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Horizontes sugestivos

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“Hoy no es hoy;
Hoy es todo el fuego y toda la lluvia
Que estuvo con nosotros”.
Intimario. Carlos Manuel Villalobos.

Las definiciones vienen bien de vez en cuando; hay que concretar los matices. En arte, ciencia, en la educación escolar…, en todo. Sin embargo, ocurre lo mismo con las subvenciones, disimuladas o no; agregadas al poder o asociadas a los grandes montajes socio-económicos. Corremos el riesgo de ahogar lo fundamental a base de estructuras elaboradas quién sabe con qué intereses, manejados por acotadores sabiondos obsesionados por sus ambiciones particulares. Necesitamos la renovación del aprendizaje conducente a los HALLAZGOS genuinos en los diversos campos, alejados de las tramoyas encubridoras y abiertos a las mejores perspectivas, sin renuncias necias.

Enfrentados a los organizadores de movidas artísticas de dusosa orientación, métodos educativos caprichosos, presentaciones científicas a medias o eventos ligados a efemérides trabucadas; convendremos que las buenas definiciones son precisas. En ausencia de buenos críticos libres de prebendas partidistas, habremos de ceñirnos a los posicionamientos personales, que se vuelven insoslayables. Hemos de sacar la versión rebelde ante quienes encumbran una lata vieja en el centro de una sala y silencian la rica expresividad de “El peine del viento” de E. Chillida; o contradicciones similares. Trataríamos de no seguir la corriente a quienes intentan embaucarnos, sabedores de la abundante candidez.

Cómo pasa el tiempo, es verdad; y que poco duran las personas, eso lo sentimos en directo. Uno pierde los estribos donde apoyarse, cuando el tiempo nos somete a sus evoluciones. Los entendidos hablas de experimento mental, cada uno vivirá su ritmo propio. Las BIFURCACIONES son múltiples cuando tratamos de la administración de nuestro tiempo. La elección de una frenética carrera por incrementar el número de actuaciones, o bien, la idea central de una mayor calidad puesta en el empeño, es una de ellas. Será como la experiencia mental adaptada a las cualidades personales; no tanto, o quizá sí, dependiente en exclusiva de la voluntad.

El grado de dependencia de la actitud personal ofrece un cierto margen de maniobra, apreciable sobre todo en aquellos cambios rotundos decididos en ciertos momentos, verdaderos golpes de efecto. Para bien o para mal, con las CONSECUENCIAS pasajeras o interminables, en otra relación temporal evidente. Es decir, entrelazamos la temporalidad propia con la de los demás ciudadanos; aunque eso sea olvidado en exceso. Tampoco comunicamos dicha experiencia con idéntica claridad, las hay muy palpables desde el primer instante; mientras en otros casos, sólo la posteridad las contemplará. Citemos también las que nunca serán percibidas.

Curiosamente, para determinadas personas, la relación con el tiempo adopta la forma del ARREBATO. Quedan minimizadas las demás relaciones, eclipsadas por la brusquedad o la intemperancia de sus actos. Del simple destemple momentáneo, pueden llegar a locuras fragorosas; potenciados por diferentes drogas y por la frenética crispación fraguada en los entornos de dichas personas. Ocasionan actos chocantes, extraviados de los guiones previos. Sean bien venidos los causantes de situaciones ventajosas. Pero solemos lamentar los provocadores de alteraciones desagradables. Bebés asesinados, violencia familiar, actuaciones públicas altaneras…; como expresión de instantáneas con estelas de prolongación.

Nos acogotan por todas partes. Sin duda, porque navegamos por una cultura basada en las interpretaciones; en la cual domina un imposible paradójico. Cada ente (Persona o institución) pretende conocer los entresijos del resto, aunque no se conozcan con propiedad ni ellos mismos. Es un saber equívoco. Es muy difícil la expresión adecuada de las ideas propias. ¿Imposible? Una vez proclamadas, los demás las entienden a su modo. Así puestas las cosas, urdimos la convivencia del INTRUSISMO, en la cual, cada uno se mete donde no debe, con ínfulas, con falta de respeto y la alevosía de laborar para el egoísmo a ultranza de cada protagonista, rumbo a los dominios injustificados.

Con esa dificultad de comunicación, tratada insistentemente por Samuel Beckett; no parecen verosímiles las soluciones adecuadas procedentes de los intérpretes imprecisos. ¿Qué interpretan? El horizonte fascinante radica en el RESPETO por las vivencias particulares de las personas, instalados en ámbitos de colaboración y servicio a la comunidad. Demasiado cambio para las trazas de la sociedad contemporánea. Estamos acostumbrados a la modificación de las maniobras utilizadas para las dominaciones variadas. Pero sin el aire cautivador del pálpito nuclear, de cada persona, por esa lógica nefasta, continuará el ahogo frustrante más allá de las explicaciones.

A mayor observación de la realidad, lejos del encuentro con imágenes claras de conductas, ideas, antecedentes o proyectos; los trazados alimentan los rasgos típicos de la confusión. Tenía razón G. Morandi, nada es más abstracto que el mundo visible. Los tamaños, las voces, las publicaciones, integran una maraña fogosa. Si además contamos con lo invisible, los niveles subconscientes y los ocultamientos interesados; la ABSTRACCIÓN ocupa las diferentes esferas ambientales. Veamosla como una tabla de salvación, abre las puertas a un futuro todavía no controlado, porque permite medrar en busca de salidas fascinantes sin limitaciones artificiosas, para no hundirnos en la marea ponzoñosa.

La cima majestuosa del monte Gorbea, podrán servir otras, constituye un observatorio único para vislumbrar en las distancias las diferentes perspectivas humanas. En la visión naturalista no apreciamos las barreras, que haylas, vaya que sí. Impresiona la PANORÁMICA en un doble aspecto. Incide en la presencia simultánea de la gran diversidad de gentes, ocupaciones y planteamientos, sin aparente dotación impositiva de unos sobre otros; el pluralismo en acción. Percepción amplificada por el paralaje; según desde donde se mire, cada realidad muestra matices distintos. La igualdad niveladora queda fragmentada en la ilusionante explosión de los seres humanos en activo. ¿Por qué los impedimentos a esos trances?

Tirando hacia delante, pronto topamos con los enemigos de los amplios horizontes abiertos. Son creadores de obstáculos, manipuladores de las realidades originales. Nuestro sino nos confiere la oportunidad de ser ROMPEDORES de las barreras artificiosas. Es curiosa y lamentable, la novedosa instauración de barreras basadas en la multiplicación de transparencias. Originan una saturación con elementos indiscriminados, que impiden las buenas decisiones, porque resulta imposible el discernimiento eficaz. La lucha liberadora es todavía una sugestiva tarea inacabada.

Horizontes sugestivos

Rafael Pérez Ortolá
viernes, 24 de julio de 2015, 07:26 h (CET)
“Hoy no es hoy;
Hoy es todo el fuego y toda la lluvia
Que estuvo con nosotros”.
Intimario. Carlos Manuel Villalobos.

Las definiciones vienen bien de vez en cuando; hay que concretar los matices. En arte, ciencia, en la educación escolar…, en todo. Sin embargo, ocurre lo mismo con las subvenciones, disimuladas o no; agregadas al poder o asociadas a los grandes montajes socio-económicos. Corremos el riesgo de ahogar lo fundamental a base de estructuras elaboradas quién sabe con qué intereses, manejados por acotadores sabiondos obsesionados por sus ambiciones particulares. Necesitamos la renovación del aprendizaje conducente a los HALLAZGOS genuinos en los diversos campos, alejados de las tramoyas encubridoras y abiertos a las mejores perspectivas, sin renuncias necias.

Enfrentados a los organizadores de movidas artísticas de dusosa orientación, métodos educativos caprichosos, presentaciones científicas a medias o eventos ligados a efemérides trabucadas; convendremos que las buenas definiciones son precisas. En ausencia de buenos críticos libres de prebendas partidistas, habremos de ceñirnos a los posicionamientos personales, que se vuelven insoslayables. Hemos de sacar la versión rebelde ante quienes encumbran una lata vieja en el centro de una sala y silencian la rica expresividad de “El peine del viento” de E. Chillida; o contradicciones similares. Trataríamos de no seguir la corriente a quienes intentan embaucarnos, sabedores de la abundante candidez.

Cómo pasa el tiempo, es verdad; y que poco duran las personas, eso lo sentimos en directo. Uno pierde los estribos donde apoyarse, cuando el tiempo nos somete a sus evoluciones. Los entendidos hablas de experimento mental, cada uno vivirá su ritmo propio. Las BIFURCACIONES son múltiples cuando tratamos de la administración de nuestro tiempo. La elección de una frenética carrera por incrementar el número de actuaciones, o bien, la idea central de una mayor calidad puesta en el empeño, es una de ellas. Será como la experiencia mental adaptada a las cualidades personales; no tanto, o quizá sí, dependiente en exclusiva de la voluntad.

