No van a dejar ni títere con cabeza, ni un segundo de tregua.

El primer round es Zapata. El segundo, la joven Maestre de las bolas chinas. No les van a dejar ni un momento de resuello. La llaman extrema izquierda, izquierda radical y, a los socialistas, tontos de baba y báculo de esta nueva izquierda que ha tomado las plazas emblemáticas de los ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza...

La caverna mediática está rabiosa. La batalla que se avecina es dura. Será pavorosa. Mariano y el PP en horas bajas y Podemos y PSOE subiditos de tono se han merendado parte del poder que había acumulado en los últimos años un partido que anda perdido entre la inercia, la zozobra, la deserción, el lamido de heridas y el fuego camarada.

Zapata, Maestre y otros gárrulos no ayudan. Son presos de su orificios y esa falsía de calentarse la boca, perdidos en soflamas inútiles. Carmena no lo tendrá fácil con sus compañeros de viaje y con el ojo avizor de Carmona, dispuesto a nadar y guardar la ropa en esa lucha sin cuartel.

Ya sí han tocado poder y se darán cuenta de que su ejercicio levanta más iras que agasajos. Enfurecida la caverna, se ha tirado a la yugular desde el primer minuto, y tendrán que padecer la andanada y no anonadarse, con paso firme y proclive a cumplir los objetivos para los que han sido votados: tratar de devolver la confianza a la política y la esperanza perdida.

Los que tenemos historia, sabemos que el tiempo juega a su favor si son capaces de ser pacientes y cumplen con honestidad unos objetivos para los que han sido votados y alcanzado acuerdos La política es el arte de la paciencia.

Este baile ha comenzado porque en el horizonte están las elecciones generales y, de lo acertados o no que estén en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas, dependerá que la política en el futuro se haga para la mayoría y no para una minoría enriquecida. Sus actos van a ser fiscalizados hasta el extremo. Las celadas serán múltiples y dependerá de su inteligencia y honestidad el que la ideología triunfe. Sí, esa ideología que tanto denuestan esos seguidores del Wall Street Journal, el FMI y los poderes económicos, la que promueve la igualdad, la solidaridad, la justicia social y el abandono de un estado de semiesclavitud impropio en una época de gran desarrollo económico.

Zapata, Maestre, ayudad a las grandes ideas y no seáis tan bobos.