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Paco Milla

La educación y... los cachetes que no dimos

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Dicen Ana y Víctor en una de sus canciones: ¿”Adonde irán los besos, que guardamos, que no damos”?

¿Saben ustedes, donde pueden estar, algunos cachetes que no se dieron? Por ejemplo, pueden estar, en la primera pagina de la prensa de Asturias, de la pasada semana, donde aparece una madre, que tuvo que llamar a la policía, para que los agentes obligaran a sus hijos a ir al instituto.

(El día anterior lo había intentado ella, pero sus “pollitos” la habían abofeteado)

Ayer, descubrí tres nuevas delincuentes en mi barrio. Tres jóvenes madres que en un determinado momento, dieron sonoros cachetes en el culo de sus vástagos, cuando estos, se empeñaban en bajar el tobogán cabeza abajo y estamparse la cara contra la arena, como mejor forma de frenado.

Digo “delincuentes” porque ustedes ya sabrán, que nos ha sido vetado a los padres, DECIDIR por nosotros mismos, si hemos de hacerlo y en que momento.

Ayer, todos pudimos ver en el telediario, que “se aprobaba tal prohibición”, dejando a los progenitores como anormales y sorprendido-boquiabiertos, ante la sonrisa “por lo bajini” de los tiernos adolescentes quinceañeros españoles, que frotándose las manos, ponían los pies encima de la mesa, sin miedo alguno al “soplamocos” que el abuelo suele regalar, cuando saca el brazo a pasear.

Decía el primer ministro británico Blair, hace unos días que le parecía RIDICULO que los políticos, dijeran a los padres como tenían que educar a sus hijos, en Finlandia parece ser que han dicho NO a la prohibición y así los padres podrán decidir, si es el momento o no de soltar el cachete de turno.

Y es que los “prohibidores”, seguro que se creen cargados de razón y a lo mejor lo están, porque vamos a ver: ¿qué sabemos los padres sobre como tratar a nuestros pupilos, si la gran mayoría no hemos estudiado, ni hemos visto siquiera un documental sobre psicología en la 2?

Como respuesta, una de las madres entrevistada tras la noticia decía en el telediario…¿y a mi que me importa que el gobierno diga so o arre? …yo daré un cachete a mi hijo cuando YO, lo considere oportuno.

Antes de seguir, quiero dejar claro que SE SUPONE que todas las madres y padres del mundo mundial, sabemos cual es la diferencia entre un cachete y el maltrato a los niños… ¿es así? Todos pensamos que no hay que ser un genio para distinguirlo, pero…

Cuando las autoridades sanitarias vean o sospechen un maltrato, actúen, pero no nos pasemos con la sospecha de culpabilidad. No nos extrañaría que nos pusieran ustedes un canon de “cachetería” (por si acaso)

Nuestros hijos son humanos en formación y como tales, prueban continuamente hasta donde pueden llegar, intentan conquistar cada día mas territorio y por ello es fundamental marcar limites. Claro que estos no se marcan a tortazos, pero quizás tengamos la impresión, que se han metido ustedes en nuestros hogares a tratarnos como borregos. Lejos de ser nuestros pastores, son nuestros empleados. Conviene que no lo olviden.

Algunos legisladores, ya sabemos todos, que no están libres de equivocarse y quizás por afán de protagonismo o de singularidad, sencillamente sobreactuan, que es mucho peor que actuar de forma mediocre.

Consiguen ser mas papistas que el papa, hasta el punto de rozar el ridículo, ¿era necesario? ¿estaban los españoles pidiéndoles enfervorecidamente, que prohibieran un cachete a tiempo? ¿a ustedes nunca les cayó un cogotazo en el momento oportuno?

Acuérdense cuando hace quince o veinte años, se comenzó con la reforma educativa, cuando aquellos psicólogos y pseudoexpertos educacionales aconsejaban el “colegueo” con el profe y padres… ¿salió bien? ¿resultó positivo? ¡NO!.. se equivocaron y el resultado lo quieran reconocer o no, ha sido nefasto.

