Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La tronera
Más vale que se busque un asesor de peso o se dedique a otro oficio diferente a la política

El derecho a equivocarse

|

Hace unos días, escuchábamos en televisión la intervención de un integrante de las juventudes comunistas de Úbeda. Como decía un brillante socialista, estamos ante el típico ‘ceporroflauta’ sin perspectiva política y con una ignorancia fuera de lo común. No sé si alguien podrá entender algo de lo que dice, pues se aprecia que tiene dificultades de lectura, nula vocalización, pronunciación incomprensible de versión andalusí, descoordinación motora entre el habla y el cerebro, falta de sentido del ridículo, inexistente sentido del ridículo, confuso antitaurinismo… incluso no faltan algunos que --en las redes sociales-- han expuesto que parece como si se hubiera tragado una peonza o estuviera digiriendo una canica.

Sea como fuere, este video ha recorrido España entera y ha sido el hazmerreír más completo, e incluso ha servido para la mofa y la vergüenza ajena. No estaría de más que el personaje se dedicara, entre otras cosas, a leer; más que nada, por aquello que decía Cayo Plinio “El joven”, respecto a que no hay libro tan malo del que no se pueda aprender algo bueno.

Si este tipo de personajes son los que pretenden dirigir las instituciones, que nadie se extrañe si decimos que la clase política se ha convertido en lo más triste y cutre, además de en lo más mediocre de nuestra sociedad. Luis Fernández, que así se llama el personaje comunista, ‘ceporroflauta’ y antitaurino, ‘apedrea’ al auditorio con vocablos a medio pronunciar y con ideas sin completar, algo que avergüenza a propios y a extraños. Ya decía Hans Kaspar que “los altavoces refuerzan la voz, pero no los argumentos”. Más vale que se busque un asesor de peso o se dedique a otro oficio diferente a la política, como por ejemplo a leer algún libro digno, ya sea sobre el desarrollo y conocimiento de la política o sobre pronunciación correcta para la clase dirigente.

En fin, pasado ya el mal trago, estoy convencido que el tal Luis Fernández, no puede matar el tiempo sin herir la eternidad, como decía Henry Thoreau. Su excesiva juventud le disculpa a priori porque individual o colectivamente, la juventud necesita creerse, en principio, superior. Claro que se equivoca, pero éste es precisamente el gran derecho de la juventud: tiene derecho a equivocarse impunemente.

El derecho a equivocarse

Más vale que se busque un asesor de peso o se dedique a otro oficio diferente a la política
Jesús  Salamanca
viernes, 28 de agosto de 2015, 22:49 h (CET)
Hace unos días, escuchábamos en televisión la intervención de un integrante de las juventudes comunistas de Úbeda. Como decía un brillante socialista, estamos ante el típico ‘ceporroflauta’ sin perspectiva política y con una ignorancia fuera de lo común. No sé si alguien podrá entender algo de lo que dice, pues se aprecia que tiene dificultades de lectura, nula vocalización, pronunciación incomprensible de versión andalusí, descoordinación motora entre el habla y el cerebro, falta de sentido del ridículo, inexistente sentido del ridículo, confuso antitaurinismo… incluso no faltan algunos que --en las redes sociales-- han expuesto que parece como si se hubiera tragado una peonza o estuviera digiriendo una canica.

Sea como fuere, este video ha recorrido España entera y ha sido el hazmerreír más completo, e incluso ha servido para la mofa y la vergüenza ajena. No estaría de más que el personaje se dedicara, entre otras cosas, a leer; más que nada, por aquello que decía Cayo Plinio “El joven”, respecto a que no hay libro tan malo del que no se pueda aprender algo bueno.

Si este tipo de personajes son los que pretenden dirigir las instituciones, que nadie se extrañe si decimos que la clase política se ha convertido en lo más triste y cutre, además de en lo más mediocre de nuestra sociedad. Luis Fernández, que así se llama el personaje comunista, ‘ceporroflauta’ y antitaurino, ‘apedrea’ al auditorio con vocablos a medio pronunciar y con ideas sin completar, algo que avergüenza a propios y a extraños. Ya decía Hans Kaspar que “los altavoces refuerzan la voz, pero no los argumentos”. Más vale que se busque un asesor de peso o se dedique a otro oficio diferente a la política, como por ejemplo a leer algún libro digno, ya sea sobre el desarrollo y conocimiento de la política o sobre pronunciación correcta para la clase dirigente.

En fin, pasado ya el mal trago, estoy convencido que el tal Luis Fernández, no puede matar el tiempo sin herir la eternidad, como decía Henry Thoreau. Su excesiva juventud le disculpa a priori porque individual o colectivamente, la juventud necesita creerse, en principio, superior. Claro que se equivoca, pero éste es precisamente el gran derecho de la juventud: tiene derecho a equivocarse impunemente.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto