Según he leído en varios medios, en las elecciones del pasado 24 de mayo, hubo muchos votantes fieles del PP que, en esta ocasión, se abstuvieron. Y, si no entiendo eso que se dice de que el votante siempre tiene la razón, menos entiendo que la tengan estos abstencionistas. Me gustaría que alguien me lo explicase. Y es que, si dichos votantes estaban cabreados con Rajoy por su continuismo en temas como el terrorismo, la memoria histórica, el aborto o la sangría económica que suponen las autonomías, parece que lo lógico sería que hubiesen votado a partidos como Vox o AES, cuyos programas en estos temas no dejaban lugar a dudas. Y si su cabreo se debía a lo de la subida de impuestos, a que el PP no se hubiese mostrado más contundente contra el nacionalismo o a la corrupción, tenían, además de las dos opciones anteriores, otra tercera: Ciudadanos. Y aún quedaba UPD, para aquellos votantes con querencias socialdemócratas. ¡Rara vez ha habido una gama tan amplia de posibilidades! Y a los que menos entiendo es a aquellos que estaban como empujando a militantes del PP a que diesen el paso que dieron Vidal Quadras, Ortega Lara o Abascal, y, luego, si te he visto no me acuerdo, ignorancia y ninguneo casi total. He preguntado a alguno de estos abstencionistas, y me han dicho que no votaron a esos partidos pequeños porque eso hubiese sido tirar el voto a la papelera, pero, a mi modo de ver, si todos esos abstencionistas hubiesen votado, tal vez ahora no diríamos que habían tirado el voto. Sí tendría lógica el voto útil: no voto a esos partidos que ofrecen lo que yo quiero, porque es muy probable que no saquen ningún diputado, pero lo hago para poder votar a otro partido, no para abstenerme, que eso sí es, con toda seguridad, no probabilidad, tirar el voto a la papelera.
La abstención sí tendría sentido, por ejemplo, para hacer ver que uno está en contra de la democracia. Otro abstencionista me dijo que él siempre había votado al PP, que ahora se sentía como huérfano y que, lógicamente, no iba a votar a otros. No entiendo nada: si los antiguos votantes de UCD, hubiesen funcionado con esta "lógica", hoy no existiría el PP. En otras ocasiones, sí tiene sentido no votar a partidos pequeños para que no sigan presentándose, y así evitar la consiguiente resta de votos a otros afines (caso del CDS, por ejemplo), pero si tampoco se piensa votar a los afines, ¿a qué viene la abstención? Yo no soy adivino, pero si hubiesen resultado elegidos, como consecuencia de una menor abstención, algunos candidatos más de Ciudadanos o de Vox, es probable que en sitios como, por ejemplo, Aragón o Castilla La Mancha, hoy tendrían un gobierno distinto del actual.