La mano alegre,
hoy dormida está,
se ha levantado el alba sin ese don de la felicidad.

La mano alegre,
finge ser feliz, todos los días se cansa de tanta fiesta al compás del bienestar,
mas mañana se afligirá al cambio del sino.

La mano alegre,
está cuando se aprieta con otras en este negocio del destino,
ha firmado la mejoría definitiva...

La mano alegre,
el niño la acaricia con la pluma de esa inocencia inocente,
ese enamorado pasea agarrado fielmente a ella mientras la otra se sostiene en el recuerdo de aquélla que tanto quiere.

La mano alegre,
toca con la otra, la izquierda, la música de la supuesta eterna alegría,
al caer la oscuridad, duerme el día y se levanta muy sutilmente el sueño de las cien mil fantasías.

La mano alegre,
toca en su violín una música algo triste... ha muerto el alba y el atardecer se torna algo oscuro,
y aparentemente esa alegría se convierte en el luto del lastre en este falso resto de nuestra eterna vida.

La muerte llegará con el cambio de la fortuna en este destino fúnebre turbiamente en-colorido...