De aquellos polvos, vienen estos lodos , pero el problema es que hicieron falta esos años para reconocer el error… (como dice Rabadán en su libro sobre educación…”aun estamos esperando que alguien pida perdón por aquello”).

Un buen “cogotazo” al menos, si que les cae a ustedes en el suplemento XLsemanal del pasado domingo, donde el maestro Perez Reverte, les da un SOBERANO REPASO, del que muchos padres nos hacemos participes y “solicitadores” de que afloren los grandes sabios/necios que envenenaron y aniquilaron el sistema de enseñanza y todos los que vinieron detrás “a mejorarlo de forma inmediata y milagrosa”.

Considero de vital importancia, a estas alturas del articulo, presentarles al juez de menores “su señoria Calatayud”. Un quijote manchego, que ejerce en Granada y con las ideas muy claras sobre educación… tanto que si algún día, tiene sueños de anidar en Moncloa, desde ya, les aseguro que cuenta con mi voto.

Si quieren saber mas de este “monstruo”, solo pongan en google: “juez Calatayud” y le conocerán, pero ya les aviso que si ustedes son padres, docentes, educadores, entrenadores, etc. un nuevo mundo se abrirá ante sus ojos: el mundo de la sencillez y claridad de ideas, el invencible peso de la LOGICA Y EL SENTIDO COMUN (el menos común de los sentidos) les caerá encima y ustedes estarán encantados por ello.

¿No lo creen? ¿A que esperan para probarlo? Les aseguro que en veinte minutos, no se pueden decir mas cosas y mas claras.

El odio al esfuerzo, a sacrificarse para conseguir las metas, es algo que hemos conseguido entre todos. Lo quieren todo y lo quieren ya…

Para cerrar citaré a un tal… Bill Gates (al que no le fue del todo mal en la vida) y que tuvo a bien escribir estos consejos para los jóvenes de hoy. No se los pierdan, pues parecen muy “INSTRUCTIVOS” e incluso aconsejables:

- La vida no es fácil, acostúmbrate a ello.

- El mundo no está preocupado por tu autoestima.

- El mundo espera que hagas algo útil por él ANTES de sentirte bien contigo mismo.

- No ganarás 20.000 $ al mes nada más salir de la escuela. No serás vicepresidente de una empresa con coche y teléfono a tu disposición, antes de conseguir comprar tu propio coche y teléfono.

- Si crees que tu profesor es duro, espera a tener un Jefe. Él no tendrá piedad de ti.

- Vender papel usado o trabajar los festivos no es ser lo último en la escala social. Tus abuelos tenían una palabra diferente para eso: lo llamaban oportunidad.

- Si fracasas, no es culpa de tus padres. Por tanto no te lamentes de sus errores, aprende de ellos.

- Antes de nacer tú, tus padres no eran tan críticos como ahora. Ellos se volvieron así por pagar tus cuentas, lavar tus ropas y oírte decir que son “ridículos”. Por tanto, antes de salvar el planeta para la próxima generación, queriendo remediar los errores de la generación de tus padres, intenta limpiar tu propia habitación.

- La escuela puede haber eliminado la distinción entre vencedores y perdedores, pero la vida no es así. En algunas escuelas no repites el curso y tienes las oportunidades que necesites hasta aprobar. Esto no se parece en nada a la vida real. Si fallas, estás despedido, ¡PUERTA! Así que acierta a la primera.

- La vida no está dividida en trimestres. Tú no tendrás siempre los veranos libres y es poco probable que otros empleados te ayuden a cumplir tus tareas al final de cada período.

- La televisión NO es la vida real. En la vida real, las personas tienen que dejar el bar o la discoteca e ir a trabajar.

Sé legal con los empollones (aquellos estudiantes que los demás juzgan que son bobos). Existe una gran probabilidad de que tengas que trabajar PARA uno de ellos.

