He crecido con las palabras igualdad, justicia y solidaridad a lo largo de mi vida, pero con el paso de los años compruebo con mis propios ojos, con los hechos que suceden a mi alrededor que justicia hay poca, muy poca, y solidaridad cada vez menos. Sin embargo, en materia de “igualdad” pensaba que íbamos mejorando y cada vez existían mayores derechos que hacían de todos nosotros una sociedad más igualitaria, pero me doy cuenta que no sólo no avanzamos, sino que retrocedemos continuamente.

La última semana se ha hecho pública una noticia que me produce una doble sensación. Paterna, pueblo valenciano, envuelto en la polémica si festejar sus fiestas municipales con las “bous al carrer”, una práctica que por consideraciones propias considero de por si deleznable y retrograda a la par que incívica, ha decidido realizar una consulta popular entre sus habitantes para decidir si desean dicho festejo o en cambio, prefieren descartarlo.

La realización de consultas populares y en temas tan delicados donde la pluralidad de la sociedad es tal, es un ejercicio democrático y saneador de esta maltrecha democracia que nos asola. Un ejercicio que pretende incorporar la decisión de los habitantes a las decisiones políticas de sus representantes. Sin duda, el camino que debemos seguir todos y todas para mejorar nuestra sociedad y nuestra convivencia.

Desde mi tierra veo como otros pueblos, otras sociedades ponen en funcionamiento consultas populares y ninguna instancia judicial las prohíbe. No veo tampoco discursos partidistas donde aseguren que dichas consultas populares dividirán a la sociedad, ni enfrentamientos entre sus habitantes más allá de la guerra dialéctica, propia de todos nosotros.

Veo como es posible articular una consulta popular en Paterna, Valencia, y en Euskadi no. Veo como la palabra igualdad no cabe por ningún resquicio en esta situación. Veo como la justicia brilla por su ausencia. Veo como la decisiones de los ciudadanos y ciudadanas vascas no pueden ser escuchadas a través de una simple consulta popular.

Aplaudo la iniciativa popular de Paterna y critico la falsedad de los dirigentes políticos del PSOE y de la mal llamada justicia española, que prohíben la consulta popular en Euskadi, dando por buena la consulta popular de Paterna. ¿Qué diferencia hay entre Euskadi y Paterna?

La diferencia no es otra que el resultado. El resultado de la consulta popular de Paterna le es indiferente a Zapatero y sus secuaces, mientras que a sabiendas del resultado más que predecible de la consulta popular en Euskadi, si que les importa el resultado.

Les importa porque saben que la mayoría de la ciudadanía vasca expresaríamos con contundencia nuestro deseo de acabar con la violencia, de dialogar, de perdonarnos unos a los otros y de convivir en paz y libres, sin nadie que nos ningunee ni mande en nuestra tierra desde Madrid.

...Por una sociedad más democrática, SI a la consulta, SI a Paterna, SI a Euskadi.