Fiel a sus principios, más allá de la izquierda, golpeándose cada mañana contra el muro de la derecha, como si intentase encontrar la puerta de su verdadera ideología, la clásica derecha española, Bono no se encuentra a gusto entre republicanos y republicanas que lucharon por defender un Estado y les fueron arrebatados sus derechos. Nunca sabremos muy bien sobre que ideología pivota el pensamiento del Sr. Bono, por sus numerosas contradicciones, pero lo que si podemos asegurar es que el “socialismo” no corre por sus venas.
Ahora hablamos de derechos y de faltas de respeto. Ahora habla el Sr. Bono de faltar a la legalidad por exhibir la bandera republicana aquellos que lucharon y les fueron arrebatados sus derechos, muchos de ellos prisioneros durante todo el franquismo, pero otros tantos que no llegaron a ver la restauración de la democracia en su Estado.
Pasan los años y no nos damos cuenta de lo que significó el franquismo. Seguimos teniendo especial celo con las palabras que soltamos por la boca, como si de insultos se tratasen. Y, no señores, no son insultos, son realidades. Realidad fue que muchas personas fueron asesinadas por ser republicanos, sin conocer todavía, dónde reposan sus cuerpos para mayor drama de sus familiares. La realidad es que no se hizo justicia y que han quedado impunes muchos de los mayores asesinos de la historia del Estado español. Ese animo de “olvidar”, el mal llamado “borrón y cuenta nueva” ha generado y generará muchos quebraderos de cabeza a los próximos gobiernos estatales.
A duras penas se ha sacado en el Parlamento una Ley para la Memoria Histórica, que ni por atisbo podríamos decir que es el principio de la restauración de los derechos perdidos por aquellos que sufrieron el franquismo en sus carnes. 30 años después del franquismo y aún seguimos en las mismas, con personajes como el Sr. Fraga, recorriendo medio Estado con prepotencia y la cabeza alta, orgulloso de haber cometido las barbaries que cometió.
No sólo republicanos fueron objeto de búsqueda y captura, cual villanos del oeste. Vascos y catalanes sufrieron lo indecible por defender lo que eran, por defender su lengua y sus costumbres.
Por tanto, que el Sr. Bono se irrite con tanto énfasis cuando un ciudadano exhibe la bandera republicana en un acto en honor de los mismos, no sólo no es entendible, sino que puede ser reprochable. El acto de exhibir la bandera republicana no concierne en si mismo un acto de ilegalidad, porque en ningún momento se manifestó un deseo de menosprecio o de comparación de la bandera constitucional. Puesto que una no es oficial, no puede ser comparable. Por tanto, solamente se trata de un símbolo afectivo para todos ellos con el que recuerdan con lagrimas lo que tuvieron que soportar y padecer por mostrarla en público.
El Sr. Bono es una persona que dice ser abanderado del socialismo español, cuando a los ojos de muchas personas, no es mas que el reducto de Barones conservadores que permanecen todavía en las filas del PSOE. Bono bien podría cuadrar perfectamente en la “nueva” estructura ideológica que preparan sus “opositores” populares. Ese teórico viraje al centro hará sin duda que se encuentren de cara con el pensamiento del Sr. Bono.
Sr. Bono, ¿para cuándo la retirada definitiva de la política?