A falta de un mes para el comienzo de los Juegos Olímpicos de Pekín, la organización Save the Children ha presentado el informe ‘Los niños en competición’, donde explica con detalle la explotación que sufren los niños deportistas en diferentes países del mundo.
Sucede en muchos deportes: Fútbol, gimnasia rítmica, jinetes de camellos, etc. Pero quizás uno de los capítulos más impactantes es el ‘Muay Thai’ (boxeo infantil). Los niños comienzan a entrenarse desde los 5 y 9 años, para participar en combates oficiales al cumplir los 12 años. Este deporte genera mucho dinero en las apuestas y los niños que salen vencedores, además de fama, consiguen una importante suma de dinero que en la mayoría de casos en Tailandia, proporciona un suplemento imprescindible en la economía familiar. Por ello, muchos de esos niños dejan de ir a la escuela para entrenar hasta 8 horas diarias en el gimnasio. Y es a partir de ese momento cuando termina su infancia para siempre.
Esta situación no es nueva, sobre todo en China (país que organiza los próximos Juegos Olímpicos), que ha recibido numerosas críticas por el trato que ofrece a los niños deportistas, a los que en ocasiones el nivel de exigencia es tal, que se les aparta de sus familias y viven internados para intentar alcanzar la excelencia en su deporte.
Todo ello con un objetivo claramente político. Para que unos señores con traje y corbata puedan presumir que su país es el primero en el medallero… a cualquier precio. ¿Hasta cuándo?