La educación y... los cachetes que no dimos

Paco Milla
Paco Milla
viernes, 28 de diciembre de 2007, 23:02 h (CET)
Dicen Ana y Víctor en una de sus canciones: ¿”Adonde irán los besos, que guardamos, que no damos”?

¿Saben ustedes, donde pueden estar, algunos cachetes que no se dieron? Por ejemplo, pueden estar, en la primera pagina de la prensa de Asturias, de la pasada semana, donde aparece una madre, que tuvo que llamar a la policía, para que los agentes obligaran a sus hijos a ir al instituto.

(El día anterior lo había intentado ella, pero sus “pollitos” la habían abofeteado)

Ayer, descubrí tres nuevas delincuentes en mi barrio. Tres jóvenes madres que en un determinado momento, dieron sonoros cachetes en el culo de sus vástagos, cuando estos, se empeñaban en bajar el tobogán cabeza abajo y estamparse la cara contra la arena, como mejor forma de frenado.

Digo “delincuentes” porque ustedes ya sabrán, que nos ha sido vetado a los padres, DECIDIR por nosotros mismos, si hemos de hacerlo y en que momento.

Ayer, todos pudimos ver en el telediario, que “se aprobaba tal prohibición”, dejando a los progenitores como anormales y sorprendido-boquiabiertos, ante la sonrisa “por lo bajini” de los tiernos adolescentes quinceañeros españoles, que frotándose las manos, ponían los pies encima de la mesa, sin miedo alguno al “soplamocos” que el abuelo suele regalar, cuando saca el brazo a pasear.

Decía el primer ministro británico Blair, hace unos días que le parecía RIDICULO que los políticos, dijeran a los padres como tenían que educar a sus hijos, en Finlandia parece ser que han dicho NO a la prohibición y así los padres podrán decidir, si es el momento o no de soltar el cachete de turno.

Y es que los “prohibidores”, seguro que se creen cargados de razón y a lo mejor lo están, porque vamos a ver: ¿qué sabemos los padres sobre como tratar a nuestros pupilos, si la gran mayoría no hemos estudiado, ni hemos visto siquiera un documental sobre psicología en la 2?

Como respuesta, una de las madres entrevistada tras la noticia decía en el telediario…¿y a mi que me importa que el gobierno diga so o arre? …yo daré un cachete a mi hijo cuando YO, lo considere oportuno.

Antes de seguir, quiero dejar claro que SE SUPONE que todas las madres y padres del mundo mundial, sabemos cual es la diferencia entre un cachete y el maltrato a los niños… ¿es así? Todos pensamos que no hay que ser un genio para distinguirlo, pero…

Cuando las autoridades sanitarias vean o sospechen un maltrato, actúen, pero no nos pasemos con la sospecha de culpabilidad. No nos extrañaría que nos pusieran ustedes un canon de “cachetería” (por si acaso)

Nuestros hijos son humanos en formación y como tales, prueban continuamente hasta donde pueden llegar, intentan conquistar cada día mas territorio y por ello es fundamental marcar limites. Claro que estos no se marcan a tortazos, pero quizás tengamos la impresión, que se han metido ustedes en nuestros hogares a tratarnos como borregos. Lejos de ser nuestros pastores, son nuestros empleados. Conviene que no lo olviden.

Algunos legisladores, ya sabemos todos, que no están libres de equivocarse y quizás por afán de protagonismo o de singularidad, sencillamente sobreactuan, que es mucho peor que actuar de forma mediocre.

Consiguen ser mas papistas que el papa, hasta el punto de rozar el ridículo, ¿era necesario? ¿estaban los españoles pidiéndoles enfervorecidamente, que prohibieran un cachete a tiempo? ¿a ustedes nunca les cayó un cogotazo en el momento oportuno?

Acuérdense cuando hace quince o veinte años, se comenzó con la reforma educativa, cuando aquellos psicólogos y pseudoexpertos educacionales aconsejaban el “colegueo” con el profe y padres… ¿salió bien? ¿resultó positivo? ¡NO!.. se equivocaron y el resultado lo quieran reconocer o no, ha sido nefasto.

