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Elecciones con paga extra

Por Navidad, urnas

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Por fin Mariano Rajoy ha despejado la incógnita y el próximo 20 de Diciembre los españoles tendrán la oportunidad de enviar a su casa al peor Presidente de Gobierno que España ha sufrido desde la reinstauración de la democracia a la muerte del dictador. Por una vez el “gallego errante” se olvidó del plasma y acudió al plató de Antena 3 para que una locutora nada imparcial le hiciera una lavado de cara y un buen masaje terapéutico con preguntas que nada nuevo decían a los seguidores de aquella entrevista que, hubiera sido lo lógico, se debería haber realizado en Televisión Española, la que pagamos todos los españoles, pero la servidumbre de la clase política ante los poderes mediáticos es una de las cosas que desde los grandes partidos tienen muy en cuenta y hay que pagar, concediendo entrevistas en exclusiva, los favores de los que luego gozaran en el medio elegido.

Aunque tal vez el motivo de la no aparición del señor Presidente en el plató de TVE se debiera, no al pago de presuntos favores de ATRESMEDIA sino a que, últimamente, la televisión pública ha rebajado tanto su calidad que ni tan siquiera es del gusto del presidente de la nación. Sea por uno u otro motivo lo cierto es que pocos días antes de la Navidad los colegios electorales abrirán sus puertas para que las urnas recojan los deseos de los ciudadanos en forma de voto. Parece que, después del batacazo sufrido por el PP en las elecciones catalanas, sus dirigentes tienen prisa por hacer acudir al electorado ante las urnas, deben pensar que si siguen bajando la pendiente en la que se han situado el porrazo que se pueden dar en España puede ser morrocotudo, por mucho que la hoja oficial y parroquial del PP, el diario LA RAZÓN, publique encuestas en las que la muchachada de la gaviota vuelve a ganar las elecciones.

Las semanas que quedan hasta llegar al domingo 20-D vamos a ver a Mariano Rajoy y sus palmeros recorriendo España de punta a punta, cual nuevos predicadores, anunciando la buena nueva de que gracias a ellos y a los recortes que los demás hemos sufrido “España va bien”, pero la única España que va bien es la de ellos y sus amigos del alma como ese Rodrigo Rato del que, conforme avanzan los días, nos vamos enterando de los presuntos trapicheos que llevaba a cabo mientras estafaba a probos ciudadanos que no dudaron en dejar sus ahorros en manos de esa nueva clase pirata en la que se han convertido algunos banqueros. España va bien para los principales accionistas de la banca que ven cómo aumentan sus dividendos mientras cada noche duermen tranquilos en la seguridad de que si alguna cosa no funciona en su negocio el Estado ya pondrá los millones necesarios a costa de los impuestos de los españolitos de a pie. España va bien para empresarios como el presidente del Real Madrid al que si le falla el negocio también “papa Estado” le pagará millones sacados de nuestros impuestos.

Pero no va bien para millones de ciudadanos que han visto cómo los bancos se quedaban con sus ahorros, para ciudadanos que han visto recortada la sanidad, la educación y un sinfín de derechos sociales que se habían ganado durante años de luchas y reclamaciones, para personas que ven cómo se incumple de manera insistente la Ley de Dependencia dando tantas largas a la tramitación de peticiones que a veces cuando llega la resolución el solicitante de la ayuda ha fallecido hace tiempo. Son muchos los ciudadanos que a duras penas llegan a fin de mes sin pasar agobios económicos, miles de ellos han visto cómo no sólo se quedaban sin trabajo sino también sin la vivienda que un día, ilusionados, compraron y ahora la hipoteca es una losa imposible de levantar.

No va a tener la tarea fácil la muchachada de la gaviota revalidar su anterior victoria, van a tener que convencer a demasiados descontentos y su competencia más directa, Ciudadanos, ya les anda pisando los talones. Al fin y al cabo unos y otros son lo mismo y defienden los mismos principios e ideología, a la vieja y ya caduca derecha del PP le quiere substituir una nueva derecha avergonzada de serlo, ellos afirman no ser ni de derechas ni de izquierdas y cuando alguien dice esto o se reclama alejado de la política está firmando su partida de nacimiento como derechista a ultranza.

El 20-D cumpliremos con el democrático deber de votar, pero estas Navidades no dejarán un buen recuerdo en muchos políticos. Seguramente a Rajoy se le atragantará el capón gallego que cenará la Nochebuena tan sólo pensando que en unas semanas tendrá que hacer mudanza y dejar los mullidos sofás de Moncloa. Y mientras él anda, tranquilo, fumándose un buen habano otros, Albert Rivera y Pedro Sánchez, quizás aprovechen que la Navidad es una fiesta en la que reina la buena voluntad para iniciar conversaciones en las que repartirse los sillones del Consejo de Ministros. “Cosas veredes Sancho”, que decía a su escudero el orate de La Mancha.

