Vuelve a subir el paro, lo hace por tercer mes consecutivo pero no te alarmes, que sólo lo hace en tu España y en la mía y poco más. Parece que aumenta en la de miles de familias que se quedan sin un salario a fin de mes pero no sube en la real, en la España de Rajoy. En esa, que es en la que vives aunque tú creas que lo haces en otra muy diferente nuestro país es el que más crece de Europa y el que más empleo genera. Tú tienes la impresión de que no puedes pagar el alquiler o la hipoteca pero lo cierto es que ahora, con tu recibo al día, incluso podrías ir a El Corte Inglés y encargar el cheslong y la boiserie que tanto te gustan, y ya puestos hidromasaje para la ducha. No es verdad que en tu cesta del supermercado haya más espacio que compra, tendrías que encargar que te llevasen a casa los dos carros que si quisieras y no fueses un quejica y algo hipócrita podrías llenar.
¿Crisis?, no seas rancio, amigo, eso es demagogia y ya no se lleva más que en discursos de los torticeros, está tan obsoleto como hablar de la tumba del abuelo para Pablo Casado. ¿Y quieres la prueba de que te equivocas, de que me equivoco?: el PP se sigue manteniendo de primero en las encuestas de intención de voto. Qué, ¿qué me dices ahora, quién va a tener razón?, ¿millones de españoles que sí viven en la misma España que Rajoy, esa en la que tampoco quedan ya fosas en las cunetas por abrir y que jamás estuvo en Guerra de Irak o tú y yo? Deja de romper tu nación y de decir que el pedazo en el que habitas se hunde y que tú te ahogas con él, eso sólo es producto de tu imaginación o de tu mala baba. Si tu presidente dice que no estás en paro es que trabajas, si tu presidente afirma que no eres pobre es que manejas, si tu presidente asegura que sabes dónde están enterrados tus muertos de la dictadura es que cada domingo les pones flores, si tu presidente te pide que hablemos de cosas bonitas hazlo y deja ya de inventar y gimotear. Y si ni por esas te convence tu presidente vota entonces a Albert Rivera, que dice (y hará) prácticamente lo mismo que Rajoy pero sonríe, disimula y engaña mucho mejor.
