Es un axioma que la insania de Arturo Más ha colocado a Cataluña al borde de un precipicio que puede causar la ruina de esta región española, ya que la vuelta hacia atrás, con lo que tendría que abandonar todas sus pretensiones de independencia, lo ha colocado en una posición que es casi posible que la emprenda.

Seguramente se esté manteniendo en su tozuda postura porque ésta pueda ser una excusa con la que remover las vísceras patrióticas de algunos catalanes para ocultar el altísimo grado de corrupción, malversación de fondos, derroches innecesarios y dilapidación sin cuento que, desde hace bastantes décadas, se ceba sobre los sufridos habitantes de esa Autonomía.

La Sanidad de ese trozo de España, por los resultados y las noticias que nos llegan, es poco más o menos que desastrosa. Se dice que ha habido casos de fallecimientos de personas que necesitaban una determinada operación que no se ha podido realizar porque el número de éstas estaba limitado.

La última noticia que están difundiendo los medios de comunicación es que en Cataluña no hay fondos para pagar a los farmacéuticos, con lo que, muchos de ellos, irán a la quiebra.

Pero España, en su inveterada costumbre de robar continuamente a esa región, ya ha salido al paso y el ministro de Sanidad Alfonso Alonso ha dicho que España “nunca va a dejar de lado a los catalanes… porque tenemos la obligación de ayudarlos…y que, aunque un ejecutivo autonómico lleve a su comunidad a la bancarrota, detrás está España y su Gobierno para pagar los servicios públicos”. Así que tranquila la Generalidad, que España, otra vez volverá a robar a Cataluña cubriendo sus impagos y despilfarros. De la misma manera que, en otras ocasiones ha tenido que transferirle numerario para que pueda ésta hacer frente a los pagos de las pensiones.

Yo creo que la Fiscalía debería tomar en cuenta esta situación y requerir al Gobierno catalán para que explique en qué gasta los dineros que recibe de todos los españoles, para que continuamente esté rozando la bancarrota y al borde del abismo económico.

Ésta es, a grandes rasgos, y sin entrar en pormenores, la situación de esa Autonomía, que, a pesar de tantísimas deficiencias, quiere formular unilateralmente la segregación de la Nación española y declararse una república independiente.

Muchas son las advertencias que, desde la Unidad Europea, le han llegado comunicándole que esa determinación es de todo punto imposible de llevar a cabo, ya que, caso de que lo pudiesen lograr, inmediatamente quedaría excluida de la misma.

Ante esta situación de falta de cordura, el Gobierno Español, concretamente Mariano Rajoy, a pesar de que la Constitución tiene medios más que suficientes para que se pueda tomar una decisión drástica a fin de cortar de raíz esta disparatada pretensión, según el artículo 155 de la misma, no quiere llevarla a cabo solo, y está componiendo un coro en el que unánimemente se oigan las voces de los adalides de los restantes partidos políticos, y así los va convocando para que su voz suene en este concierto.

Podemos considerar esta actitud como la petición de concurrencia y apoyo para llevar a cabo concertadamente la decisión más conveniente, y que la determinación a la que se haya de llegar no sea unilateral por parte de Gobierno, sino que participen todos los componentes del Arco Parlamentario y que ésta esté respaldada y avalada por el resto del coro político.

Ya ha comenzado a probar voces y las de Pedro Sánchez y Alberto Rivera parece ser que están en perfecta asonancia con el propósito de Mariano Rajoy, siempre amparado por la Ley.

Pero ha habido una nota discordante en este intento de armonizar el Coro, que ha sido, ¡cómo no!, la emitida por Pablo Iglesias.

Esta persona, es de suponer que lo hace a cosa hecha, pues entendemos que habrá recibido educación suficiente para comportarse como ser con la más mínima urbanidad, se ha presentado ante Mariano Rajoy con camisa azul, sin corbata y pantalón gris, poco más o menos que como hizo Kichi ante el Almirante del Juan Sebastián Elcano, o sea, con una falta de respeto total.

A estos señores hay que decirle que los seres humanos nos aseamos y adecentamos, escogiendo, según las ocasiones, nuestras mejores galas, cuando asistimos a una recepción o acto protocolario, y que eso lo prescribe la Urbanidad, no por la persona que va a ser recibida, sino por el respeto que se merece quien recibe. Hacerlo de otra forma es un intento de humillarlo y manifestarle que no le merece ninguna consideración. Si es eso lo que ha pretendido realizar, no sólo lo ha intentado con Mariano Rajoy sino con todos los españoles, ya que es el que nos representa

Pero en España tenemos un dicho que reza: “No ofende quien quiere, sino quien puede”. Personas de este jaez no tienen calidad para ofendernos.

Después de la reunión, ha expresado, muy ufano de sí mismo, que no están de acuerdo en casi nada y, acto seguido ha vertido por su boca todos los reproches que le ha manifestado a nuestro Presidente.

Son muchas las tachas que de su garganta han salido. Tantas que repetirlas sería una pérdida de tiempo, además de que se pueden consultar en los medios electrónicos de comunicación, pero la más grave, y además imposible, ha sido manifestarle que hay la necesidad de permitir un referéndum en esa región para que sus ciudadanos se pronuncien sobre su futuro y Cataluña sea reconocida como una nación dentro del Estado.

Una especie de confederación de Estados, pues detrás de ella, vendrían las otras regiones que intentan emanciparse.

Las federaciones entre estados se constituyen cuando cada uno es independiente y deciden agruparse en lo que podríamos llamar un Estado de estados, nunca cuando la parte de una Nación pretende por su cuenta eximirse de ella y después solicitarle que sea acogida dentro de la misma en igualdad de derechos y obligaciones.

Hay que enseñarle, a Pablo Iglesias, pues posiblemente en sus plan de estudios no entraba el de esta lengua, que federación viene de la palabra latina foedus que significa pacto, convenio…alianza entre iguales, caso que no se contempla en esta situación y se pretende confundir la parte con el todo. Cataluña es una parte de España, no un todo en sí misma, por lo que la propuesta de Pablo Iglesias es para no tomarla en serio.

Rajoy continuará probando voces que estén bien timbradas y afinadas para que formen parte de esta coral. Él intentará que se agrupen en ella. Pero eso depende de los cantantes, y, posiblemente más de uno no querrá participar en este Concierto, con lo que demostrará que el bien de España le importa un ardite y que sólo busca el interés de sus mezquinas apetencias, en lugar de conseguir que nuestra Patria no se rompa.