Por Navidad, urnas

Elecciones con paga extra
Rafa Esteve-Casanova
martes, 6 de octubre de 2015, 06:25 h (CET)
Por fin Mariano Rajoy ha despejado la incógnita y el próximo 20 de Diciembre los españoles tendrán la oportunidad de enviar a su casa al peor Presidente de Gobierno que España ha sufrido desde la reinstauración de la democracia a la muerte del dictador. Por una vez el “gallego errante” se olvidó del plasma y acudió al plató de Antena 3 para que una locutora nada imparcial le hiciera una lavado de cara y un buen masaje terapéutico con preguntas que nada nuevo decían a los seguidores de aquella entrevista que, hubiera sido lo lógico, se debería haber realizado en Televisión Española, la que pagamos todos los españoles, pero la servidumbre de la clase política ante los poderes mediáticos es una de las cosas que desde los grandes partidos tienen muy en cuenta y hay que pagar, concediendo entrevistas en exclusiva, los favores de los que luego gozaran en el medio elegido.

Aunque tal vez el motivo de la no aparición del señor Presidente en el plató de TVE se debiera, no al pago de presuntos favores de ATRESMEDIA sino a que, últimamente, la televisión pública ha rebajado tanto su calidad que ni tan siquiera es del gusto del presidente de la nación. Sea por uno u otro motivo lo cierto es que pocos días antes de la Navidad los colegios electorales abrirán sus puertas para que las urnas recojan los deseos de los ciudadanos en forma de voto. Parece que, después del batacazo sufrido por el PP en las elecciones catalanas, sus dirigentes tienen prisa por hacer acudir al electorado ante las urnas, deben pensar que si siguen bajando la pendiente en la que se han situado el porrazo que se pueden dar en España puede ser morrocotudo, por mucho que la hoja oficial y parroquial del PP, el diario LA RAZÓN, publique encuestas en las que la muchachada de la gaviota vuelve a ganar las elecciones.

Las semanas que quedan hasta llegar al domingo 20-D vamos a ver a Mariano Rajoy y sus palmeros recorriendo España de punta a punta, cual nuevos predicadores, anunciando la buena nueva de que gracias a ellos y a los recortes que los demás hemos sufrido “España va bien”, pero la única España que va bien es la de ellos y sus amigos del alma como ese Rodrigo Rato del que, conforme avanzan los días, nos vamos enterando de los presuntos trapicheos que llevaba a cabo mientras estafaba a probos ciudadanos que no dudaron en dejar sus ahorros en manos de esa nueva clase pirata en la que se han convertido algunos banqueros. España va bien para los principales accionistas de la banca que ven cómo aumentan sus dividendos mientras cada noche duermen tranquilos en la seguridad de que si alguna cosa no funciona en su negocio el Estado ya pondrá los millones necesarios a costa de los impuestos de los españolitos de a pie. España va bien para empresarios como el presidente del Real Madrid al que si le falla el negocio también “papa Estado” le pagará millones sacados de nuestros impuestos.

Pero no va bien para millones de ciudadanos que han visto cómo los bancos se quedaban con sus ahorros, para ciudadanos que han visto recortada la sanidad, la educación y un sinfín de derechos sociales que se habían ganado durante años de luchas y reclamaciones, para personas que ven cómo se incumple de manera insistente la Ley de Dependencia dando tantas largas a la tramitación de peticiones que a veces cuando llega la resolución el solicitante de la ayuda ha fallecido hace tiempo. Son muchos los ciudadanos que a duras penas llegan a fin de mes sin pasar agobios económicos, miles de ellos han visto cómo no sólo se quedaban sin trabajo sino también sin la vivienda que un día, ilusionados, compraron y ahora la hipoteca es una losa imposible de levantar.

No va a tener la tarea fácil la muchachada de la gaviota revalidar su anterior victoria, van a tener que convencer a demasiados descontentos y su competencia más directa, Ciudadanos, ya les anda pisando los talones. Al fin y al cabo unos y otros son lo mismo y defienden los mismos principios e ideología, a la vieja y ya caduca derecha del PP le quiere substituir una nueva derecha avergonzada de serlo, ellos afirman no ser ni de derechas ni de izquierdas y cuando alguien dice esto o se reclama alejado de la política está firmando su partida de nacimiento como derechista a ultranza.

El 20-D cumpliremos con el democrático deber de votar, pero estas Navidades no dejarán un buen recuerdo en muchos políticos. Seguramente a Rajoy se le atragantará el capón gallego que cenará la Nochebuena tan sólo pensando que en unas semanas tendrá que hacer mudanza y dejar los mullidos sofás de Moncloa. Y mientras él anda, tranquilo, fumándose un buen habano otros, Albert Rivera y Pedro Sánchez, quizás aprovechen que la Navidad es una fiesta en la que reina la buena voluntad para iniciar conversaciones en las que repartirse los sillones del Consejo de Ministros. “Cosas veredes Sancho”, que decía a su escudero el orate de La Mancha.

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