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Enrique Salvatierra

Con paso firme y marcial

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Así llega España a los cuartos de final, donde le espera un inquietante duelo ante Italia, una de las bestias negras de nuestra selección desde aquel fatídico encuentro de cuartos en el mundial de Estados Unidos en 1994. Desde entonces, siempre ha habido algo pendiente, como una deuda sin cobrar, una pequeña venganza guardada en los corazones de todos los españoles que vivimos aquella injusticia.

Y ahora no volvemos a encontrar en el camino a semifinales. Ellos vienen ya de vuelta y media, tras ser campeones del mundo en el pasado mundial, y con un equipo que probablemente se despida ya de la selección tras este campeonato. Por el contrario, España llega fuerte, joven, ilusionada, con ansias de victoria, y lo más importante con grandes ansias de revancha.

Junto con Holanda, hemos sido la mejor selección de la fase de grupos, pero ahora llega el plato fuerte, y el menú va a costar digerirlo. De primero tenemos a Italia, y si conseguimos pasarla, no sin antes hacer historia, tenemos a un segundo plato muy pesado, que si los rusos no lo evitan será la potente selección holandesa, un auténtico rodillo en esta Eurocopa. Y el postre no se queda atrás, Portugal o Alemania, deberían estar esperándonos en la finalísima de Viena. Sin duda, un menú no apto para cardiacos.

Pero esta vez, llegamos con fe, comprometidos, y con ese algo especial que acompaña a los campeones. España llega al cruce de cuartos con paso firme y marcial, pero ahora tendrá que derribar al fortalecido muro italiano. La gloria está detrás de él, y será vuestra, así que… ¡cogedla!

Con paso firme y marcial

Enrique Salvatierra
Enrique Salvatierra
viernes, 20 de junio de 2008, 01:19 h (CET)
Así llega España a los cuartos de final, donde le espera un inquietante duelo ante Italia, una de las bestias negras de nuestra selección desde aquel fatídico encuentro de cuartos en el mundial de Estados Unidos en 1994. Desde entonces, siempre ha habido algo pendiente, como una deuda sin cobrar, una pequeña venganza guardada en los corazones de todos los españoles que vivimos aquella injusticia.

Y ahora no volvemos a encontrar en el camino a semifinales. Ellos vienen ya de vuelta y media, tras ser campeones del mundo en el pasado mundial, y con un equipo que probablemente se despida ya de la selección tras este campeonato. Por el contrario, España llega fuerte, joven, ilusionada, con ansias de victoria, y lo más importante con grandes ansias de revancha.

Junto con Holanda, hemos sido la mejor selección de la fase de grupos, pero ahora llega el plato fuerte, y el menú va a costar digerirlo. De primero tenemos a Italia, y si conseguimos pasarla, no sin antes hacer historia, tenemos a un segundo plato muy pesado, que si los rusos no lo evitan será la potente selección holandesa, un auténtico rodillo en esta Eurocopa. Y el postre no se queda atrás, Portugal o Alemania, deberían estar esperándonos en la finalísima de Viena. Sin duda, un menú no apto para cardiacos.

Pero esta vez, llegamos con fe, comprometidos, y con ese algo especial que acompaña a los campeones. España llega al cruce de cuartos con paso firme y marcial, pero ahora tendrá que derribar al fortalecido muro italiano. La gloria está detrás de él, y será vuestra, así que… ¡cogedla!

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