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Xabier López de Armentia

Objeción fiscal

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¿Cuántas días nos levantamos con la sensación de que nuestros impuestos son malgastados? ¿Cuántos días despertamos con la sensación extraña de saber que contribuimos en gran medida a la consecución de un mundo más desigual, aterradoramente belicoso y egoísta?

Ese frió sudor que recorre nuestro cuerpo cuando presenciamos ante el televisor, mientras comemos tranquilamente en nuestra casa, miles de muertes diarias de inocentes sin motivo ni razón, entendiendo que las guerras no tienen razón de ser en pleno Siglo XXI. Ese frió sudor es el único capaz de hacernos salir de la rutina insensible de nuestros corazones y mostrarnos que esas armas que utilizan, esas balas que acaban con las ilusiones de un niño, las fabricamos nosotros.

Cerca de 700 millones de armas ligeras recorren las calles de nuestro mundo. Más de 1.000 empresas que juegan a la ruleta rusa con las vidas de millones de personas. El 60% de estas armas se encuentran en manos de civiles. Cada año se fabrican 8 millones de armas y 16.000 millones de municiones. ¡Mas de 2 balas por cada hombre, mujer, niño o anciano de nuestro planeta!. ...Ese frió sudor comienza a recorrer tu cuerpo como si fuera el veneno de una picadura mortal. Recorre nuestras venas y nos hace pensar, ¿Qué mundo estamos creando?. o lo que es peor, ¿Qué mundo estamos dejando a nuestros hijos?.

Cada año más de 500.000 personas mueren por el disparo de un arma convencional. Una persona por minuto. Mientras lees estas palabras muere una persona. Cuando termines habrán muerto dos.

Las lágrimas no terminan de caer por tu rostro cuando tropiezas con el dato de que en la actualidad existen más de 300.000 niños-soldados que participan en conflictos armados. Niños que no tuvieron la oportunidad de elegir entre un balón de fútbol o un juguete. Niños que fueron reclutados sistemáticamente por la barbarie de la guerra.

En la actualidad el Estado español destina 25.000 millones de euros para gasto militar. Los vascos contribuimos a esta cifra con más de 2.000 millones de euros. El gasto militar en Euskadi es de 5 millones de euros al día. Pregúntate ahora, lo que serias capaz de hacer con 5 millones de euros al día.

Miles son las personas que necesitan ayudas. Miles son los nuevos pobres, los jóvenes mileuristas, los parados, los excluidos... Con 5 millones de euros al día podríamos erradicar esas diferencias de genero tan odiosas, que no permiten a las mujeres equipararse en sueldos a los hombres. Podríamos vislumbrar una educación publica que sobrepase en recursos, medios y calidad a la privada. Y, ¿qué pasaría con la sanidad? Por fin, no dejaríamos a nadie morir o padecer eternamente por el maldito dinero. Con 5 millones de euros al día, llevaríamos a todas las familias un pedazo de pan que llevarse a la boca, miles de servicios sociales que harían de nuestra sociedad una sociedad mucho más igualitaria y más justa, haciendo la convivencia mucho mas agradable.

Ese sudor frió desapareció y nos surgió una idílica sonrisa, tan sólo de imaginarnos una sociedad así, ¿verdad?. Parece el famoso “cuento de la lechera”, pero es posible. Para ello tan sólo es necesario un poco de voluntad y concienciarse de que este sueño puede ser real. De ahí el titulo que da nombre a estas líneas “objeción fiscal”.

Neguémonos a seguir pagando de nuestro bolsillo más armas, más balas. Digamos bien alto: ¡Con nuestro dinero, no mas balas!. Pidamos a nuestros políticos que no destinen más partidas económicas al gasto militar, que las inviertan en la sociedad, en sus ciudadanos y ciudadanas, en nosotros.

Nuestra misión, erradicar el gasto militar, y ¿por qué no?, también esos 25 millones de euros anuales destinados a la Corona.

...Por una sociedad más justa, donde las balas no acaben con los sueños de las personas...

Objeción fiscal

Xabier López de Armentia
Lectores
miércoles, 28 de mayo de 2008, 06:40 h (CET)
¿Cuántas días nos levantamos con la sensación de que nuestros impuestos son malgastados? ¿Cuántos días despertamos con la sensación extraña de saber que contribuimos en gran medida a la consecución de un mundo más desigual, aterradoramente belicoso y egoísta?

Ese frió sudor que recorre nuestro cuerpo cuando presenciamos ante el televisor, mientras comemos tranquilamente en nuestra casa, miles de muertes diarias de inocentes sin motivo ni razón, entendiendo que las guerras no tienen razón de ser en pleno Siglo XXI. Ese frió sudor es el único capaz de hacernos salir de la rutina insensible de nuestros corazones y mostrarnos que esas armas que utilizan, esas balas que acaban con las ilusiones de un niño, las fabricamos nosotros.

Cerca de 700 millones de armas ligeras recorren las calles de nuestro mundo. Más de 1.000 empresas que juegan a la ruleta rusa con las vidas de millones de personas. El 60% de estas armas se encuentran en manos de civiles. Cada año se fabrican 8 millones de armas y 16.000 millones de municiones. ¡Mas de 2 balas por cada hombre, mujer, niño o anciano de nuestro planeta!. ...Ese frió sudor comienza a recorrer tu cuerpo como si fuera el veneno de una picadura mortal. Recorre nuestras venas y nos hace pensar, ¿Qué mundo estamos creando?. o lo que es peor, ¿Qué mundo estamos dejando a nuestros hijos?.

Cada año más de 500.000 personas mueren por el disparo de un arma convencional. Una persona por minuto. Mientras lees estas palabras muere una persona. Cuando termines habrán muerto dos.

Las lágrimas no terminan de caer por tu rostro cuando tropiezas con el dato de que en la actualidad existen más de 300.000 niños-soldados que participan en conflictos armados. Niños que no tuvieron la oportunidad de elegir entre un balón de fútbol o un juguete. Niños que fueron reclutados sistemáticamente por la barbarie de la guerra.

En la actualidad el Estado español destina 25.000 millones de euros para gasto militar. Los vascos contribuimos a esta cifra con más de 2.000 millones de euros. El gasto militar en Euskadi es de 5 millones de euros al día. Pregúntate ahora, lo que serias capaz de hacer con 5 millones de euros al día.

Miles son las personas que necesitan ayudas. Miles son los nuevos pobres, los jóvenes mileuristas, los parados, los excluidos... Con 5 millones de euros al día podríamos erradicar esas diferencias de genero tan odiosas, que no permiten a las mujeres equipararse en sueldos a los hombres. Podríamos vislumbrar una educación publica que sobrepase en recursos, medios y calidad a la privada. Y, ¿qué pasaría con la sanidad? Por fin, no dejaríamos a nadie morir o padecer eternamente por el maldito dinero. Con 5 millones de euros al día, llevaríamos a todas las familias un pedazo de pan que llevarse a la boca, miles de servicios sociales que harían de nuestra sociedad una sociedad mucho más igualitaria y más justa, haciendo la convivencia mucho mas agradable.

Ese sudor frió desapareció y nos surgió una idílica sonrisa, tan sólo de imaginarnos una sociedad así, ¿verdad?. Parece el famoso “cuento de la lechera”, pero es posible. Para ello tan sólo es necesario un poco de voluntad y concienciarse de que este sueño puede ser real. De ahí el titulo que da nombre a estas líneas “objeción fiscal”.

Neguémonos a seguir pagando de nuestro bolsillo más armas, más balas. Digamos bien alto: ¡Con nuestro dinero, no mas balas!. Pidamos a nuestros políticos que no destinen más partidas económicas al gasto militar, que las inviertan en la sociedad, en sus ciudadanos y ciudadanas, en nosotros.

Nuestra misión, erradicar el gasto militar, y ¿por qué no?, también esos 25 millones de euros anuales destinados a la Corona.

...Por una sociedad más justa, donde las balas no acaben con los sueños de las personas...

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