¿Se puede saber donde están nuestros amigos cuando de veras les necesitamos? ¿No es acaso la hora de la verdad cuando los amigos se supone nos ayudan a que nos mantengamos a flote? Pocos de ellos hemos visto ayudando a EEUU, aunque si hemos podido ver a esos parásitos tradicionales – los que instigan nuestra equivocada política exterior para sus propios fines, además de los que o están de acuerdo con el gobierno criminal estadounidense u optan por mirar para otro lado.
En regiones como Latinoamérica no es de esperar que EEUU tenga amigos – del tipo no servil – dada la historia de matonismo y opresiva mano dura que ese país ha tenido con esa parte del hemisferio… pero, ¿y Europa? Todas las naciones de la OTAN debieran ser fieles amigos de Norteamérica, ¿no es así? Pero ese no es el caso… no cuando no están dispuestas a influenciar con firmeza el comportamiento de nuestro gobierno.
Algunos de nosotros venimos preguntando hace ya años que diablos es la OTAN. Y no nos referimos a lo que pueda estar escrito en su archivo bautismal y reafirmado después con eso preámbulo de ser “una alianza militar de estados democráticos de Europa y América del Norte para una coordinada defensa mutua”. Su propósito pudiera haber estado muy claro en 1949: un pacto de defensa mutua contra el temido avance del comunismo. Pero eso fue entonces y ahora es ahora. Y el ahora cada día es más obvio: la OTAN es simplemente una herramienta-juguete para la política descaminada que sale de la Casa Blanca y el Pentágono.
Se suponía que EEUU era otro miembro más de la OTAN como lo era Canadá o los países europeos, no importa su tamaño o potencia económica-militar. Pero si crees en eso, vives en toda una fantasía, particularmente cuando tienes a alguien como Bush una y otra vez aclarándote lo que es la realidad. Su última proclamación fue la semana pasada en Croacia, un estado de la antigua Yugoslavia comunista, donde lo puso bien claro ante una muchedumbre de croatas. Al uniros a esta organización (OTAN), les dijo Bush, significa que vuestra nación será defendida por “EEUU y la alianza OTAN”.
¿EEUU y OTAN, nos preguntamos? ¿Será acaso otra burrada de las muchas de Bush? Esta vez no. EEUU, bueno… su gobierno actual, se siente meritoriamente separado… el resto es “el menor” OTAN, un grupo de jenízaros bajo el mando no de Bruselas sino de el Pentágono.
La verdad sea dicha, la OTAN es una reliquia ilusoria que tuvo su razón de ser en el pasado pero a la cual se debe dar ahora sepultura; o mas bien, desmantelarla para así reflejar el verdadero deseo mundial de obtener y mantener la paz. Si Europa, o más a propósito, la Unión Europea, siente que debe retener una fuerza militar de defensa, que así sea; pero tal fuerza defensiva debe ser suya propia sin proveer hegemonía a, o ser dictada por, nadie más. ¿Puede alguien hacerse una idea de la proximidad entre las aguas del Atlántico-Norte y los campos de amapola en Afganistán?
¿Acaso no debiera ser Europa más firme en sus relaciones con los pueblos del Medio Oriente en vez de tímidamente seguir a, o estar bajo la correa de, EEUU? Es muy posible que un estado de armonía se produjese entre la población musulmana que vive en Europa y los anfitriones nativos que conviven con ellos o tratan de asimilarlos. De ser así, hasta podríamos augurar una mayor probabilidad de éxito para la resolución a largo plazo del conflicto israelí-palestino en que EEUU continuamente ha servido mas como barranco que como puente.
¿No debieran acaso los europeos buscar un campo comunal con la vecina Rusia, y tratar de asegurar lazos económicos mas fuertes, en ves de ser origen de fricción y confrontación innecesaria proveniente de los forzados requisitos militares de EEUU? Una buena parte de las tribulaciones actuales que afectan Ucrania y Georgia han sido en casi su totalidad causadas por la implicación secreta de EEUU. Los europeos debieran preguntarse hasta que punto la siembra-conflicto estadounidense les beneficia… o, mejor dicho, les perjudica.
Necesitamos preguntarnos… ¿Qué es lo que temen los europeos? ¿Quizás el que se les corte su acceso al petróleo y EEUU no los ayude? ¿O quizás que su situación en el comercio exterior sufra por ello? Tonterías todo ello, probablemente pasaría lo opuesto. Y tiene lógica que las tensiones disminuirían así como la invitación a otra nueva guerra fría, ofreciendo además mayores prospectos de paz en el Medio Oriente.
Y para Estados Unidos, la vuelta de los amigos pródigos de Europa, como hermanos dando consejo sabio – y no tropas para luchar en Afganistán en algo que solo se resolverá mediante mediación con el Taliban – no como vasallos y prostitutas de un imperio que, de continuar sin restricción, cobrará no solo la paz sino el bienestar económico del pueblo norteamericano. Eso es lo que nuestros amigos europeos debieran hacer para ayudar a Estados Unidos: desensamblar ese juguetito que es para EEUU la OTAN.