schengen, medidas específicas referidas en el artículo 19 a del CFS (Código de Fronteras Schengen) podrán ser recomendadas", ha avanzado el Ejecutivo comunitario en su informe, en el que recuerda que si un Estado miembro evaluado no cumple sus obligaciones para rectificar el problema se puede invocar el artículo 26 del Código que "implica la reintroducción de los controles fronterizos en las fronteras internas" cuando hay riesgo para el funcionamiento adecuado del espacio sin fronteras en Europa.

Este artículo prevé la posibilidad de que la Comisión Europea haga recomendaciones a un Estado miembro para que tome medidas específicas, incluido el despliegue de equipos de fronteras europeos después de identificar deficiencias serias en el control de las fronteras externas por su parte y si el Estado miembro no tome medidas adecuadas en un plazo de tres meses y el Ejecutivo comunitario constata que el problema persiste, podría activar la aplicación del artículo 26 del Código, que abre la puerta a ampliar los controles fronterizos desde los seis meses autorizados a priori a un máximo de dos años.

LEVANTAR LOS CONTROLES EN LAS FRONTERAS INTERNAS
En su informe de evaluación de Schengen, el Ejecutivo comunitario ha dejado claro que "espera que los Estados miembro evalúen regularmente si las condiciones para la reintroducción (de los controles) siguen cumpliéndose y si no que levanten estos controles inmediatamente" y vigilará que su mantenimiento siga siendo válido dado que se trata de una medida excepcional "limitada en el tiempo" y "proporcional al riesgo de la amenaza" para la seguridad interna o el orden público.

Alemania, Austria, Eslovenia, Hungría, Suecia y Noruega han reintroducido los controles en las fronteras internas en respuesta a la crisis de refugiados, mientras que Francia los ha reintroducido desde el 14 de diciembre al 26 de febrero en el contexto del estado de emergencia tras los atentados terroristas del 13 de noviembre en Paris.

Malta también ha notificado a la Comisión a finales de noviembre de su intención de mantener controles por la amenaza terrorista global como país de tránsito de la inmigración irregular, aunque en su caso le ha pedido "los hechos y cifras que demuestren la necesidad y proporcionalidad de la decisión".