Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas
“Se ha buscado un pesebre confortable en el PSOE (...) La vocación de todo parásito político, vivir de los tontos” Martínez Gorriarán

El perdón

|

Uno de los principales alicientes que en la actualidad sobrevuela el ámbito político, es la posibilidad de contemplar, si finalmente Irene Lozano va a pedir perdón a los militantes del PSOE, por sus pasadas e hirientes manifestaciones. Desde luego, no han faltado requerimientos por parte de destacados militantes socialistas, para que la ex diputada de la formación magenta, efectúe algún gesto en este sentido. Curiosamente, hasta la fecha, el único perdón pronunciado en este asunto, ha sido emitido por Rosa Díez ante sus conmilitones, “por haber contado con esta persona en UPyD”.

Desde esta tribuna, sabéis que nos gusta echar una mirada atrás, como diría Tito Livio: “para poner de manifiesto a través de los textos, toda clase de ejemplos aleccionadores. Porque en la Historia, “encontramos unos modelos que imitar en beneficio propio”. Examinando algunos precedentes, observamos incluso que hasta los soberanos más poderosos del mundo, han pedido indulgencia en alguna circunstancia.

El caso seguramente más célebre, fue el protagonizado en pleno siglo XI por el emperador alemán Enrique IV y el Papa Gregorio VII, durante el denominado “conflicto de las investiduras”, o lucha por la supremacía moral y política sobre el conjunto de la Cristiandad. En esta pugna, Enrique IV sería excomulgado, lo que le privaba de la obediencia de sus súbditos. Por ello, se vio obligado a pedir perdón al Papa durante 3 días, junto a las murallas nevadas del castillo de Canossa, propósito que obtendría tras diversas mediaciones, aunque poco después fuese excomulgado de nuevo.

Otro famoso episodio, lo interpretaron el emperador romano Teodosio y el Papa Ambrosio a finales del siglo IV, enfrentados también por la preeminencia de la Cristiandad. Finalmente, Ambrosio tras la masacre de tesalónica y ante la amenaza de la excomunión, acabó tras una larga penitencia, postrado de rodillas ante el Santo Padre.

Por último, el calificado por la historiografía como “el Canossa bizantino. Tras subir al Trono de forma irregular Juan Tzimiscés, el Patriarca de Constantinopla, le impuso un par de condiciones: En primer lugar, la expulsión de la emperatriz Teófano de la Corte, y el segundo aspecto prescrito, la penitencia pública. Finalmente, el “Basileus” tuvo que cumplir ambas condiciones.

Tres notorias incidencias sobre tres poderosos gobernantes… Quizá la magnitud de estos acontecimientos ayude a reflexionar al flamante fichaje socialista y en un asombroso acto de humildad y coraje pida perdón… O quizá no le haga falta, porque como ha manifestado o mejor dicho disparado con bala Felipe González: “si no rectifica será porque no creía lo que decía”.

El perdón

“Se ha buscado un pesebre confortable en el PSOE (...) La vocación de todo parásito político, vivir de los tontos” Martínez Gorriarán
Juan López Benito
jueves, 22 de octubre de 2015, 06:08 h (CET)
Uno de los principales alicientes que en la actualidad sobrevuela el ámbito político, es la posibilidad de contemplar, si finalmente Irene Lozano va a pedir perdón a los militantes del PSOE, por sus pasadas e hirientes manifestaciones. Desde luego, no han faltado requerimientos por parte de destacados militantes socialistas, para que la ex diputada de la formación magenta, efectúe algún gesto en este sentido. Curiosamente, hasta la fecha, el único perdón pronunciado en este asunto, ha sido emitido por Rosa Díez ante sus conmilitones, “por haber contado con esta persona en UPyD”.

Desde esta tribuna, sabéis que nos gusta echar una mirada atrás, como diría Tito Livio: “para poner de manifiesto a través de los textos, toda clase de ejemplos aleccionadores. Porque en la Historia, “encontramos unos modelos que imitar en beneficio propio”. Examinando algunos precedentes, observamos incluso que hasta los soberanos más poderosos del mundo, han pedido indulgencia en alguna circunstancia.

El caso seguramente más célebre, fue el protagonizado en pleno siglo XI por el emperador alemán Enrique IV y el Papa Gregorio VII, durante el denominado “conflicto de las investiduras”, o lucha por la supremacía moral y política sobre el conjunto de la Cristiandad. En esta pugna, Enrique IV sería excomulgado, lo que le privaba de la obediencia de sus súbditos. Por ello, se vio obligado a pedir perdón al Papa durante 3 días, junto a las murallas nevadas del castillo de Canossa, propósito que obtendría tras diversas mediaciones, aunque poco después fuese excomulgado de nuevo.

Otro famoso episodio, lo interpretaron el emperador romano Teodosio y el Papa Ambrosio a finales del siglo IV, enfrentados también por la preeminencia de la Cristiandad. Finalmente, Ambrosio tras la masacre de tesalónica y ante la amenaza de la excomunión, acabó tras una larga penitencia, postrado de rodillas ante el Santo Padre.

Por último, el calificado por la historiografía como “el Canossa bizantino. Tras subir al Trono de forma irregular Juan Tzimiscés, el Patriarca de Constantinopla, le impuso un par de condiciones: En primer lugar, la expulsión de la emperatriz Teófano de la Corte, y el segundo aspecto prescrito, la penitencia pública. Finalmente, el “Basileus” tuvo que cumplir ambas condiciones.

Tres notorias incidencias sobre tres poderosos gobernantes… Quizá la magnitud de estos acontecimientos ayude a reflexionar al flamante fichaje socialista y en un asombroso acto de humildad y coraje pida perdón… O quizá no le haga falta, porque como ha manifestado o mejor dicho disparado con bala Felipe González: “si no rectifica será porque no creía lo que decía”.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto