Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas

Brazo impreso en 3D

|

Los avances de la impresión en tres dimensiones son asombrosos. En el futuro numerosas cosas se podrán fabricar en casa disponiendo de impresoras 3D. El video protagonizado por Isabella en YouTube muestra la inmensa alegría de una niña de 8 años, por poder usar un brazo, y una mano artificiales en la vida cotidiana, con lo que esto representa y supone. Y no es para menos.

El diseñador del brazo Stephen Davies, ha recibido la gran satisfacción de haber proporcionado una prótesis, extraordinariamente útil, para la niña. Es natural que diga: «Su enorme sonrisa al recibirlo vivirá conmigo siempre, es alimento para mi alma».

Actualmente, el gran desarrollo de la tecnología es muy esperanzador. Numerosos investigadores, ingenieros, científicos, etc., están dedicando sus esfuerzos y su trabajo, a mejorar las condiciones de vida de las personas. Indudablemente, los inventos, y las aplicaciones en este campo de la robótica son increíbles. En lo relativo a los brazos robóticos, ya existen diversos prototipos que poseen un aspecto muy parecido al brazo humano. Algo que también es importante por razones estéticas, fácilmente, entendibles.

La impresión en 3D ya es usada, por una empresa china, para construir chalés en tres horas. Es cierto que en los próximos años asistiremos a una expansión y perfeccionamiento cada vez mayor de esta técnica revolucionaria. Porque puede cambiar, quizás, en buena medida, nuestra vida cotidiana, y también determinados aspectos del sistema productivo, en los próximos lustros o décadas.

Si a esto se une la ingeniería genética, la nanotecnología, los nuevos materiales, los ordenadores cuánticos, y la posibilidad, al menos teórica de creación de vida artificial aunque sea, de momento, a nivel celular, las perspectivas son casi inimaginables.

En lo referente a la miniaturización de los chips, y de otros componentes electrónicos también se están alcanzando niveles extraordinarios. Es impresionante pensar que un procesador de un gigahercio realiza unos mil millones de cálculos por segundo. En solo ocho o nueve tictacs de un reloj un ordenador ha tenido tantos pensamientos como una persona que haya llegado a cumplir cien años. Los seres humanos del futuro serán, tal vez, en ciertos casos cíborgs, si es que necesitan serlo, para poder vivir.

A mi juicio, es incuestionable que lo natural es lo mejor. Pero hoy en día, los implantes de todo tipo están a la orden del día, si realmente son necesarios, para el mantenimiento de la calidad de vida de los individuos, y también para que puedan vivir.

De hecho, la creación de microrrobots es una de las vías que ya se están investigando, porque poseen multitud de aplicaciones posibles en el mundo civil y militar. Con la particularidad de que, probablemente, se pueda lograr que los microrrobots, también llamados Micro-Crawlers, se pueden alimentar a sí mismos. Un Micro-Crawler sería un robot miniaturizado, con un tamaño similar al de un grano de mostaza, o bien con el de una mosca, araña o insecto similar.

Algo expuesto por el profesor de Física en la Universidad de Cornell Paul Mceuen, en su novela Espiral, publicada en la Editorial Plaza Janés al escribir: «Un poco de azúcar puede mantener funcionando a un Crawler durante días. Todos tienen en su interior un hongo modificado genéticamente que convierte cualquier fuente de azúcar en el etanol que utilizan como combustible». Por tanto, no necesitan baterías ni pila.

Todo esto suena fantástico y es ciencia ficción, pero no veo descabellado pensar, que se pueda alcanzar este nivel de desarrollo y sofisticación en este siglo XXI, o en el siguiente.

Lo fundamental es utilizar, todos estos posibles avances de las ciencias y la tecnología en beneficio de la especie humana, y de los animales y la naturaleza.

Brazo impreso en 3D

José Manuel López García
miércoles, 26 de agosto de 2015, 22:04 h (CET)
Los avances de la impresión en tres dimensiones son asombrosos. En el futuro numerosas cosas se podrán fabricar en casa disponiendo de impresoras 3D. El video protagonizado por Isabella en YouTube muestra la inmensa alegría de una niña de 8 años, por poder usar un brazo, y una mano artificiales en la vida cotidiana, con lo que esto representa y supone. Y no es para menos.

El diseñador del brazo Stephen Davies, ha recibido la gran satisfacción de haber proporcionado una prótesis, extraordinariamente útil, para la niña. Es natural que diga: «Su enorme sonrisa al recibirlo vivirá conmigo siempre, es alimento para mi alma».

Actualmente, el gran desarrollo de la tecnología es muy esperanzador. Numerosos investigadores, ingenieros, científicos, etc., están dedicando sus esfuerzos y su trabajo, a mejorar las condiciones de vida de las personas. Indudablemente, los inventos, y las aplicaciones en este campo de la robótica son increíbles. En lo relativo a los brazos robóticos, ya existen diversos prototipos que poseen un aspecto muy parecido al brazo humano. Algo que también es importante por razones estéticas, fácilmente, entendibles.

La impresión en 3D ya es usada, por una empresa china, para construir chalés en tres horas. Es cierto que en los próximos años asistiremos a una expansión y perfeccionamiento cada vez mayor de esta técnica revolucionaria. Porque puede cambiar, quizás, en buena medida, nuestra vida cotidiana, y también determinados aspectos del sistema productivo, en los próximos lustros o décadas.

Si a esto se une la ingeniería genética, la nanotecnología, los nuevos materiales, los ordenadores cuánticos, y la posibilidad, al menos teórica de creación de vida artificial aunque sea, de momento, a nivel celular, las perspectivas son casi inimaginables.

En lo referente a la miniaturización de los chips, y de otros componentes electrónicos también se están alcanzando niveles extraordinarios. Es impresionante pensar que un procesador de un gigahercio realiza unos mil millones de cálculos por segundo. En solo ocho o nueve tictacs de un reloj un ordenador ha tenido tantos pensamientos como una persona que haya llegado a cumplir cien años. Los seres humanos del futuro serán, tal vez, en ciertos casos cíborgs, si es que necesitan serlo, para poder vivir.

A mi juicio, es incuestionable que lo natural es lo mejor. Pero hoy en día, los implantes de todo tipo están a la orden del día, si realmente son necesarios, para el mantenimiento de la calidad de vida de los individuos, y también para que puedan vivir.

De hecho, la creación de microrrobots es una de las vías que ya se están investigando, porque poseen multitud de aplicaciones posibles en el mundo civil y militar. Con la particularidad de que, probablemente, se pueda lograr que los microrrobots, también llamados Micro-Crawlers, se pueden alimentar a sí mismos. Un Micro-Crawler sería un robot miniaturizado, con un tamaño similar al de un grano de mostaza, o bien con el de una mosca, araña o insecto similar.

Algo expuesto por el profesor de Física en la Universidad de Cornell Paul Mceuen, en su novela Espiral, publicada en la Editorial Plaza Janés al escribir: «Un poco de azúcar puede mantener funcionando a un Crawler durante días. Todos tienen en su interior un hongo modificado genéticamente que convierte cualquier fuente de azúcar en el etanol que utilizan como combustible». Por tanto, no necesitan baterías ni pila.

Todo esto suena fantástico y es ciencia ficción, pero no veo descabellado pensar, que se pueda alcanzar este nivel de desarrollo y sofisticación en este siglo XXI, o en el siguiente.

Lo fundamental es utilizar, todos estos posibles avances de las ciencias y la tecnología en beneficio de la especie humana, y de los animales y la naturaleza.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto