Claudette Colvin , de quince años, el 2 de marzo de 1955 sentada en un autobús se negó a ceder su asiento a un blanco. Su actitud se consideró una violación de la ley municipal. La adolescente fue esposada y expulsada violentamente del vehículo y encarcelada. El 1 de diciembre del mismo año Rosa Parks también se negó a ceder el asiento que ocupaba en el autobús a un blanco y retirarse a la parte posterior del vehículo que estaba reservada para los negros. Dicha desobediencia también la condujo a la cárcel. Lo que se llama boicot de autobuses fue una protesta política y social que empezó en el año 1955 en Montgomery con la intención de oponerse a la política de segregación racial en el sistema de transporte público. La lucha que se inició el 1 de diciembre de 1955 duró hasta el 20 de diciembre de 1956 cuando la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucionales las leyes de segregación racial en el transporte público de Montgomery.
El día de la detención de Rosa Parks la presidenta del Consejo Político de la Mujer, Jo Ann Robinson, imprimió y distribuyó un panfleto que distribuyó entre la comunidad negra de Montgomery en el que se leía: “Otra mujer ha sido arrestada y encarcelada por no querer levantarse del asiento que ocupaba en el autobús para cederlo a un blanco. Es la segunda vez desde el caso de Claudette Colvin que una mujer de color es arrestada por este motivo. Esto debe dejar de suceder. La gente de color también tiene derechos, y si dejan de usar el sistema de autobuses, el sistema no podrá resistir. Tres cuartas partes de los viajeros de autobús son negros, así y todo somos arrestados, o hemos de viajar de pie aún cuando haya asientos desocupados delante de nosotros. Si no se hace nada para detener estos arrestos, se continuarán produciendo. La próxima vez podrás ser tú, o tu hija, o tu madre. El juicio de esta mujer será el lunes. Por ello pedimos que cada negro boicotee el autobús este lunes en protesta por este arresto y juicio. No cojas el autobús para ir al trabajo, ni a la ciudad, ni a la escuela, ni a ningún sitio el lunes. Puedes faltar al colegio un día si no tienes otra manera de ir que no sea el autobús. También te puedes quedar fuera de la ciudad sólo por un día. En caso de que trabajes coge un taxi o camina. Por favor, niños y adultos, no cojáis el autobús el lunes”.
En protesta por el encarcelamiento de Rosa Parks, Martin Luther King, pastor bautista, un desconocido en aquella época lideró el llamado boicot de autobuses públicos de Montgomery. La casa de Luther fue incendiada. Después del ataque Luther King ante unas 300 personas que se reunieron ante ella para darle soporte, les dijo: “si tienen armas, llévenlas a su casa; si no las tienen, por favor, no intenten obtenerlas. No podemos resolver el problema por medio de represalias violentas. Debemos enfrentarnos a la violencia con la no violencia. Recordad las palabras de Jesús: “El que vive por la espada perecerá por la espada” . Debemos amar a nuestros hermanos blancos, no importa lo que nos hagan. Debemos hacerles saber que los amamos. Jesús todavía pide a gritos en palabras que resuenan: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”. Esto es por lo que debemos vivir. Debemos enfrentar el odio con amor. Recordad: si soy detenido, este movimiento no se detendrá, porque Dios está con el movimiento. Regresad a vuestros hogares con esta fe elogiosa y esta seguridad radiante.”
El movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos es muy instructivo en referencia a las leyes injustas allí en donde se apliquen. Las amenazas de utilizar artículos restrictivos de la Constitución, el inmovilismo político que no está dispuesto a corregir el texto legal que se ha convertido en una ley mordaza que pretende restringir las libertades ciudadanas, no podrá resistir la presión creciente popular que desea vivir de otra manera. La obcecación de la caspa políticaJavier Fernández, presidente de Asturias: “La Constitución no puede ser una momia venerable e inútil como una supuesta reliquia incorrupta”. Refiriéndose a la situación catalana el mismo Fernández dice: “La poderosa narrativa con que se desafía al Estado no se vence únicamente con la legalidad: precisa hacer también lo que nunca hemos hecho en el pasado: en vez de romper: reformar”. Si los políticos actuales son incapaces de mover ficha y activar seriamente la reforma constitucional, vendrán otros que renovados por el aire fresco que se empieza a respirar en el ambiente se avendrán a hacerlo. El sufrimiento estéril provocado por la obcecación desaparecerá y las aguas bravas que amenazan la buena convivencia se reemplazarán por las tranquilas y transparentes que la sociedad necesita con urgencia para ser feliz.