(Pido perdón por ser un artículo, quizás excesivamente localista, ante el domingo que se avecina)
Pues les diré, que aunque no soy aficionado a escupir hacia arriba (por la edad), casi les aseguro que el epitafio que figure sobre mi tumba no será: “aquí yace un pelota” y aun así, me atrevo a caminar sobre el filo de la navaja y pedir al sportinguismo, a la afición, al Molinón en si mismo, no ya que dejemos de cometer errores (cosa casi imposible por ser humanos) sino que pongamos voluntad en subsanarlos y aprender de ellos, aunque solo sea por inteligencia.
Me explico:
Cuando en el partido ante el Córdoba, poco antes de finalizar la primera mitad, 22.000 gargantas se empeñaron en gritar: “ARBITRO… HIJO DE UTAH” me dio por pensar que no era aconsejable, recordar al arbitro su país de origen. Mas que nada, porque, a pocos “redaños” que tenga, pensará:
“Ah, vale, vale… la próxima jugada confusa que se produzca en el área, os jodo vivos con un penalti”.
Y es que, queramos o no, la mente humana suele reaccionar así. Imagínese usted en el verde prado. Toda acción, provoca una reacción. Olvídese de la “profesionalidad” del arbitro, porque esta es una palabra tendente a la desaparición , o utópica desde su misma creación.
El domingo, contra el Eibar, no digo yo, que le gritemos ante sus posibles fallos, (maletines o simpatías futbolísticas): “bien, bien, bien, coño bien”., pero podríamos inventarnos algún slogan como: “tranquilo cara pez… todos fallamos alguna vez” o “te puedes equivocar… la próxima acertarás”.
(Algún espontáneo poeta rojiblanco, en cinco minutos lo borda)
Después, en el minuto 90 y cuando el “canario”(por la vestimenta digo) haya pitado el final del partido y ya estemos en PRIMERA, entonces es el momento de decirle que a usted, UTAH, nunca le cayó bien, (por su acento, espacio geográfico, clima , comunicaciones férreas y aéreas, idiosincrasia, índice de paro o desconocimiento de lo que supone el movimiento pro-sportingista).
PERO DESPUES DEL PITIDO FINAL. ¿Compréndeseme oh?
Seamos sensatos, queridos hermanos de la orden del Sportinguismo racional y no juguemos con mentes de árbitros que mal o bien amuebladas, son capaces de reaccionar de forma perversa o simplemente… NORMAL.
A propósito…¡ahora Quini, ahora! Y es que a veces, hay cosas que importan mas que el fútbol. El Brujo tiene su guerra, el Sporting la propia y los demás, solo contamos para apoyar a ambas. ¡Por nosotros no quedará! … pero olvídense de mencionar países del extraradio, please.
Utah… ¡ya ves tu!... solo es un barrio de Gigia, sin importancia en estos momentos.
Lucha y suerte para el domingo. Y si no hay lo primero, que no haya lo segundo, que “la Santina” ya se apareció hace poco, vestida con un manto vasco, de “alavesiano” color y ya se sabe que ella, espacia sus “bolos”. Es lógico, porque no cobra.
Buen domingo en Begoña, en Poniente o donde leches usted quiera celebrarlo. Puxa.