El grado de dependencia de la actitud personal ofrece un cierto margen de maniobra, apreciable sobre todo en aquellos cambios rotundos decididos en ciertos momentos, verdaderos golpes de efecto. Para bien o para mal, con las CONSECUENCIAS pasajeras o interminables, en otra relación temporal evidente. Es decir, entrelazamos la temporalidad propia con la de los demás ciudadanos; aunque eso sea olvidado en exceso. Tampoco comunicamos dicha experiencia con idéntica claridad, las hay muy palpables desde el primer instante; mientras en otros casos, sólo la posteridad las contemplará. Citemos también las que nunca serán percibidas.

Curiosamente, para determinadas personas, la relación con el tiempo adopta la forma del ARREBATO. Quedan minimizadas las demás relaciones, eclipsadas por la brusquedad o la intemperancia de sus actos. Del simple destemple momentáneo, pueden llegar a locuras fragorosas; potenciados por diferentes drogas y por la frenética crispación fraguada en los entornos de dichas personas. Ocasionan actos chocantes, extraviados de los guiones previos. Sean bien venidos los causantes de situaciones ventajosas. Pero solemos lamentar los provocadores de alteraciones desagradables. Bebés asesinados, violencia familiar, actuaciones públicas altaneras…; como expresión de instantáneas con estelas de prolongación.

Nos acogotan por todas partes. Sin duda, porque navegamos por una cultura basada en las interpretaciones; en la cual domina un imposible paradójico. Cada ente (Persona o institución) pretende conocer los entresijos del resto, aunque no se conozcan con propiedad ni ellos mismos. Es un saber equívoco. Es muy difícil la expresión adecuada de las ideas propias. ¿Imposible? Una vez proclamadas, los demás las entienden a su modo. Así puestas las cosas, urdimos la convivencia del INTRUSISMO, en la cual, cada uno se mete donde no debe, con ínfulas, con falta de respeto y la alevosía de laborar para el egoísmo a ultranza de cada protagonista, rumbo a los dominios injustificados.

Con esa dificultad de comunicación, tratada insistentemente por Samuel Beckett; no parecen verosímiles las soluciones adecuadas procedentes de los intérpretes imprecisos. ¿Qué interpretan? El horizonte fascinante radica en el RESPETO por las vivencias particulares de las personas, instalados en ámbitos de colaboración y servicio a la comunidad. Demasiado cambio para las trazas de la sociedad contemporánea. Estamos acostumbrados a la modificación de las maniobras utilizadas para las dominaciones variadas. Pero sin el aire cautivador del pálpito nuclear, de cada persona, por esa lógica nefasta, continuará el ahogo frustrante más allá de las explicaciones.

A mayor observación de la realidad, lejos del encuentro con imágenes claras de conductas, ideas, antecedentes o proyectos; los trazados alimentan los rasgos típicos de la confusión. Tenía razón G. Morandi, nada es más abstracto que el mundo visible. Los tamaños, las voces, las publicaciones, integran una maraña fogosa. Si además contamos con lo invisible, los niveles subconscientes y los ocultamientos interesados; la ABSTRACCIÓN ocupa las diferentes esferas ambientales. Veamosla como una tabla de salvación, abre las puertas a un futuro todavía no controlado, porque permite medrar en busca de salidas fascinantes sin limitaciones artificiosas, para no hundirnos en la marea ponzoñosa.

La cima majestuosa del monte Gorbea, podrán servir otras, constituye un observatorio único para vislumbrar en las distancias las diferentes perspectivas humanas. En la visión naturalista no apreciamos las barreras, que haylas, vaya que sí. Impresiona la PANORÁMICA en un doble aspecto. Incide en la presencia simultánea de la gran diversidad de gentes, ocupaciones y planteamientos, sin aparente dotación impositiva de unos sobre otros; el pluralismo en acción. Percepción amplificada por el paralaje; según desde donde se mire, cada realidad muestra matices distintos. La igualdad niveladora queda fragmentada en la ilusionante explosión de los seres humanos en activo. ¿Por qué los impedimentos a esos trances?

Tirando hacia delante, pronto topamos con los enemigos de los amplios horizontes abiertos. Son creadores de obstáculos, manipuladores de las realidades originales. Nuestro sino nos confiere la oportunidad de ser ROMPEDORES de las barreras artificiosas. Es curiosa y lamentable, la novedosa instauración de barreras basadas en la multiplicación de transparencias. Originan una saturación con elementos indiscriminados, que impiden las buenas decisiones, porque resulta imposible el discernimiento eficaz. La lucha liberadora es todavía una sugestiva tarea inacabada.

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