Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Copo | Amor

De un romántico y su elegía

|

Existen palabras indefinibles, una de ellas es Amor. Creo que el amor es un estado de alucinación, una locura pasajera entre personas y una permanencia total del acontecimiento; por ello, los que han gozado de él son sabedores de que no volverá a repetirse.

En cierta ocasión escribí una elegía que algún día volcaré en el océano; pero hoy, voy a compartir una par de estrofas escritas en sextinas. Una de ellas dice: “… Dejadme que me crea yo un romántico,/ preguntad a los árboles mi nombre,/ os dirán con sus ramas este cántico:/ sencilla y llanamente es un hombre./ Un hombre que defiende su locura/ de un mundo que amamanta la cordura…”

Y es que el amor, entre hombre y mujer, es, en principio una santa locura que los demás, los que dicen quererte, desean que no padezcas; porque amar, no se olvide, es éxtasis e infierno, y en el acontecer que va desde que brota hasta que desaparece se dan el cenit y el nadir. Porque desaparece para bien nuestro y del otro o de la otra, ya que es imposible la permanencia y que vuelva a repetirse en el tránsito de la vida. Lo cambiamos, me refiero al amor, por el cariño, la seguridad o la visión normal de lo conocido; pero, como decía anteriormente, permanece lo que fue como una ausencia inacabada que siempre está presente en ti y se enreda en tu ser cuando lo crees vencido

“… Me dicen los de siempre que estas cosas/ han cambiado. Yo siento que el amor/ declina su caudal como las rosas/ sus pétalos; un pétalo: un dolor./ Un beso de la ausencia lo percibo/ en el roce del sueño que yo avivo”

Y es que aunque los amantes huyan en dirección contraria el uno del otro, siempre, en el centro de la trayectoria que los separa, se encuentran esas cuatro letras, AMOR, que bailan al son de la pasión que vivieron, porque el amor no es un apacible estanque con dorados cisnes, sino una tormenta que se alza hacia el cielo, hacia el infierno y hacia Dios en un grito que se torna eterno.

De un romántico y su elegía

José García Pérez
miércoles, 2 de septiembre de 2015, 06:43 h (CET)
Existen palabras indefinibles, una de ellas es Amor. Creo que el amor es un estado de alucinación, una locura pasajera entre personas y una permanencia total del acontecimiento; por ello, los que han gozado de él son sabedores de que no volverá a repetirse.

En cierta ocasión escribí una elegía que algún día volcaré en el océano; pero hoy, voy a compartir una par de estrofas escritas en sextinas. Una de ellas dice: “… Dejadme que me crea yo un romántico,/ preguntad a los árboles mi nombre,/ os dirán con sus ramas este cántico:/ sencilla y llanamente es un hombre./ Un hombre que defiende su locura/ de un mundo que amamanta la cordura…”

Y es que el amor, entre hombre y mujer, es, en principio una santa locura que los demás, los que dicen quererte, desean que no padezcas; porque amar, no se olvide, es éxtasis e infierno, y en el acontecer que va desde que brota hasta que desaparece se dan el cenit y el nadir. Porque desaparece para bien nuestro y del otro o de la otra, ya que es imposible la permanencia y que vuelva a repetirse en el tránsito de la vida. Lo cambiamos, me refiero al amor, por el cariño, la seguridad o la visión normal de lo conocido; pero, como decía anteriormente, permanece lo que fue como una ausencia inacabada que siempre está presente en ti y se enreda en tu ser cuando lo crees vencido

“… Me dicen los de siempre que estas cosas/ han cambiado. Yo siento que el amor/ declina su caudal como las rosas/ sus pétalos; un pétalo: un dolor./ Un beso de la ausencia lo percibo/ en el roce del sueño que yo avivo”

Y es que aunque los amantes huyan en dirección contraria el uno del otro, siempre, en el centro de la trayectoria que los separa, se encuentran esas cuatro letras, AMOR, que bailan al son de la pasión que vivieron, porque el amor no es un apacible estanque con dorados cisnes, sino una tormenta que se alza hacia el cielo, hacia el infierno y hacia Dios en un grito que se torna eterno.

Noticias relacionadas

Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto