La cosa va en serio cuando Solbes admite ya que España puede entrar en una recesión. Ni él ni Zapatero se atrevían hasta hace pocos meses hablar de crisis, pero la realidad es tan evidente que ya pronostica que la situación actual se prolongará hasta la segunda mitad del 2009. Por otra parte la tasa del paro sigue aumentando y Corbacho da por hecho que seguirá haciéndolo.
La sensación de crisis también se nota en el sector del automóvil, que anuncia despidos, o el inmobiliario, que sigue de capa caída. Incluso el sector hostelero ha acusado la crisis este verano. El problema no está exclusivamente en España sino que es de envergadura internacional. En Estados Unidos las dos entidades hipotecarias más grandes han tenido que ser ‘rescatadas’ por la administración de Bush.
La inseguridad de los ciudadanos es generalizada, pues además de los problemas económicos con la llegada del nuevo curso en septiembre se acumulan las malas noticias. Leer un periódico se convierte estos días en una actividad de alto riesgo, donde el lector conocerá con detalle las desgracias que ocasionan los huracanes en Cuba o México, que ya hay tantos divorcios como matrimonios o que el fin del mundo llegará con el Gran Colisionador, según las teorías apocalípticas de los científicos más catastrofistas.
Quizás después de todo leer el periódico nos ayude a recuperar la sana costumbre de leer un libro, una costumbre en desuso y barata, sino gratuita cuando uno acude a la biblioteca. Empieza un nuevo curso y son tiempos de apretarse el cinturón.