El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha celebrado la decisión del Departamento de Justicia de Estados Unidos de liberar entre el 30 de octubre y el 2 de noviembre a unos 6.000 presos condenados por delitos no violentos con el objetivo de disminuir la sobrepoblación en las cárceles federales del país.

Ban también ha acogido "con beneplácito" la propuesta del Gobierno estadounidense de considerar la posibilidad de llevar a cabo más excarcelaciones de personas sentenciadas por ese tipo de delitos durante el próximo año. En concreto, el organismo espera que a lo largo de 2016 otros 12.000 presos puedan beneficiarse de estas mismas medidas.

A través de un comunicado, el titular de la ONU ha señalado que Estados debe aplicar la privación de libertad "como último recurso y sólo después de tomarse en consideración otras alternativas".

Pese a que el número de personas encarceladas en Estados Unidos ha disminuido en un 23 por ciento respecto a 2014, el país sigue teniendo la población penal más grande del mundo, con 205.723 presos.

De acuerdo con los datos oficiales recogidos por la cadena estadounidense Univision, dos tercios de estos presos (el 67,8 por ciento) se encuentran recluidos por tráfico de drogas, con condenas mínimas que van desde los cinco a los diez años.

El Departamento de Justicia trasladará a la mayoría de los presos a centros de reinserción o les mantendrá en prisión domiciliaria antes de optar a la libertad condicional.

Ban ha añadido que la sobrepoblación en los centros carcelarios "suele dar lugar a malos tratos e inclusos a casos de tortura". Por ello, ha añadido que algunos estados deben desarrollar e implementar alternativas al ingreso en prisión y revisar sus políticas y sus leyes para garantizar que las sentencias son proporcionales a la magnitud del delito.

En el caso de condenas por temas relacionadas con el consumo de drogas, el secretario general de la ONU apuesta por "incrementar el enfoque en la asistencia sanitaria, la prevención, el tratamiento y la atención a esas personas".

Por su parte, el consejero legislativo de la organización Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Jesselyn McCurdy, dijo que "se ha hecho justicia" y denunció que la sobrepoblación en las cárceles estadounidenses se ha originado en el marco de "una guerra fallida contra las drogas".