De aquellos polvos, vienen estos lodos , pero el problema es que hicieron falta esos años para reconocer el error… (como dice Rabadán en su libro sobre educación…”aun estamos esperando que alguien pida perdón por aquello”).

Un buen “cogotazo” al menos, si que les cae a ustedes en el suplemento XLsemanal del pasado domingo, donde el maestro Perez Reverte, les da un SOBERANO REPASO, del que muchos padres nos hacemos participes y “solicitadores” de que afloren los grandes sabios/necios que envenenaron y aniquilaron el sistema de enseñanza y todos los que vinieron detrás “a mejorarlo de forma inmediata y milagrosa”.

Considero de vital importancia, a estas alturas del articulo, presentarles al juez de menores “su señoria Calatayud”. Un quijote manchego, que ejerce en Granada y con las ideas muy claras sobre educación… tanto que si algún día, tiene sueños de anidar en Moncloa, desde ya, les aseguro que cuenta con mi voto.

Si quieren saber mas de este “monstruo”, solo pongan en google: “juez Calatayud” y le conocerán, pero ya les aviso que si ustedes son padres, docentes, educadores, entrenadores, etc. un nuevo mundo se abrirá ante sus ojos: el mundo de la sencillez y claridad de ideas, el invencible peso de la LOGICA Y EL SENTIDO COMUN (el menos común de los sentidos) les caerá encima y ustedes estarán encantados por ello.

¿No lo creen? ¿A que esperan para probarlo? Les aseguro que en veinte minutos, no se pueden decir mas cosas y mas claras.

El odio al esfuerzo, a sacrificarse para conseguir las metas, es algo que hemos conseguido entre todos. Lo quieren todo y lo quieren ya…

Para cerrar citaré a un tal… Bill Gates (al que no le fue del todo mal en la vida) y que tuvo a bien escribir estos consejos para los jóvenes de hoy. No se los pierdan, pues parecen muy “INSTRUCTIVOS” e incluso aconsejables:

- La vida no es fácil, acostúmbrate a ello.

- El mundo no está preocupado por tu autoestima.

- El mundo espera que hagas algo útil por él ANTES de sentirte bien contigo mismo.

- No ganarás 20.000 $ al mes nada más salir de la escuela. No serás vicepresidente de una empresa con coche y teléfono a tu disposición, antes de conseguir comprar tu propio coche y teléfono.

- Si crees que tu profesor es duro, espera a tener un Jefe. Él no tendrá piedad de ti.

- Vender papel usado o trabajar los festivos no es ser lo último en la escala social. Tus abuelos tenían una palabra diferente para eso: lo llamaban oportunidad.

- Si fracasas, no es culpa de tus padres. Por tanto no te lamentes de sus errores, aprende de ellos.

- Antes de nacer tú, tus padres no eran tan críticos como ahora. Ellos se volvieron así por pagar tus cuentas, lavar tus ropas y oírte decir que son “ridículos”. Por tanto, antes de salvar el planeta para la próxima generación, queriendo remediar los errores de la generación de tus padres, intenta limpiar tu propia habitación.

- La escuela puede haber eliminado la distinción entre vencedores y perdedores, pero la vida no es así. En algunas escuelas no repites el curso y tienes las oportunidades que necesites hasta aprobar. Esto no se parece en nada a la vida real. Si fallas, estás despedido, ¡PUERTA! Así que acierta a la primera.

- La vida no está dividida en trimestres. Tú no tendrás siempre los veranos libres y es poco probable que otros empleados te ayuden a cumplir tus tareas al final de cada período.

- La televisión NO es la vida real. En la vida real, las personas tienen que dejar el bar o la discoteca e ir a trabajar.

Sé legal con los empollones (aquellos estudiantes que los demás juzgan que son bobos). Existe una gran probabilidad de que tengas que trabajar PARA uno de ellos.

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