Pues, a la luz de las últimas encuestas publicadas por El País, la suma de votos de PP+PSOE+`C`s viene a ser semejante a la cosechada durante los últimos treinta años por el PP más PSOE, lo que parece sugerir que Ciudadanos es algo así como un refuerzo del bipartidismo aplicado en su centro, el fiel de la balanza que permitirá el balanceo alternativo al que estamos acostumbrados; un fiel equidistante entre el PP y el PSOE, instalado en un resquicio que parecía haber desaparecido en los últimos años. Si el 20D se confirman estos datos demoscópicos, tendremos a un partido gobernado en minoría, por primera vez en nuestra reciente historia, sin el concurso de los partidos nacionalistas. El recién estrenado Pacto (de la Moncloa) por España suscrito por PP, PSOE y C`s deja todo atado y bien atado, para seguir como estábamos; eso sí, un poco más escorados a la derecha y aislados de toda influencia nacionalista. La verdad es que parece un milagro, o el resultado feliz de un brillante plan elaborado por una mente preclara; un plan perfectamente concebido para blindar el bipartidismo (o, si se prefiere, el sistema del 78) y la unidad de la nación española. Plan que parece haberse empezado a diseñar tras las elecciones europeas, ante la inesperada e inquietante irrupción de Podemos en las instituciones y la amenaza del independentismo catalán.
Con esto queda claro que la única fuerza del cambio se encuentra en Podemos. Aún queda partido y habrá que ver si Podemos es capaz de mejorar los resultados que hoy le auguran las encuestas demoscópicas. De momento, todo apunta a que vamos a seguir por el camino de siempre, al menos eso dicen los medios de comunicación más poderosos. Ciudadanos ha venido para lavar la cara al sistema y, según parece, ese trabajo de cosmética puede ser suficiente para aplacar la indignación popular y mantener el poder en las mismas manos de siempre.