A mi primogénito José María en su bautizo con la Fiesta
Mira que tuve mala suerte de escoger la primera novillada que vería mi hijo José María. La tarde arrancó fría con la devolución del primero, un novillo de buena condición mostrada en los primeros y más lucidos lances de Miguel Ángel Delgado, en donde se evidenció y casi desde el principio una clara minusvalía en tres de las cuatro extremidades del burel. El ganadero y matador de toros, Antonio Rubio “Macandro” me consta que es un gran profesional que tiene mucha afición pero los novillos de ayer nunca merecieron pisar el albero de la Real Maestranza, no ya por su escaso juego sino por la mermada presentación del encierro en general, que de no ser por el pelo de algunos ejemplares estaríamos hablando de una novillada más propia de una verbena de solteros y casados que yo me sé. Pues nada, cometí el atropello de llevar a mi hijo para hacerlo aficionado y claro no tendrá mejor escuela que la de la primera en la frente. También estas lecciones vienen bien a los aficionados noveles para que abracen o destierren nuestras pasiones heredadas, a pesar que el mío cuenta tan solo con casi tres años de edad.
De los novilleros destacar la labor de Miguel Ángel Delgado muy decidido desde el principio en la faena de muleta al cuarto. Abrió las series con un pase por la espalda desde lejos lleno de riego y emoción. Mejoró en una buena serie en redondo y otra al natural, que pudieron reproducirse en sucesivas ocasiones sino fuera por los enganchones facturados. Tiene buen corte y de ello denotan pequeños detalles que entusiasmaron al pequeño José María con los últimos adornos por bajo. Creo que será torero importante en el momento que solucione sus diferencias con la espada, única culpable de cortar algún trofeo.
Eliseo Gallardo debutaba con caballos junto a José Manuel Mas. Y es que se da el increíble caso que pegó muchos muletazos el macareno pero yo…verán ustedes. No me acuerdo ahora de ninguno en especial y eso no me gusta, porque me consta de la ilusión y las ganas con las que se presentó gallardamente con los montados en su tierra. Del madrileño apuntar que no era el Robles que me auguraba mi castizo compadre pero que recetó dos naturales dignos de un superclase. Hay que verlo más y sobre todo con otro hierro. No me gusta hacer leña del árbol caído pero a tenor de los resultados los novillos de Macandro a excepción del cuarto que tuvo algo de mayor calidad, anduvieron más por el suelo que levantados. En el caballo suspenso general y en la muleta sin emoción y fuerza. Vamos una novillada macabra por aburrida y apagada que no se comió a nadie y a lo mejor es por lo que mi hijo pudo disfrutar mas con el juego de las mulillas, alguna que otra banderilla caída en combate y la retirada de los últimos picadores de una plaza que ya no puede ser más tonta por buena.
Ficha técnica
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Domingo 25 de mayo. Vigésimo quinto festejo de abono. Novillada con picadores. En tarde fresca y con más de media plaza se lidiaron seis novillos de Macandro, encaste Núñez, de escasa presentación, fuerza, raza y juego. A excepción del cuarto que tuvo nobleza y cierto recorrido.
- Miguel Ángel Delgado, de lila y oro. Saludos tras avisos y vuelta al ruedo
- Eliseo Gallardo, de verde oliva y oro. Silencio y silencio tras aviso
- José Manuel Mas, de verde botella y oro. Saludos tras aviso y ovación tras aviso.